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Naturaleza de los dioses griegos


Enviado por   •  28 de Agosto de 2011  •  Biografías  •  3.166 Palabras (13 Páginas)  •  959 Visitas

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naturaleza de los dioses griegos

Los griegos tenían infinidad de dioses. Ellos representaban la fuerza de la naturaleza.

Cada uno tiene su función como fuerza activa de la naturaleza.

Si decimos que Zeus representa a las tormentas con sus rayos y truenos, no podemos cuestionar si creemos o no en Zeus, porque las tormentas existen, los rayos caen y a los truenos los podemos escuchar .

A diferencia de las religiones monoteístas, en que hay un solo Dios, una palabra revelada y un culto organizado mediante distintos ritos, a los dioses griegos los conocemos a través de la Iliada, la Odisea, la teogonía de Hesiodo, de Eudemo etc.

Estos dioses no tenían un objetivo ético ni moral de la realidad.

No hay una verdad única y aceptada, sino que podemos encontrar distintas versiones sobre un mismo hecho.

El Palacio de los Dioses del Olimpo

Los dibujos fueron realizados por Agustín Croxatto. Acceda a su página haciendo click en su nombre.

Grecia es un país montañoso rodeado por el mar.

El monte más alto de Grecia es el Monte Olimpo. Sus paredes de roca muy escarpadas hacen casi imposible escalarlo. Tan alto es que casi no se puede ver la cima, siempre rodeada por nubes.

Allí, en la cima del Olimpo tenían su palacio los doce dioses más importantes de los griegos. Estos, caprichosos y peleadores, manejaban a su antojo la vida de los hombres, interfiriendo en sus vidas y tomando partido por uno u otro.

Los dioses eran inmortales, esto quiere decir que no morían.

El palacio había sido construido por losCíclopes. Los Cíclopes eran seres fabulosos, criaturas gigantes con un solo ojo en medio de la frente. Eran muy habilidosos. Se dedicaban a la construcción según las reglas del arte y a la herrería. Los Cíclopes eran muchos pero los más importantes eran tres: Arges, el que brilla, Brontes, el que truena y Estéropes, el que da el rayo. Además de construir el palacio en el monte Olimpo, ellos forjaron los rayos de Zeus y son los que le regalaron el trueno y el relámpago.

El palacio estaba construido como los palacios de los reyes. O sea que era muy grande y fastuoso. Tenía muchos departamentos para que cada uno de los dioses viviera cómodamente y un salón donde se reunía el Consejo para discutir los problemas de los hombres: a qué ejército iban a permitir ganar una batalla o a qué Rey iban a castigar, pero la mayor parte del tiempo peleaban y discutían entre ellos.

El palacio también tenía comedores, no tenía cocina porque los dioses no comían, se alimentaban de ambrosía. También había salas de armamentos, habitaciones para la servidumbre, establos para los caballos, perreras para los sabuesos y hasta un zoológico donde guardaban a sus animales sagrados. Estos incluían a un oso, un león, un loro, un águila, tigres, una vaca, una tortuga, un hurón, bueyes blancos, una lechuza, un ciervo, una cigüeña, cisnes, ratones y un estanque lleno de peces.

Zeus

Zeus era el más importante de los doce dioses que habitaban el Olimpo.

Zeus era hijo de Crono y Rea.

Crono se había casado con Rea a pesar de que ella era su hermana. Rea tuvo muchos hijos pero el malvado Crono se los comía cuando nacían porque había oído decir que uno de sus hijos lo destronaría.

Rea sufría terriblemente al ver que Crono engullía a sus hijos apenas nacían, entonces, le pidió ayuda a sus padres que le aconsejaron alejarse. Rea tuvo a su último hijo, Zeus, lejos de su casa, en la isla de Creta donde lo ocultó para librarlo de su malvado padre. Cuando Crono llegó hasta Creta para devorarlo, Rea envolvió una piedra en pañales y Crono, creyendo que era su hijo, se tragó la piedra. Al cabo de un año la vomitó y Zeus la colocó como monumento. Cuando Zeus creció, se deshizo de su padre, pero como Crono no podía morir porque era inmortal, Zeus lo envió a una isla lejana. Luego liberó a sus tíos paternos, los Cíclopes, que Crono había mantenido encadenados y estos, en agradecimiento por haberlos liberado de tantos años de esclavitud, le regalaron el trueno, el rayo y el relámpago.

En ese momento también le regalaron a Poseidón el tridente y a Hades, un casco que lo hacía invisible.

Con estas armas poderosas Zeus reinó sobre mortales e inmortales.

En el palacio del Olimpo Zeus tenía un trono de mármol egipcio con incrustaciones de oro. Para llegar al trono había que subir siete escalones decorados con los colores del arco iris. Por encima del trono había una cubierta azul para mostrar que el cielo le pertenecía solo a él. A su derecha desplegada había un águila de acero con rubíes en los ojos. El trono estaba cubierto por una piel de cordero color púrpura que utilizaba para hacer llover en épocas de sequía.

Zeus Era fuerte, arrogante, caprichoso, violento y bastante ruidoso. Podía matar a cualquier enemigo que tuviera ganas lanzándoles poderosos rayos y certeros truenos. Cuando se enojaba podía provocar fuertes tormentas y grandes inundaciones que mantenían a los hombres intranquilos.

Zeus tenía una espesa cabellera con rulos y una barba también enrulada. Una corona de laureles ceñía su cabeza. Llevaba el torso desnudo y un manto le cubría la espalda Zeus también podía transformarse en animal o en cualquier cosa para conseguir lo que deseaba.

Hera

La esposa de Zeus se llamaba Hera. Tenía un trono de marfil, justo al lado de su marido con tres escalones de cristal. El trono estaba decorado con pájaros de oro y ramas de sauce. El asiento estaba cubierto por una piel de vaca blanca que utilizaba para hacer llover en tiempos de sequía si Zeus estaba de mal humor y prefería no ser molestado. Una luna llena brillante colgaba por encima del trono balanceándose con la brisa.

A Hera no le gustaba ser esposa de Zeus porque él tenía la mala costumbre de casarse con mujeres mortales todo el tiempo. Sus novias pronto envejecían y morían pero Hera se mantenía siempre joven y hermosa. Zeus estuvo pidiéndole que se casara con él, año tras año durante trescientos años y Hera siempre se negaba.

Una primavera se le ocurrió a Zeus transformarse en un pobre gorrión asustado sorprendido por la tormenta y golpeó su ventana con el pico, Hera, que amaba los pájaros, apiadándose del pobre gorrión permitió que entrara en su habitación, este sacudió sus alas y ella

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