Obediencia a la autoridad

OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD

Obedecer a la autoridad protege de responsabilidades y parece que el sentido de lo que se debe o no se debe hacer pasa a segundo plano cuando se está bajo la obediencia de una autoridad legítima. Eso nos dicen los ya famosos experimentos que Milgram realizó con personas completamente normales que llegaron a torturar a personas solo por hecho de obedecer órdenes de un superior, del que estaba al mando.

El libro de la obediencia a la autoridad nos describe una serie de experimentos en los que los resultados son sorprendentes, parecen irreales. Parece mentira que una persona vaya en contra de sus principios morales, de sus intereses cuando está bajo órdenes. El experimento de los estudiantes de la cárcel de Stanford es un ejemplo de ello. Cómo jóvenes con una vida normal, sin ningún tipo de problema psicológico se llegan a convertir en presos o policías reales solo por adoptar ese papel durante unos días. Es como si al ponerles el uniforme de preso o policía se transformaran, actuando como tal, llegando a tener comportamientos propios de ese rol.

Al igual que ocurrió con los alumnos de la película de “la ola”, estudiantes de instituto que llegaron a comportarse como pequeños súbditos de una dictadura, siguiendo una ideología autoritaria, guiados por un líder. Para ellos, pertenecer a la ola, significaba ser parte de algo, ser parte de un grupo y más que nunca en la adolescencia, pertenecer aun grupo que comparta tus ideales es “imprescindible”. Todos vestidos de la misma manera, con un símbolo como unión, transformando sus identidades, actuando con agresividad. Aunque cierto es que no afectó a todos de la misma manera. Pertenecer a un grupo nos cambia el comportamiento.

Esta película es una ficción, pero a largo de la historia se han dado casos de obediencia a la autoridad que a simple vista parecen incomprensibles. Cuando los soldados americanos tiraron la bomba atómica sobre Hiroshima y pasados unos cuantos años (siendo conscientes de las consecuencias espeluznantes que provocaron) se les preguntó sobre que sintieron cuando apretaron el botón, ellos responden: yo solo obedecía órdenes. Los soldados además, tienen una mayor propensión a obedecer órdenes, ya que para ellos la disciplina es muy importante y la individualidad desaparece. Aprenden a responder órdenes sin preguntar. Como ocurrió en la Alemania Nazi, muchas veces me he preguntado cómo toda una nación podía tolerar los ideales fascistas y racistas de un líder carismático, aunque aquí más que obediencia, es sumisión.

¿A que puede llegar un ser humano bajo estas circunstancias? ¿Cómo puede llegar una persona a torturar, a humillar, a matar a otra porque esté bajo la obediencia de una autoridad?

Cuando tenemos por encima a alguien que nos da órdenes, que está al mando, que es una autoridad legítima para nosotros, delegamos nuestra responsabilidad en el, trasladamos la responsabilidad de nuestrosactos a la autoridad, como si nosotros fuéramos meros espectadores de nuestra conducta. Nuestra conciencia parece anulada.

Como

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