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Mi Primer Amor


Enviado por   •  19 de Marzo de 2014  •  5.032 Palabras (21 Páginas)  •  211 Visitas

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MI PRIMER AMOR

ESPERO QUE LOS RECUERDOS SEAN VERDADEROS Y NO SÓLO UNA FÁBULA EN

MI MENTE

Por alto que esté el cielo del mundo,

por hondo que sea el mar profundo,

voy a guardar intacto el recuerdo de este instante

porque todo lo que existe ahora mismo

nunca volverá a ser igual;

enamorarse en secreto, en silencio,

enamorarse sabiendo que todo está perdido

y no hay ninguna esperanza.

José Emilio Pacheco “Batallas en el desierto”.

Sólo él sabe cuánto lo amé, sólo él sabe cuánto di por él, sólo él sabe cuánto

me esforcé por conseguir su amor, sólo él sabe cuánto lloré el día que se fue...

Cuando conocí a Edrey, yo tenía 12 años y acababa de entrar a la secundaria;

era aquella etapa en que te conviertes de niño a hombre o de niña a mujer, por

lo tanto quieres probar que eres apta para dar ese paso, y por supuesto yo no

me excluía de ese grupo.

Ya habían pasado alrededor de dos meses de clases y había hecho algunas

amigas, Digna, Sarahí y Samaria; Digna era, rara (no hay otra palabra para

describirla), Sarahí era lo que se conoce como “fresa” y Samaria, era una

completa descarriada a la que le encantaba conquistar chicos. Un día nos pidió

de favor que le ayudáramos a conseguir el correo electrónico de un chico de 2°

año llamado Edrey, como quería probarme a mí misma, acepté, estaba casi

segura de que el día anterior en Hi5, había recibido una invitación de un tipo

con las mismas características y estaba casi segura de que era él.

Ese día, al llegar a mi casa, lo primero que hice fue encender la computadora y

comprobar que aquella invitación fuera de ese chico, no sé si para mi fortuna o

desgracia, efectivamente, era él, no tenía ni la más mínima idea de cómo

podría conseguir su correo, fue entonces cuando se me ocurrió la idea más

tonta que pude haber ideado. Le dejé un comentario en Hi5 de lo más cursi, en

el comentario le escribía que yo estaba profundamente enamorada de él, que

hacía tiempo que me gustaba y que me gustaría platicar con él, que por favor

me pasara su correo.

Después de enviar el mensaje, pensé que sólo un tonto respondería a

semejante bobada. Cuál fue mi sorpresa, cuando al día siguiente ya tenía sus

dos correos electrónicos; por supuesto, se los di a Samaria, e intentó hablarcon Edrey, pero jamás le respondió, ni se interesó, poco tiempo después, la

ilusión de Samaria se había esfumado y ahora iba tras otra presa.

Un día (aun no entiendo que fue lo que cruzó por mi mente en ese momento),

agregué a Edrey a mis contactos de mensajería instantánea, de inmediato me

mandó un “Hola”, yo le respondí de igual manera, pensé que podría platicar

con él al menos una vez y borrar la imagen de “tonto” que me había formado

de él, le dije que me llamaba Kathia y que iba a la escuela secundaria “Justo

Sierra” en primer año, se sorprendió ya que se dio cuenta de que asistíamos a

la misma escuela, pero por más que insistió, no le dije mi grupo, para evitar

problemas. Cuando nos despedimos, mi opinión sobre Edrey, no había

cambiado.

Una semana después, llegó a mis oídos el rumor de que Edrey me había estado

buscando, sin embargo, me había hecho amiga de compañeros de otros

grupos, y ellos nunca hablaron, mi amiga Digna también había estado

comunicándose con él, pero jamás dijo nada de mí. Aun así, no pude ocultar el

secreto por mucho tiempo. En una ocasión, estaba en recreo, esperaba que la

multitud disminuyera en la cooperativa para así comprar mi almuerzo, iba a ser

suicidio si entraba con todos los “salvajes” de tercer grado, entonces me di

cuenta de que estaba parada justamente detrás de Edrey que compraba un

agua, parecía no darse cuenta de mi existencia y no le tomé importancia, a fin

de cuentas, aún no había podido encontrarme; fue entonces cuando oí un grito

atroz a mis espaldas, se me puso la piel de “gallina” e instintivamente me

volteé, sólo para ver como mi amiga Digna vociferaba mi nombre desde el otro

lado de la cancha de basquetbol, de nuevo giré el rostro para comprobar que

Edrey no me estuviera mirando, pero ya era demasiado tarde, se había dado

cuenta de quién era.

Desde ese acontecimiento, mi vida se convirtió en un sufrimiento diario, sufría

de la vergüenza que me ocasionaba el mirarlo, de vez en cuando me cruzaba

con él y su bolita de amigos que se burlaban de mí, durante un tiempo fue

bastante desagradable; no ayudó el hecho de que Digna se convirtiera en casi

su íntima amiga, constantemente tenía

...

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