Matematica simplificada

En principio la identidad es un concepto sumamente complejo, pero abordable desde diversas perspectivas que tiene relación con el “yo” y los otros. Donde se empieza a construir el equilibrio de un ser individual (el hombre).  La existencia del hombre es estudiada por la antropología, es un estudio muy extenso donde puede abarcar grandes temas de interés, para algunos grandes pensadores y conocedores de esta rama, el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, para otros esta teoría es discutible. Nos enfocaremos a lo que conocemos y a lo que nos han inculcado desde pequeños, lo que sería la creación del hombre por manos de Dios.  

El hombre, para poder entender el tema relacionado con la identidad pasa por varios procesos en el que el cuerpo, alma y mente tienen mucho que ver. La identidad es una de las grandes cuestiones de nuestro tiempo, en su complejidad es un reto, porque para poder conocernos a nosotros mismos primero debemos conocer y convivir con otros.  El ¿Quién soy? en algún momento de nuestras vidas ha formado parte de un dilema personal, la parte en la que defino mi sexualidad, mi estado sentimental y mi identidad. “¿Quién soy yo?” sólo hacer la pregunta nos trae inquietud y ansiedad.  Sentimos que es una pregunta notable, pero algo en nosotros rechaza la idea de pensarla y se quiere distanciar de la respuesta que de todos modos anhelamos y siendo la  pregunta más difícil porque tiene miles de respuestas. Es algo tan básico que incomoda no tener una respuesta preparada y clara, pero, cualquier explicación apresurada nos deja insatisfechos. Cuando nos detenemos a pensar más profundamente, nos damos cuenta de qué compleja e intrigante es la cuestión y aparece más extensa y escurridiza. Muchas personas se asustan de la pregunta y la dejan de lado porque es una preocupación demasiado abstracta para gastar tiempo en ella. O se puede sostener que es un asunto para filósofos, o que no tiene relevancia en mi vida cotidiana. ¡Pero cómo puede no ser relevante! Si es tan básica y esencial, aunque sea difícil, exija atención, tiempo y hasta tenga un fulgor de aventura al enfrentarla.

Nuestra identidad comienza a generarse cuando nuestro cuerpo y alma se unen y desde ese momento empieza a correr el “yo”, una existencia de nuestra historia generándose con nuestro nacimiento, pero que para el individuo se genera cuando nuestra conciencia cree que lo único que existe el “yo”, ya que ve un cuerpo, lo toca y lo siente descubriéndose así mismo desde el punto que empieza a saber de que existe sin importar lo que halla en su alrededor.

“El alma es una realidad separada y totalmente distinta del cuerpo, al que controla desde una cabina de mando situada en la glándula pineal.” Descarte, la pregunta de la vida.

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