Los Odontólogos deben prestarles a sus pacientes la debida atención

Los Odontólogos deben prestarles a sus pacientes la debida atención, recurriendo a los procedimientos necesarios y procurar como objetivo primordial la conservación de la salud de sus pacientes, esto quiere decir que no se haga una iatrogenia con dichas personas

Al proteger la vida y la salud, se garantiza una atención de respeto a los pacientes y de satisfacción a sus necesidades clínicas. Con el secreto profesional y la confidencialidad de sus datos, protegiendo la dignidad de los pacientes.

Pero, en lo que corresponde al consentimiento, esto solo se hace referencia a la autorización de participación de los pacientes en investigaciones, o de los representantes legales en el caso de los niños.

En cuanto a lo que corresponde al derecho a la salud, también se especifica el derecho a la información en materia de salud, a su participación, y es fin, a sus derechos de opinión. Con el reconocimiento de estos derechos, ya los menores no son solo personas tuteladas, sino que, según su grado de desarrollo, están habilitados para demandar, actuar y proponer.

En cuanto a la relación Odontólogo-paciente, tiene como fin restaurar la salud del enfermo: lograr para él que sus funciones se acerquen lo más posible a la línea de trayectoria que en su naturaleza se representa como óptima.

En consecuencia, una atención odontológica carente de sustentación bioética, recae en una odontología considerada técnica e intervencionista; e imposibilita al odontólogo a participar como parte de un equipo de salud interdisciplinario, a través del diálogo y la deliberación incluyente y plural, en la toma de decisiones fundamentadas y aceptadas de situaciones dilemáticas de contenido ético, que surgen dentro del mismo ejercicio profesional, o como problema social derivado de la salud.

La formación odontológica debe facilitar las herramientas necesarias para hacer del odontólogo un ser social promotor del cuidado en la vida en todas sus manifestaciones. Exige entonces, una formación profesional soportada en una fundamentación de valores.

Desde una perspectiva más profunda, el consentimiento, se puede apreciar como la máxima expresión de una relación médico-paciente comprensiva y completa, una declaración de respeto irrestricto a la autonomía, una oportunidad de ofrecer información completa y un compromiso para alcanzar los mejores desenlaces para los enfermos de acuerdo con la particular visión de ellos mismos.

Los prestadores de servicios de salud tienen la obligación de proporcionar una atención profesional y éticamente responsable, y de no ser así la atención en esos términos, habría un incumplimiento que podría generar una responsabilidad profesional para el prestador del servicio.

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