Maltrato A La Mujer En Una Relación En México

Maltrato a la mujer en una relación

México es un país mundialmente conocido por muchas buenas y malas cosas. Entre ellas, una de las peores es el machismo. El machismo se define como una actitud prepotente por parte de los hombres hacia las mujeres. Al negar los derechos humanos de la mujer, principalmente el de la libertad, el machismo es una forma de discriminación.

La discriminación es el producto de diversos prejuicios que, tristemente, muchas veces están muy enraizados en la mente de las personas y que los llevan a discriminar a otros. La discriminación se define entonces como la acción de darle una condición inferior y un trato social desagradable a alguien por su sexo, raza, orientación sexual, ideología, religión, origen étnico, entre otras, según dice Ariel E. Dulitzky.

Voy a tomar el caso de la violencia hacia las mujeres en una relación, localizado en México, para explicar por qué el machismo está mal, por qué es una forma de discriminación muy hiriente y, lo más importante, por qué es necesario que el feminismo se expanda en la sociedad mexicana.

Para esto también debemos saber lo que el feminismo es. Se define como la búsqueda de la igualdad de oportunidades para ambos géneros. Como podemos ver se trata de que tanto hombres como mujeres seamos iguales ante todo, y que ningún sexo posea ninguna clase de superioridad sobre del otro, ya que algunas mujeres piensan que el sexo femenino debería ahora oprimir al masculino, y esto está mal.

Como mencioné, en México la violencia en las relaciones es, lamentablemente, un problema muy importante. El 60% de las mujeres que acuden a los servicios de salud lo hacen por heridas causadas durante alguna riña familiar, ya sea dentro o fuera de su hogar. También un 81% de los mexicanos aseguran que sí existe discriminación hacia la mujer, aunque curiosamente un 54% opina que hay igualdad de oportunidades en el país.

Pero para saber bien a que nos enfrentamos debemos conocer los orígenes del machismo en México. Tanto Octavio Paz como Carlos Fuentes dicen que el machismo se originó desde tiempos coloniales. Paz sugiere en su libro El Laberinto de la Soledad: “el ideal de la "hombría" consiste en no "rajarse" nunca. Los que se "abren" son cobardes. Para nosotros, contrariamente a lo que ocurre con otros pueblos, abrirse es una debilidad o una traición.”

Aquí es donde el machismo se mezcla con la discriminación. Un hombre que no sigue el ideal de lo que es la hombría no es un hombre, es una mujer, una nena o como comúnmente se les dice: gay, joto, rajón, y otros muchos despectivos que no solo son peyorativos para los hombres sino para la comunidad LGBT, quienes también sufren en gran medida del problema con el machismo.

Tristemente, como podemos observar por los porcentajes, la sugerencia de Paz parece ser afirmación universalmente aplicable a todos, o a la gran mayoría, de los mexicanos. El modelo de macho mexicano está tan inmiscuido en nosotros que podríamos incluso decir que ya nacemos de origen con él. Sin embargo, podríamos pensar que los únicos responsables del machismo en México, pero no es así.

El rol de las mujeres en el machismo es también muy importante, ya que no hay opresor sin oprimido, como bien dijo Emma Watson en su discurso para la ONU sobre el feminismo y su campaña HeForShe, “Si los hombres no deben ser agresivos para ser aceptadados, las mujeres no se sentirán obligadas a ser sumisas. Si los hombres no deben controlar, las mujeres no tienen que ser controladas”. El machismo va en función de la mujer, y de que ella se dé cuenta de lo que puede lograr por su cuenta.

Igual aquí entra la parte de la discriminación, solo que ahora es de las mujeres hacia las mismas mujeres. Muchas veces he escuchado que cuando se habla de las feministas hay mujeres, principalmente adultas grandes o de la

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