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Nociones De Sociocriminologia


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2013  •  4.211 Palabras (17 Páginas)  •  1.529 Visitas

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NOCIONES DE SOCIOCRIMINOLOGIA

Son un conjunto de teorías muy variadas que intentan dar una explicación del delito y del comportamiento antisocial que tienen en cuenta factores bio-psico-sociales, resaltando los aspectos socioeconómicos, pero sobre todo las áreas delincuenciales , la asociación diferencial, la dicotomía de valores, los valores subterráneos, el conflicto social, la subcultura criminal, la anomia, la reacción social, etc.

Factores socioeconómicos del delito

Entre los fines de la sociedad se encuentra la armonía en común, basada en el bienestar social, con equilibrio en el derecho de los hombres; sin embargo la realidad es lo contrario, ya que cada día se incrementan conductas desviadas y delictuosas, catalogadas como dañinas, porque afectan directamente a la sociedad y son motivadas por factores que se encuentran implícitos en el ambiente donde nace y se desarrolla el ser humano.

Uno de los factores de riesgo más graves y que propicia la producción de delincuentes desde su temprana edad, es su aspecto social y económico, que le motiva el deseo de alcanzar lo que no tiene”, lo que aunado al desequilibrio emocional, psicológico y físico en que se encuentra, produce un “ser conflictivo” que responde con agresividad a todo aquello que sea legal.

Ello muestra la necesidad de buscar nuevas y más efectivas formas para controlar y erradicar a fondo la delincuencia, realizando una transformación o cambio en las normas sociales, quienes “caminan” a la luz de los valores, para que sociedad y Estado se fijen un fin común: “tratar de que exista el bienestar social así como una efectiva y adecuada prevención del delito, mediante el análisis profundo de sus causas”, que ayude a mantener el orden y seguridad jurídica.

Garófalo explica que la causa o factor de la conducta criminal tiene su gestión en el ambiente social y en contribución a las condiciones naturales del individuo; para él, la criminalidad es un fenómeno social.

La escuela positiva, estudia el delito de acuerdo a tres factores: su génesis natural, sus efectos jurídicos y los remedios eficaces. Esta escuela tiene su fundamento en otras ciencias, tiene una base filosófica en Comte y otra científica en Darwin; es una escuela determinista que dice que “las circunstancias llevan al hombre a delinquir, luego, no hay responsabilidad moral ni social, por lo que todos son culpables y la pena debe ser proporcional a la peligrosidad del delito”.

En la escuela ecléctica se combinan la escuela clásica y la positiva, diciendo que “el delito es un fenómeno social, naturalmente causado”.

Según Durkheim, cuando habla de la “anomia” menciona que una sociedad estable presenta otro matiz distinto a aquellas sociedades cuyo propósito más importante es el lograr prosperidad económica. Para este doctrinista, en la sociedad estable, los objetivos precisos ayudan al individuo a respetar la autoridad colectiva; las metas económicas son más claramente definidas y están al alcance de las aspiraciones del individuo

Pobreza y Delito

La insuficiencia de medios económicos con que cubrir las necesidades, sobre todo si son elementales, ha sido comúnmente acusada de aumentar el número de delitos y de conductas antisociales en general.

La desproporción entre lo que se necesita y la capacidad para alcanzarlo tiene consecuencias mucho más complicadas que las que se podría pensar en un primer momento.

Ya el siglo pasado, Von Mayr creyó descubrir una estrecha relación entre el precio del trigo y el número de hurtos; para él cada aumento en el precio se manifiesta en un hurto más; y al revés, cuando el precio descienda. Si se compara los índices comerciales -que no depende de un solo dato sino de la combinación de varios- es hoy posible comprobar una relación proporcional entre tales índices, por un lado, y los delitos contra la propiedad, y la prostitución como por otros.

Burt considera que existe, como causa de delincuencia, una que podría llamarse pobreza relativa o sea la insuficiencia de los medios en relación con los deseos y las ambiciones; así se dan delitos que obedecen al ansia de figuración, al lujo desmedido, más que a la pobreza tal como usualmente se la entiende.

La pobreza relativa se da en quienes tienen lo suficiente para mantener su vida, pero sienten que hay un abismo entre lo que poseen y lo que desearían poseer; la codicia es entonces el impulso principal para cometer delitos. Esta situación es particularmente notoria hoy, en una sociedad consumista, en que la propaganda impresiona mucho y en que cada uno quiere tener y aparentar mas que los otros. Esta pobreza relativa se da, obviamente, también en las sociedades ricas en que los pobres constituyen, a veces, una minoría muy pequeña.

Parmelee destacaba al decir que la pobreza opera a a través de la mala habitación con todas sus consecuencias dependientes, de la desnutrición, disgregación de la vida familiar, carencia de descansos adecuados, pocas posibilidades de progreso cultural, enfermedades que no son bien combatidas.

Crisis Económicas y Delito

Este es otro método para determinar la relación entre situación económica y delito; tiene la ventaja de permitir mayores comparaciones, ya que generalmente las investigaciones abarcan ciclos enteros influyendo momento de auge y de crisis; así se puede seguir en verdaderas ondas en la marcha de la economía y del delito.

Pero no baya a creerse que la incidencia en la mayor criminalidad sólo se encuentra en los momentos de depresión y de desempleo; el auge en el empleo completo tiene su propia delincuencia.

La depresión conduce directamente al desempleo. Este, a su vez, produce migraciones internas y externas en busca de trabajo; así, la crisis actual a través del aumento de la movilidad, efectuada en las peores condiciones.

Es natural y explicable que las necesidades primarias urgentes conduzcan a muchos a cometer delitos de los cuales, de otro modo, se hubieran mantenido alejados. En relación con estos fenómenos y tentaciones, hay que observar que parece más peligrosa que la pobreza continuada, la que se presenta como consecuencia de cambios bruscos, sobre todo en sectores sociales enteros que estaban acostumbrados a ciertos bienestares.

Lugar preferente merecen las repercusiones psicológicas de la crisis. Los obreros parados se vuelven nerviosos, irritables, prontos a la reacción violenta o totalmente abatidos; pero aún en el abatimiento, y a través de mecanismos fáciles de comprender, suelen presentarse momentos explosivos; se despiertan sentimientos de repudio hacia la sociedad;

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