Naufragio
ashlyshare30 de Agosto de 2011
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NAUFRAGIO
Era un día nublado. Don francisco solano se levantó muy temprano para ir a la pesca.
Lo que menos le gustaba de su trabajo era levantarse temprano; adoraba los domingos porque sabía que ese día se quedaría dormido hasta más tarde.
-¡Francisco!
Se escuchó una voz desde afuera.
Se levantó de la cama muy lentamente como si alguien lo estuviera jalando para que vuelva a ella. El cuerpo le pesaba y se sentía muy cansado a pesar de haber dormido sus ocho horas completas placenteramente. Alisto su bolsa de ropa y luego se cambió.
-Muy bien a trabajar-Se dijo para sí mismo.
-¡Francisco!- Escucho de nuevo su nombre y esta vez acompañado de unos cuantos golpecitos en la puerta.
Salió rápidamente y abrió la puerta.
-Ya estoy listo Juanjo, vámonos.
-sube rápido que ya es tarde.
Subió en la parte delantera del auto, atrás estaban Adolfo y pedro conversando:
-hoy la mar esta severa- dijo pedro.
Se escuchó luego la voz de Adolfo:
-que bien ¡presiento que hoy será un buen día!
Partieron mar adentro. Esperaron hasta la puesta de sol y lanzaron las redes. A la 1 de la mañana subieron las redes y vieron muchos peces brincando por aquí y por allá.
-¡sí! ¡Qué buena pesca!
-Si Adolfo ahora volvamos a la costa. Dijo francisco
Estaban todos felices por las toneladas de bonitos que habían pescado. Encendieron el motor para irse de una vez a casa, de pronto, el motor hizo un sonido muy raro ; la velocidad de la lancha fue bajando poco a poco; las caras de los pescadores se tornaron nerviosas, y luego lo inesperado : se apagó el motor.
- ¡no! ¡No puede ser!
- ¡francisco ahora que hacemos!
- ¡no sé!, ¡no sé!
El motor se había apagado, le faltaba gasolina.
-¡por favor Juanjo dime que tienes gasolina de repuesto!
Juanjo calló por un momento, luego soltó llorar
- ¡lo siento, lo siento! no…no tengo….
-¡maldita sea ahora que hacemos!
-cálmate Adolfo buscaremos la forma- dijo francisco
La lancha era llevada por la corriente lentamente; ya estaba amaneciendo, francisco no había podido pegar los ojos en toda la noche, estaba asustado. Adolfo y pedro consiguieron dormir pero Juanjo, él se veía muy mal, estaba como ido, un poco pálido y muy asustado.
-bueno, al menos tenemos comida de sobra-dijo francisco
Ese día desayunaron, almorzaron y cenaron los bonitos que habían pescado, en el transcurso del día la mar había estado subiendo. Ya de noche, grandes olas bañaban a los pescadores.
-este barco se va a voltear- dijo Francisco. Y como si presintiera el futuro una gran ola volteo el barco. Francisco pudo salir a la superficie y tomarse del barco; luego. Pudo ver a Juanjo al otro lado.
-¿estás bien?- dijo Juanjo.
-sí, ¿Dónde están Adolfo y pedro?- pregunto francisco
- no sé, de repente están abajo
-voy a buscarlos.
Francisco buceó por debajo del bote y vio a Adolfo desesperado porque no podía salir. Francisco lo ayudó y juntos salieron a la superficie. Al salir pudieron ver a Juanjo.
-¿y pedro? ¿Dónde está?- dijo Juanjo
-no lo pude ver- aseguro francisco
- estuve con él pero…nos soltamos y luego…ya no estaba- dijo Adolfo a sollozos.
Juntos lloraron y se abrazaron. Vieron pasar un bidón flotando, francisco nado hacia él, los tres se abrazaron de éste; el agua estaba muy fría había peligro de sufrir una hipotermia, aun así los tres sobrevivieron hasta el otro día.
Francisco al igual que sus compañeros estaba muy atemorizado, sin comida ni agua como máximo le quedarían dos días más de vida, pero, una parte de él sabía que en la costa alguien lo estaría buscando.
- Francisco debemos hacer algo-
...