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Papá Goriot. En el conjunto de la “Comedia Humana”, Juan Joaquín Goriot representa el drama de la paternidad y del egoísmo. Es el padre dramático por excelencia.


Enviado por   •  21 de Mayo de 2016  •  Trabajos  •  1.224 Palabras (5 Páginas)  •  299 Visitas

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En el conjunto de la “Comedia Humana”, Juan Joaquín Goriot representa el drama de la paternidad y del egoísmo. Es el padre dramático por excelencia.

Papá Goriot es uno de los personajes principales de la novela que lleva como título el nombre del protagonista. Es un hombre viudo de 66 años, padre de dos hijas que están casadas con dos aristócratas de la sociedad parisina. Sacrificado y entregado únicamente para los caprichos de sus hijas, entregó todo su capital para sus dotes y se redujo a la soledad y miseria. Es un hombre bueno y honrado que no perjudicaba a nadie y que era una constante víctima de burlas y bromas de mal gusto por parte de los otros integrantes de la pensión. Era un astuto vendedor de pastas que vivía de su pensión.

Cuando estaba en el auge de su vida económica se caracterizaba por ser “paciente, activo, enérgico, constante, rápido en sus expediciones…lo sabía todo, lo ocultaba todo…una vez sacado de su especialidad volvía a ser el obrero estúpido y grosero, el hombre capaz de entender un razonamiento…Pero, sin embargo encontraríamos un sentimiento sublime en su pecho”.

Luego de abandonar sus negocios, en el año 1813, se fue a vivir en la pensión Vauquer. Primero rentó un apartamento en el primer piso el cual fue tomado después por la señora Couture. