NORMALIDAD

Surgimiento histórico del concepto de “normalidad”.

Si hacemos un recorrido histórico podemos remontarnos a la Edad Media cuando a la discapacidad era incomprendida y las personas que tenían esta característica eran tratadas con crueldad, porque se las vinculaba con el demonio (se regía la figura del monstruo humano), cuya existencia violaba las leyes de la sociedad y de la naturaleza. En este período la normalidad estaba ligada a un modelo religioso.

En el siglo XVI se produjo un cambio ideológico, con los aportes de Ponce de León a la enseñanza de los sordos, y de Cardano y Paracelso quienes contribuyeron con las ciencias médicas con su interpretación del comportamiento de los deficientes mentales, por lo cual la idea de anormalidad referida al origen sobrenatural de las personas diferentes se convierte a un modelo médico de normalidad que continúa hasta nuestros días.

A principios del siglo XIX fue un época enmarcada con la creación de instituciones con una ideología predominante de que las personas que eran consideradas enfermas o no plenas (con retraso mental), necesitaban un abordaje profesional para su educación. Por lo cual nos encontramos con modelos de personas institucionalizadas, abordando su “incapacidad” en instituciones médicas para el caso de personas enfermas, y en otras acordes pera las consideradas con retardo mental.

Pero a mediados del mismo siglo, se esboza un proceso de desinstitucionalización, promoviendo campañas para la educación de “no videntes” en escuelas ordinarias. Es así que surge la noción de anormal a aquel individuo que se debe corregir.

Ell siglo XX se caracterizó por la universalización de escuelas especiales ya que a partir de los avances médicos se hizo más evidente la existencia de niños con dificultades, y además, las escuelas ordinarias se vieron desbordadas. Al mismo tiempo, se popularizaron los Tests de Inteligencia y la aparición del concepto de “coeficiente intelectual”, lo que trajo como consecuencia que los niños de bajo CI debían asistir a escuelas especiales, así como los docentes se sentían incapacitados para atender a estas problemáticas aludiendo que estos niños especiales eran nocivos para el resto del grupo por lo cual debían ser separados.

A mediados de este siglo surge el término de “normalización” que se refería a ofrecer a las personas con necesidades especiales mejor calidad de vida y una educación especial, entrelazado con el concepto de “integración” que se entiende como una estrategia pedagógica para la etapa de desarrollo de estos sujetos.

En nuestro país, entre 1.884 y 1.916 comienza a desarrollarse nuestro sistema educativo centrado en el Estado (unido al transcurso de conformación de los Estados Nacionales) con un discurso de carácter homogeneizador, con el propósito de ordenar a la sociedad, en función de formar

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