Los principios de la ética en el escenario educativo Aspectos éticos y legales de la educación

National University College

Programa de Educación Graduado

Maestría en Liderazgo Educativo

                        Ensayo expositivo

Los principios de la ética en el escenario educativo

Diana M. Heredia Narváez

1510375149

EDUC 5210-5034

Aspectos éticos y legales de la educación

Dra. Angiemarie Rivera

21 de julio de 2017

        La ética, según Blaquier (2008), se puede entender como la motivación de la conducta humana, relacionada a la moral, y su inclinación hacia el bien o el mal. La ética es una disciplina de la filosofía, y en la actualidad, se encuentra ligada a diversos ámbitos de la sociedad, entre ellos, el laboral.  Cada profesión se rige por unos principios éticos que fijan unos estándares de comportamiento en el trabajo. Ibarra (2007), señala que  la ética profesional contribuye a que la práctica profesional no se convierta en un ejercicio enfocado en el propio desempeño  y centrado de manera exclusiva en cumplir las acciones asignadas, sin considerar la responsabilidad que conlleva sus acciones como parte inherente de su profesionalidad. En el ámbito de la educación, existen códigos de éticas para todos los profesionales de la enseñanza, incluyendo el personal docente y administrativo. La ética profesional en el escenario educativo está establecida bajo leyes y estándares profesionales fijados por cada estado o país.

Las exigencias de la labor educativa suelen requerir un esfuerzo adicional en todas sus áreas, incluyendo la ética, debido la gran responsabilidad que conlleva trabajar en la formación de individuos para la sociedad. El señalamiento de Ibarra (2007), en el cual indica que “el quehacer profesional ético va más allá del acatamiento de reglas de obligación o prohibición, más bien se define como una actuación en función de valores” (p. 45), es un indicador de lo que exige la labor de la enseñanza. El profesional (maestro, director escolar, etc.) debe ser un modelo de conducta y valores para la población que atiende (niños y jóvenes). No basta con cumplir sus obligaciones, sino que requiere un actuar en base a los valores y estándares éticos de la profesión.  En el caso del líder educativo, la responsabilidad es aún mayor, ya que este debe ser un modelo de comportamiento tanto para los estudiantes, como para sus maestros.

Dentro de las funciones del director escolar que establece la Ley Orgánica del Departamento de Educación, se señala como sus principales deberes planificar, organizar, dirigir y supervisar. Esto implica que el líder educativo es quien coordina el funcionamiento general, y en su función de dirigir, esa dirección de los procesos, de los maestros, de su personal, y de los estudiantes, debe llevarse a cabo estrictamente guiada por los parámetros éticos. La Association of American Educators (AAE), establece cuatro principios de ética para profesionales de la educación. Dentro del segundo principio se establece que el profesional de la enseñanza debe ejercer su trabajo con responsabilidad, integridad, honestidad y profesionalismo. Es su deber obedecer las reglas y leyes que promueve el estado, el sistema educativo y su la escuela en la cual se desempeña. El cumplimiento de estos principios aseguran que el trabajo del maestro, así como del líder educativo sea uno transparente, consciente de lo que implica educar y enfocado en el cumplimiento de los objetivos de la educación. Montero (2017), menciona algunos principios profesionales que debe poseer el líder educativo, como la ética, la confianza, la justicia social y la integridad. 

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