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INTRODUCCION

Las emociones son factores determinantes en nuestro comportamiento y diario vivir. Pueden influir en nuestras acciones tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás. Es por ello que la habilidad de controlar y canalizar nuestras emociones se vuelve fundamental. Las emociones causan acciones de igual o mayor intensidad que la emoción misma. Si lográsemos controlar estas emociones, esto nos podría asegurar un bienestar tanto físico como emocional y también evitaríamos llevar acciones que de otra manera podrían causar arrepentimiento.

En el siguiente trabajo, vamos a estudiar algunas emociones y sus causas, así como las manifestaciones de ellas y las técnicas para manejarlas. El propósito de ello es entender estas emociones de mejor forma para así poder manejarlas apropiadamente.

Temas a analizar ¿Qué la origina? ¿Cómo se manifiesta? (A Nivel Fisiológico y Nivel Conductual) Técnicas o formas para un mejor manejo de la emoción

La anatomía del enfado El principal detonante para el enfado es el sentirse bajo amenaza. Esto no se refiere únicamente a la amenaza física, sino en general. Ya sea a nuestra autoestima o a nuestro bienestar. En algunos casos, el enojo puede ser originado por otro enojo. También, puede surgir por tenciones o emociones previas. Algunos ejemplos de estas pueden ser el trabajo o el tipo de día que se haya vivido. A nivel fisiológico, la amígdala desprende una ola de energía que recorre la rama adenocortical. Esta descarga puede durar almacenada desde poco tiempo hasta varios días. Esta excitación a la rama adenocortical puede causar hipersensibilidad que a la larga predispone a mayor enojo.

A nivel conductual, nos lleva a pensar más acelerada y sin control. Nuestro ello busca salidas rápidas para descargar este enojo. Por lo general, se toman decisiones que ignoran el entorno que nos rodea. Existen dos formas de mejorar el manejo del enojo. La primera forma se da en la primera descarga emocional. Esto es, antes que el enojo se lleve a cabo en su cabalidad. Entre más rápido se actué, mejores serán los resultados. Esta, consiste en prestar atención a todos los pensamientos que nos están llevando hacia el enojo. Esto nos ayuda a cortarlos con suficiente tiempo.

La segunda forma se da después del enojo como tal. Se puede dar un tiempo a solas para así asegurar que el periodo de enfriamiento sea más lento y asertivo. Esto se puede dar con una caminata por el parque, o un viaje corto en automóvil.

Aplacar la ansiedad Falta de control sobre el ciclo de preocupación. Este es el principal detonante para la ansiedad. A lo que esto se refiere es a aquellas personas que no han controlado sistemáticamente su ciclo de preocupación. Esto ocasiona un efecto domino. En el cual una preocupación lleva otra y esta a su vez otra mas y asi sucesivamente. Cabe mencionar que estas preocupaciones son de carácter auditivo y visual. Lo que significa que no son inventadas. Esta se manifiesta por medio de pensamientos circulatorios. Estos pensamientos se sobre ponen uno en el otro. Esto conlleva a un comportamiento errático en el cual el individuo pierde mucho tiempo encontrando solución a cada problema que va apareciendo en su camino. Una manera (que seria la mejor) es cambiando el foco de la atención. A lo que se refiere es a poder desviar la atención del individuo hacia otras aéreas donde un concentración no se vea desligada. Otra forma (la primera de ciertos pasos) es a través de generar una conciencia de uno mismo. Esto ayuda al individuo a darse cuenta del lugar en el que esta y de esta manera hacer mas efectivo el acercamiento a los problemas enfrentados. Por ultimo, relajarse es una opción considerable pero ha demostrado ser muy poco efectiva ya que los individuos carecen de la capacidad de relajarse

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