Mitos Y Leyendas Del Estado Amazonas
neyflorTutorial17 de Enero de 2014
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MITOS Y LEYENDAS DEL ESTADO AMAZONAS
Historia de la Creación de los Piaroa: Al principio de los tiempos estaba Büoká quien había nacido como un corazón de la palabra del viento. Un día Büoká pensó en crear a su hermano Rúa-Wahari y pensó en crearlo semejante a sí mismo. Büoká se dijo “yo no puedo vivir solo en este mundo; tengo que hacer a alguien igual a mí y que tenga el poder de crear cosas para el mundo. También él debe saber crear nuevos seres vivientes”. Büoká vio en su ojo derecho una figura similar a la suya, era su espíritu invisible y de éste sacaría a su hermano Rúa-Wahari. Sacó la imagen de su ojo con mucho cuidado usando un palito. Era una imagen muy pequeña, la puso en su mano y mientras la miraba pensó: “¿cómo voy a crear a una persona sin que sea parido por una mujer? Si la creo de otro modo los otros se van a burlar de mí y van a decir que yo parí a un niño. Para evitar que se burlen voy a pedirle ayuda a nuestra madre Jä-tänäru y colocó la pequeña imagen en el vientre de su madre.
Al mismo tiempo Büoká creó a su hermana Chejeru sacando la imagen que tenía de ella de su ojo izquierdo y también la colocó en el vientre de su madre. Jä-tänäru parió a los nueve meses a Rúa-Wahari y a Chejeru. Cuando Rúa-Wahari cumplió 7 meses fue dejado en la puerta de la casa de Cuenämu Ufuóda-u y se arrastró como todos los niños. Cuenämu recogió a Rúa-Wahari y leque tienen los dedos en número impar y las extremidades terminadas en pezuñas con el dedo central más desarrollado que los demás como el tapir; 4 o 5 especies de artilodáctilos que son aquellos mamíferos ungulados cuyas extremidades terminan en un número par de dedos de los cuales apoyan dos en el suelo que son simétricos y comprende a los paquidermos y a los rumiantes. También hay una especie de cetáceos que son mamíferos con forma de pez y gran tamaño que tienen aberturas nasales en lo alto de la cabeza por las cuales sale el aire expirado y tienen los miembros anteriores transformados en aletas sin los posteriores y el cuerpo terminado en una sola aleta horizontal que es la tonina. Las aves tienen un mayor número de especies dentro de los vertebrados superiores del estado Amazonas, conociéndose 674 especies de aves que constituyen más de la mitad de todas las especies conocidas en Venezuela. Entre los anfibios existen 60 variedades entre los cuales los anuros son la mayor parte. Hay 4 especies de loricados que son caimanes y babas, 15 especies de tortugas, 50 especies de serpientes y de 25 a 30 especies de matos y lagartos. Sin embargo se asocia al Amazonas y en especial en el municipio Atures con algunas variedades de animales de todas las especies que suelen ser consideradas endémicas como los monos, pericos, loros y caimanes como las especies más emblemáticas de la zona. preguntó: “¿de dónde eres? ¿Quiénes son tus padres?” Y Rúa-Wahari le contestó “Soy el jefe de los lagos porque mis padres son los lagos”. Cuenämu le dijo: “la única persona que existe es Büoká a quien nosotros creamos. Büoká es descendiente de nosotros, por eso tú debes ser hijo de él y nieto de nosotros. Tu nombre nieto es Räunischsa”. Rúa-Wahari creció en la casa de Cuenämu Ufuódau donde recibió todos sus poderes y conocimientos. Rúa- Wahari regresó a casa de Büoká y Chejeru. Había aprendido a crear nuevas cosas en el mundo. Büoká lo sabía porque había tenido visiones en las que veía a su hermano Rúa-Wahari creando a los hombres y sentía curiosidad por saber cómo iba a crear a los Uhuothoj’a, o Uwotuja que son los nombres con los que se autodenominan los Piaroa. Llegó el día en que Büoká vió que Rúa-Wahari creaba a los hombres en el lugar llamado Mariuek’a. Rúa-Wahari preparó una masa de carne de pescado en una laguna. Mientras descansaba vinieron los cangrejos y se comieron la carne preparada. Por eso Wahari pescó y preparó más carne humana. De la masa de carne hizo el cuerpo, el cuello y por último el corazón. Siguió pescando y con cada pez que sacaba de la laguna iba haciendo los ojos, el pelo, las orejas, la boca y la nariz. Así hizo Wahari hasta completar al primer hombre y a la primera mujer. Cuando terminó de crear a estos primeros Uhuothoj’a, o Uwotuja les habló de los peligros que iban a enfrentar. Wahari les dijo que los olores de los hombres serían peligrosos y que debían tener cuidado. De esta pareja nacieron otros hombres y otras mujeres. Luego Rúa-Wahari creó los alimentos y las diferentes clases de plantas. Cuando Rúa-Wahari vio que su creación estaba bien, se fue a un lugar llamado Umurohá Ojuna. Así creó Rúa-Wahari a los Uhuothoj’a.
