Mónica Ruíz

Antecedentes del Problema

Senzei, la firma automotriz ofreció un viaje a Japón para reconocer la labor de los 20 gerentes generales de las distribuidoras con mejores resultados.

Gabriela Hernández, gerente general de Autojal, fue considerada inicialmente para realizar dicho viaje por sus resultados; sin embargo, a pocas semanas de realizar el viaje el director, Alejandro Aguirre le comunicó que por la mentalidad japonesa “se decidió” que sólo irían hombres.

No es la primera vez que Alejandro Aguirre incumple en el tema de incentivos.

La discriminación laboral por género es un problema que aqueja a muchas empresas a nivel internacional, Felipe Miguel Carrasco Hernández (2012) señala al respecto “en la actualidad la tendencia internacional consiste en el reconocimiento de los derechos humanos en el ámbito laboral, y específicamente aquellos derechos vinculados a la no discriminación por motivos de género”.

Identificación de los protagonistas y su papel

Senzei es una firma automotriz que tiene su matriz en Japón con presencia en América Latina. En México se encuentra establecida desde 1988.

Autojal es una distribuidora automotriz constituida en 1983 dirigida exitosamente por Alejandro Aguirre, quien en marzo de 1989 decidió aperturar una distribuidora de la marca Senzei.

Gabriela Hernández trabaja en Autojal desde 1988, y es una persona que ha tenido una trayectoria exitosa, tanto así que fue nombrada gerente general de una distribuidora en tan sólo un año. Era la única mujer que ocupaba ese puesto dentro de la red de distribuidoras.

Definición del problema

Analizando el caso Gabriela y la mentalidad ¿japonesa? considero que los principales problemas que se detectan son:

• Falta de compromiso en el tema de incentivos

• En lo que se refiere a la cultura organizacional claramente se percibe un tema de discriminación de género.

• Inexistencia de un análisis de los marcos culturales para una empresa multinacional y definición de políticas relacionadas a ello.

Una cita que me parece interesante y que refuerza los puntos que se mencionan anteriormente sobre los líderes que ejercen malas prácticas en una organización es el que menciona Milagro Valentina Ropero de Barrasso(2012): “Líderes que imponen y no escuchan el pensar y sentir de sus colaboradores e imponen su voluntad, lo cual genera rechazo en el pensar y que se demuestra en el hacer con niveles y esfuerzos de desempeño que destruyen o no agregan valor organizacional y por ende, generan frustración”.

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