Los adolescentes y los estilos de disciplina escolar

ESCUELA NORMAL DE SINALOA

LIC. EN EDUCACIÓN SECUNDARIA ESPECIALIDAD EN ESPAÑOL

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TITULO:

• LOS ADOLESCENTES Y LOS ESTILOS DE DISCIPLINA ESCOLAR DEL PROFESOR EN LA ESCUELA SECUNDARIA
• LA RELACIÓN DE LOS ADOLESCENTES CON LAS AUTORIDADES ESCOLARES.

ELABORADO POR:

BRAYAN ALEJANDRO VALDEZ BOJORQUEZ

CULIACÁN, SINALOA, DICIEMBRE DE 2015

     El siguiente trabajo a mostrar es una presentación de lo que sucede dentro de las escuelas secundarias de nuestro país en lo que concierne a los adolescentes y los estilos de disciplina escolar del profesor en la escuela secundaria, en las páginas siguientes mostraremos algunos de los problemas relacionados a la disciplina en los centros escolares, además de las relaciones alumno – maestro.

     Relacionado a esto trataremos la relación de los adolescentes con las autoridades escolares como es la interacción que estos presentan dentro del ámbito escolar, las opiniones que tienen los alumnos de sus maestros y de manera viceversa los maestros de los alumnos, para la realización del tratamiento de este tema, utilizaremos la información recabada en entrevistas realizadas en la escuela secundaria “María de Jesús Jacobo Gastelum” a alumnos de 3er grado. Además del respaldo de algunos autores estudiosos en el tema.

     De esta manera se espera que la orientación del siguiente trabajo sea la más adecuada, además de contar con la mayor veracidad posible.

     Los alumnos y docentes son afectados el uno al otro por las distintas razones que pueden suponer el medio escolar, el profesor puede sufrir el ataque de los alumnos ya sea de manera verbal (burlas, insultos), como de manera no verbal (rechazo, desprecio). En general encontramos que las principales razones por las que puede existir esta fricción alumno- docente, es referida principalmente a las políticas de “disciplina” tomadas por parte del maestro, ya sea tomada de distintas maneras, en la organización grupal, formas de trabajo o reglas de conducta determinadas en el aula. Antes de iniciar debemos definir de manera explícita que entendemos por la palabra disciplina. Según Foucault, en Vigilar y castigar, que:

“La disciplina es un tipo de poder, una modalidad para ejercerlo, que implica todo un conjunto de instrumentos, técnicas, de procedimientos, de niveles de aplicación, de metas”1

     De esta forma entendemos la disciplina como un poder que se ejerce y además de estos las herramientas que se utilizan para su aplicación dentro del aula en el caso de los maestros. Ante este aspecto debemos entender cuáles son las repercusiones que tienen ante los alumnos este modelo o conjunto de reglas, de qué manera afecta sus relaciones, la convivencia en el centro escolar. En palabras de Roland y Galloway (2002):

“La violencia en un grupo escolar se presenta con mayor probabilidad cuando en éste predominan las sanciones o las formas disciplinarias rígidas como principales formas de control del maestro sobre sus estudiantes, y cuando el profesor no es capaz de lograr un liderazgo basado en el fomento del trabajo en equipos, con un alto nivel de exigencia intelectual.”2

     Así observamos que las repercusiones que se presentan ante estilos de disciplina demasiado rígidos fomentan la violencia dentro del ámbito escolar, ya sea en distintas maneras, como sucede por lo general, acaba en un repudio ante el maestro o sus formas de trabajo.

     Durante las prácticas realizadas en la secundaria María de Jesús Jacobo Gastelum tuve la oportunidad de realizar entrevistas personales a alumnas de un grupo de tercer grado, entre las interrogaciones que se realizaban, se preguntaba a las alumnas sobre la opinión de tenían de sus maestros, en cuanto a sus formas de trabajo, actitudes, manejo de la clase, etc. A lo que respondieron lo siguiente:

Alumna 1:

Son buena onda, pero una me calla mucho, cuando apenas empiezo a hablar, pero los demás son buenos.

Alumna 2:

Son buena onda y muy divertidos.

     Cabe destacar que las declaraciones realizadas en las entrevistas mostraban discrepancias al momento de realizar una socialización más informal. Aunque tomando en cuenta a la alumna uno, se expresaba con desagrado hacia esa maestra que “la callaba mucho”, a lo cual a ella le parecía injusto, ya que no consideraba como algo malo lo que estaba haciendo, pero como esta maestra se enfocaba demasiado en los aspectos disciplinarios dentro del aula, la alumna no podía expresarse libremente. Con esto nos planteamos un problema, en como las normas o conductas disciplinarias pueden ser puestas en práctica de manera errónea y a su vez en lugar de propiciar un ambiente de tranquilidad, crear uno de desagrado e incluso molesto al no poder expresarse libremente.

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