ROSA LA LOCA, personaje de Puerto Ayacucho: Durante las décadas de 1960 y 1970 vivió en Puerto Ayacucho una mujer indígena que recorría las principales calles de esa población, barriendo las aceras y luego se acercaba a las casas a pedir una colaboración por el servicio prestado. También acostumbraba a ganarse el sustento diario cargando sacos de alimentos en el mercado municipal. Siempre vivía acompañada de muchos perros calejeros que recogía en sus rutinas de trabajo diario. En muchas ocasiones la sola visión de esta mujer impactaba a los transeúntes quienes tenían que apartarse para darle paso a ella y a sus numerosos acompañantes caninos. En Puerto Ayacucho se la recuerda por su porte y porque ella promovió la limpieza de las calles de esta ciudad ayudada en algunos casos por sus coterráneos de la cultura indígena Jivi. El mote con el que se le conocía era debido a su constante y numerosa compañía canina.
LEYENDA DE EL SALVAJE: En la población de Gavilán existe una leyenda sobre un hombre de baja estatura, peludo como un mono, de rostro negro, con una larga cabellera y los pies torcidos que emite unos gritos espantosos que hielan la sangre. Nadie se interna solo en el bosque por temor a encontrarse a esta horrible aparición que ha sido vista corriendo velozmente entre arbustos, matorrales y árboles. Quienes han tenido la desgracia de encontrarse a solas en el bosque con esta aterradora criatura no aparecen nunca más; las víctimas de este personaje con apariencia de mono gritan de horror “¡el salvaje!, ¡el salvaje!” en un eco que resuena por la selva antes de desaparecer sin dejar rastro.
LEYENDA APARO: Entre las leyendas indígenas del estado Amazonas está la relativa a los aparo. La leyenda dice que los aparo antiguamente eran hombres que peleaban con otras personas por el control de las tierras y lo hacían amparándose en la neblina que producían ellos mismos. De esa manera navegaban silenciosamente, casi ocultos, hasta llegar sin ser notados a las casas o campamentos. Esta gente, que tenía aquella habilidad sobrenatural para sorprender a quienes atacaban, fueron castigadas por el poder sobrenatural de Túpana, el supremo dios arawaco convirtiéndolos en sapos. Se dice que el lugar donde prefieren vivir los aparo es en el fondo de los caños o en lagunas que se encuentran apartados de toda comunidad humana. Es en estos tranquilos lugares de donde emergen en determinadas épocas del año junto a una densa neblina que es acompañada de mucho frío, clima bien extraño en estas regiones tropicales. Antes de ser convertidos en sapos, los aparo eran una cultura que viajaba tanto que no veía sentido al hecho de construir casas. Llegaban navegando en pequeñas curiaras a remo y cada uno de estos instrumentos para remar era al mismo tiempo una lanza. En diversas culturas como la de los Baré y en la de los Baniwa se atribuyen los cambios climáticos de humedad y frío a los aparo. Se dice que al principio son unos pequeños sapos que se van transformando en hombres de muy escasa estatura, pero que son capaces de cargar truenos y relámpagos sobre sus espaldas. Son considerados mawali o espíritus malignos. Estos pequeños hombres navegan las oscuras y turbulentas aguas del río Guainía y del río Negro en minúsculas curiaras que no pueden ser vistas por los ojos humanos y emplean unos remos que al mismo tiempo son lanzas, cumplen la doble función tanto para atacar hiriendo gravemente como para propulsar las diminutas curiaras en las que se desplazan los aparos. Estos canaletes o remos están elaborados de una madera tan resistente que es llamada madera de piedra o ita-uba. Cuando alguien se adentra en la espesura de la selva debe estar muy atento a los más mínimos sonidos o movimientos, de ello depende en gran medida su supervivencia. Al estar en la selva si se llega a un lugar y se siente risas minúsculas, hay que retirarse del lugar inmediatamente, porque esas pequeñas risas son de los aparo que se encuentran cerca o quizá ya le han visto llegar y están preparándole una emboscada. Muchas veces, en los bordes de los caños se pueden ver, medio ocultas por las hojas, pequeñas curiaras no mayores de 30 cm de largo y diminutos accesorios como vasijas, catumares y otros utensilios tradicionales en las expediciones de cacería, esos son los objetos de los aparo que navegan por los ríos durante la estación lluviosa y si acaso son vistos, voltean las curiaras de los humanos para hundir sus herramientas en el fondo del río.
LEYENDA DE EL LEÑADOR: Cuentan los pobladores de la localidad del Sarón que desde hace varios años se siente en el bosque la extraña presencia de un hombre gigantesco que ronda además por las montañas y tumba los árboles grandes. Se dice que lo han visto en la penumbra de la noche y es tal el terror que inspira que para conjurarlo y deshacerse del temor que generaba entre los pobladores, decidieron hacer en una semana santa un Judas al que le escribieron un cartel en el pecho que decía “el leñador” y lo quemaron. Sin embargo, todavía hoy se escucha cómo derriba gigantescos árboles en el bosque y por ello
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