Macroeconomia

El presente ensayo se enfoca en la economía de México y las diferentes instituciones con las que nos podemos apoyar para poder desarrollarnos de manera eficiente. Hoy en la actualidad una de las instituciones que impactan en nuestra economía y será mencionada es el banco Mundial y por otra parte el tratado de libre de comercio.

Se podrá analizar cómo es que las instituciones y acuerdos ya mencionados nos ayudan o nos afectan en la economía del país que ahorita se encuentra en desequilibrio.

México es un país subdesarrollado que con el paso del tiempo se ha ido fortaleciendo y decayendo a la vez ya que existen muchos cambios alrededor y es un país que tiene economía con libre comercio lo que es un punto a nuestro favor ya que al momento de exportar nuestros productos con diferentes países de américa latina y/o con nuestros vecinos del norte que tienen una economía estable y elevada como sería el caso de Brasil o los Estados Unidos nuestra economía se podría elevar. También para esto es necesario que México tenga un muy buen presupuesto para poder solventar los gastos que tiene el país y así como también poder producir los productos que se quisieran exportar; para esto México ha solicitado la ayuda de lo que es el Banco Mundial en ocasiones que se han tenido crisis económicas pasajeras y el país no tiene los suficientes recursos como para salir de ello.

La macroeconomía es una buena herramienta para poder medir como se encuentra la economía de nuestro país y como plantear las políticas económicas que nos pueden ayudar en el mejoramiento de la misma.

Es claro que con lo antes ya mencionado no es fácil que la economía del país y del resto del mundo se regule ya que no son los únicos factores que la afectan pero son algunos de los que tienen una buena influencia en ella.

Mediante el estudio que se realiza a continuación podremos comprender de una manera más clara y amplia las variables que pueden ser base de un nuevo panorama económico en un futuro cercano.

México, dentro los compromisos hechos para la protección del medio ambiente y la utilización más acertada de los recursos naturales en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tiene como expectativas a corto plazo el desarrollo e implementación de nuevas políticas ambientales encaminadas de una manera más directa a un verdadero aprovechamiento de sus recursos, en especial de los naturales no renovables, con el objetivo principal de obtener un mayor desarrollo como país en todos sus niveles.

De esta manera la expansión de las actividades industriales ha tenido un impacto sin precedentes en el desarrollo del país, tanto en beneficio de sus habitantes como en la inevitable afectación a la naturaleza. Por consiguiente cada uno de los procesos de transformación industrial que se combinan y articulan en la producción de un objeto, genera necesariamente un impacto ambiental de diversa magnitud, toxicidad y área en la que afecta.

Por esta razón el tema del comercio y medio ambiente puede llevar a un debate entre países desarrollados y en desarrollo. También se debe considerar no sólo el diálogo entre los que formulan políticas comerciales y ambientales, sino también establecer un puente que permita la comunicación entre estos países. A mi modo de ver el debate corre el riesgo de resultar desviado a favor, no de los intereses ecológicos, sino de la intensa protección en las economías avanzadas. El reto consiste en separar claramente al proteccionista del ambientalista.

En estos momentos es una realidad que los Estados Unidos están mucho mejor ahora con el TLCAN de lo que estarían si México y Canadá hubieran mantenido sus puertas cerradas a los bienes y servicios estadounidenses.

De este modo el TLCAN y sus acuerdos paralelos han permitido que exista equidad, contribuyen a un mejor desempeño económico de los países miembros, ayudan a crear empleos y crecimiento económico y promueven la protección del medio ambiente y los derechos laborales.

Mientas que el TLCAN es fundamentalmente una política comercial que debe ser juzgada con base en sus resultados económicos, también es un esfuerzo para mantener y fortalecer esta relación cooperativa con nuestros vecinos y que nos permite trabajar más de cerca con respecto a asuntos que están más allá del comercio.

Por otra parte en los Estados Unidos, el TLCAN elevó el perfil de los acuerdos comerciales ante la opinión pública, al igual que los temas del medio ambiente fronterizo, la diferencia en cuanto a salarios y el temor de que las fábricas estadounidenses movieran sus operaciones hacia el sur.

Los canadienses y los mexicanos hicieron frente a sus propios temores en cuanto a involucrarse de manera más directa con los trabajadores, empresarios y la economía más competitivos del mundo. Pero, cinco años más tarde, los resultados justifican el trabajo.

Ahora regresaremos un poco al pasado para analizar cómo fue que el TLCAN fue influyendo de manera directa sobre la economía de nuestro país, como es bien sabido en México desde mediados de los años ochenta ha hecho una serie de reformas económicas con el fin de aumentar la eficacia, el crecimiento económico y el bienestar social llevando consigo un proceso de privatización y liberación financiera.

Es por esto que en el año de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por medio de éste, las exportaciones mexicanas se verían beneficiadas con un mayor acceso al mercado de los EU. y Canadá y las importaciones continuaron con su proceso de apertura.

En años anteriores el instrumento preferido de la resistencia fue la represión, el decir cambiar para que todo siga igual.

El esfuerzo más notable en este sentido, fue el de Salinas de Gortari el entrar en la era de la globalización, acelerar la transformación de la economía para rejuvenecer y revitalizar el presidencialismo autoritario. Por la vía del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que modificó de raíz el proyecto nacional frente a Estados Unidos. Con esto Salinas intentó dar viabilidad a la apertura económica y a la privatización, y mediante el Programa de Solidaridad buscó otorgarle una fachada redistributiva, de justicia social, a lo que era, en esencia, un proceso acelerado de concentración del poder económico y político.

La gran crisis económica de 1995 fue resultado de decisiones políticas que buscaron darle a la coyuntura electoral de 1994 un rostro de prosperidad que no tenía base sólida, pues estaba teniendo el ingreso de capital externo, el cual al irse de forma repentina

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