Los herederos al poder

Los herederos al poder

Yurdania, el planeta más hermoso y espectacular de toda la galaxia, con paisajes y criaturas que sorprenderían a cualquiera. Era un sueño estar ahí, era una de las épocas más tranquilas que había en yurdania. El rey Rogelio parecía tener todo bajo control, y su esposa Silvia, la más hermosa reina estaba llena de alegría ya que en su vientre crecía el próximo príncipe y futuro rey. El pequeño fue nombrado Getman, era idéntico a su padre o al menos eso decían, no se puede comparar todavía el brote al árbol, por decirlo así. Pasaron 4 años cuando Silvia se enteró que tendrían otro hijo, Rogelio se puso muy ansioso de su siguiente hijo. El día del nacimiento fue deslumbrante, el sol salió tenue pero sin ninguna nube, un día perfecto para un nacimiento, de buena suerte, como solían decir las viejas escrituras. El pequeño de ojos claros, y ahora de armonía, fue llamado como el lugar que unió a Silvia y Rogelio hace muchísimos años, un lugar que solo se encontraba en la tierra "Shanghai".

Shanghai y Getman eran buenos hermanos y grandes amigos, solían hacer casi todo juntos, se la pasaban la vida con Milo y Miqueilo, dos brujos. Milo era güero y se creía el chico más galán de Yurdania, y Miqueilo en cambio era un chico feliz con su intelecto y leyendo cientos de libros, sabía bastante para su corta edad, apenas diecisiete años. Tanto Milo como Getman tenían la misma edad, 19 años de edad. Eso no impedía la actitud infantil de Milo. Shanghai tenía 13 años, al igual que Elly, la hermana más chica de Milo y Miqueilo y su amigo Darky de 14, la más pequeña de esa época era Kimishi, la princesa del otro reino, era una chiquilla muy tímida a la cual Shanghai le tenía un gran afecto a la pequeña. Pasaron los años, los chicos se volvieron grandes amigos y excelentes aprendices, Rogelio al igual que los demás Reyes de otros reinos, estaba orgulloso, recordaba su época juvenil antes de su separación.

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