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POLITICA EXTERIOR DE VENEZUELA

114156086 de Septiembre de 2012

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POLÍTICA EXTERIOR VENEZOLANA

Introducción

La Política Exterior de Venezuela está regida por los fundamentos de la constitución de 1999 de ese país que establece los principios de independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención, solución pacífica de los conflictos, cooperación, respeto a los derechos humanos, solidaridad entre los pueblos y la democratización en la toma de decisiones en los organismos internacionales. Según su constitución Venezuela también debe promover y consolidar la integración latinoamericana y caribeña, el desarme nuclear y el equilibrio ecológico.

Cabe destacar que dicha política ha sufrido cambios que se pueden suponer en dos partes, una política exterior antes del proceso de transformación que se lleva acabo en la actualidad y la política exterior en el gobierno bolivariano.

Dentro de este trabajo se estudiara el desarrollo de dichas políticas exteriores tanto los gobiernos pasados, como el actual gobierno a mando del presidente Hugo Rafael Chávez Frías.

Desde la década del 50 hasta la década de los 90 del siglo pasado, la elaboración de políticas económicas en Venezuela fue guiada por dos doctrinas o modelos de desarrollo económico, operantes al margen de los verdaderos sujetos de su aplicación, tales como, el estructuralismo (combinadas con políticas populistas) y los postulados neoliberales. En este sentido, las políticas públicas en materia económica aplicadas en Venezuela a partir del año 1959, año de la instauración del proceso democrático representativo hasta 1998, caracterizaron la economía venezolana en un movimiento desde una importante intervención estatal en todas sus áreas, con gran influencia del modelo cepalino o neoliberal.

Sin embargo a partir del año 1999, luego de la toma de poder, el gobierno actual del presidente Hugo Chávez, se enfrentó a una crisis caracterizada por el agotamiento del modelo económico-político tradicional y la necesidad de su rápida sustitución. Además, a la crisis del modelo propiamente dicho, habría que añadir la quiebra, también heredada, del modelo de acumulación rentista con sus efectos sobre el potencial de crecimiento de la economía a corto y mediano plazo. Este modelo económico generó históricamente en el país, una desigual distribución de la riqueza, manteniendo a amplios sectores de la población en niveles de pobreza y restringiendo su incorporación al aparato productivo y a sus beneficios. Para contrarrestar esta situación se comenzaron a sentar las bases de un modelo que permita la construcción de una economía de carácter humanista, autogestionaria y competitiva, en medio de una economía mundial hostil, y una región que puja por el cambio. El presente artículo tiene como finalidad caracterizar las principales políticas económicas aplicadas en Venezuela durante el período 1959-2007, así como sus resultados y su representación en los procesos de desarrollo.

Análisis de la política exterior venezolana antes del proceso bolivariano:

La política exterior venezolana ha variado de acuerdo a la naturaleza de su gobierno. Dado que en sus primeros años como nación independiente el país padeció un largo período de turbulencia interna, no pudo delinear una política internacional concreta, pero se enfocaba en la demarcación de límites. A principios del siglo XX, se tuvieron relaciones difíciles con las potencias europeas y con los Estados Unidos por la deuda extranjera, y se mantuvo neutral durante la Segunda Guerra Mundial hasta que tomó partido por los Aliados. En los años 1950, Venezuela mantenía lazos estrechos con dictaduras existentes para la época en Iberoamérica, aunque también con Estados Unidos. El restablecimiento del sistema democrático de gobierno en 1958 genera cambios significativos en la política exterior de Venezuela, estando enmarcada dentro de la Constitución de 1961 y concretándose en tres lineamientos básicos: democracia, petróleo y presencia internacional activa. Bajo la Doctrina Betancourt, sólo reconocía a los gobiernos democráticos. En los años 1980 integró junto con otros países el Grupo Contadora, para buscar la paz en los conflictos armados de Centroamérica.

Especial tensión existió en ese período en las relaciones entre Venezuela y Cuba, así como en las relaciones con el régimen dictatorial que en esos años gobernaba República Dominicana.

Otro hecho de gran importancia lo constituyó la actuación protagónica de Venezuela en la fundación de la OPEP, ocurrida en 1960. Dicha actuación se correspondió con el desarrollo de una política exterior en materia económica bien definida, que buscaba la defensa de los interese petroleros venezolanos en el contexto mundial.

