Les voy a hablar sobre la vivencia de los valores

“Un niño con valores sólidos crece seguro, y fortalece las posibilidades de ser un adulto feliz”

¡Buen día! Honorable jurado calificador, profesores y público en general que nos honran hoy con su estimada presencia, es grato para mi dirigirme ante ustedes para disertarles uno de los temas más tratados en la vida del hombre y sin embargo en la actualidad no se los han practicado como es debido y esos son los valores.

Les voy a hablar sobre la vivencia de los valores.

Vivimos en una sociedad donde los valores escasean, están de baja. Se oye decir mucho: Qué más da!... ¡ todo da igual! .. Me parece que tiene una causa: falta de valores.

De entrada digamos que no todo da igual.

No es lo mismo ser solidario que no serlo.

No es lo mismo la fidelidad que la infidelidad.

No es lo mismo la bondad que la falta de bondad.

Actualmente vivimos en una sociedad donde los valores se han trastocado, la perdida de estos está muy marcada gracias a la situación en la que vive nuestro país, para cambiarla habrá que empezar por motivar a la niñez a que comience el cambio, pero ¿Cómo? Desde el hogar seria lo primordial; hay veces que sin darles mayor importancia a frases sencillas que se les dicen a los niños estamos inculcando algún valor, frases como: “debes respetar a tus mayores”, “no tomes lo que no es tuyo” etc. Pero ¿realmente el niño hace las cosas porque él siente que es lo correcto o porque alguien le dice que hacer? Los niños se ajustan a las normas porque éstas son establecidas por la autoridad de los adultos, aunque en ocasiones no comprendan el sentido de las mismas. Así que los valores que se les inculcan a los niños en el hogar los van acompañar en su vida, en su forma de ser y de convivir con los demás.

Otro de los principales escenarios en los que el niño de desenvuelve es en la escuela primaria, la convivencia en la escuela exige normas de orden y respeto que ofrecen una enorme oportunidad para que los niños y niñas aprendan a autorregular conductas, palabras y sentimientos no sólo para la escuela sino para la vida cotidiana.

Impulsar los valores a través de la clase de formación cívica y ética es una tarea relevante que nos enfrenta a los retos de mejorar la sociedad y formar personas tolerantes y responsables capaces de convivir en armonía en la sociedad en la que se desenvuelven. Educar en valores es un reto, pero como docentes tenemos el deber de fomentar la práctica de los mismos, pues los niños por naturaleza tienden a imitar la conducta de los mayores que lo rodean.

Por tanto, hago la invitación a todos los presentes a que nos ayuden a educar en valores a nuestros niños.

Maestros,

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