Durante el Gobierno de Raúl Leoni (1964-1969), la ya referida doctrina Betancourt permaneció vigente, aunque se observó mayor flexibilidad en su aplicación; como consecuencia del agravamiento de las tensiones con los sectores de izquierda a nivel nacional e internacional, el Gobierno de Leoni interrumpió las relaciones de Venezuela con la Unión soviética, relaciones que databan de 1945.

Posteriormente se instaura el primer gobierno de Rafael Calderas donde se estableció una visión mas amplia y realista de pluralismo ideológico, que permitió darle un nuevo impulsó a las relaciones exteriores del país. El nuevo principio rector de la política internacional practicada durante dicho gobierno estuvo orientado básicamente al mejoramiento de las relaciones Norte-Sur, a la vez que se fundamentó en los postulados teóricos del desarrollo de la humanidad, que suponía la redefinición de la economía mundial sobre criterios de mayor justicia y equidad. Se basó además la política exterior calderista en la promoción de la unidad latinoamericana y el nacionalismo democrático, promulgando a la vez la defensa de la soberanía sobre los recursos naturales de las naciones del Tercer Mundo, para asegurar que el producto de su explotación fuese destinado a su propio desarrollo.

La política exterior de Caldera se centró también en la búsqueda de una solución a la controversia limítrofe mantenida con las Repúblicas de Colombia y Guyana, por lo que se optó por continuar las negociaciones sobre la delimitación de áreas marinas y submarinas con Colombia y diferir las discusiones con Guyana durante un lapso de 12 años, mediante la firma del llamado Protocolo de Puerto España firmado en 1970 tras el vencimiento del Acuerdo de Ginebra de 1966.

Se basó además la política exterior Calderista en la promoción de la unidad latinoamericana y el nacionalismo democrático, promulgando a la vez la defensa de la soberanía sobre los recursos naturales de las naciones del Tercer Mundo, para asegurar que el producto de su explotación fuese destinado a su propio desarrollo.

En marzo de 1974, Carlos Andrés Pérez asumió la presidencia de la República bajo condiciones internas que dieron a las relaciones exteriores de Venezuela un nuevo rumbo. En general se trató de una actitud de ampliación de las iniciativas adelantadas durante el período de gobierno de Caldera.

Esta actitud obedeció primordialmente a hechos de carácter económico entre los que destaca el estallido de la guerra árabe-israelí de 1973, pues dicho conflicto provocó un inesperado aumento en los precios del petróleo. Este acontecimiento fue complementado más tarde en Venezuela con la nacionalización petrolera en 1974.

Desde el punto de vista institucional se fortalecieron las relaciones con los países miembros de la OPEP y se declaró abiertamente la importancia de la riqueza petrolera como herramienta para establecer un nuevo orden económico internacional que permitiera el desarrollo de las naciones del Tercer Mundo.

El diálogo Norte-Sur propuesto también por Caldera fue parcialmente sustituido por el entendimiento Sur-Sur. Con este fin, el presidente Pérez visitó gran número de países, entre los que se encuentran: Perú (1974), Colombia (1975, 1977 y 1978), México (1975), Panamá (1975 y1978), Argelia (1975), República Dominicana (1976 y 1977), Brasil (1977), Reino de Arabia Saudita (1977), Irak (1977) Irán. Visitó además España (1976), la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (1976), Italia (1976), Gran Bretaña (1976) y la Santa Sede, siendo el primer mandatario venezolano que lo hizo (1976).

En 1979 llegó a la presidencia Luis Herrera Campins inaugurándose otra etapa en la política exterior venezolana. A la base doctrinal fundada por Rafael Caldera se adicionó un nuevo principio: el de la institucionalización de la libertad y la democracia.

Esta orientación significó un paso decisivo del gobierno para promocionar el ascenso al poder de gobiernos demócrata-cristianos en el área de Centroamérica y el Caribe. Esta política, apoyada inicialmente por Estados Unidos, se abandonó tras la derrota de José Napoleón Duarte y el triunfo de un sector ultraderechista en El Salvador.

Carlos Andrés Pérez asumió nuevamente la presidencia del país en 1989, reorientando la política exterior venezolana de acuerdo con el nuevo orden político mundial establecido tras el final de la Guerra Fría. Casi desde el inicio de su gestión, Pérez emprendió una serie de visitas oficiales a distintos países, como Estados Unidos, Hungría , Bolivia, Argentina, Uruguay, Costa Rica, Colombia , Chile, Brasil, España , Francia , la República Federal de Alemania. Pese a este enorme esfuerzo diplomático, la política exterior de Pérez no pudo desarrollar los lineamientos

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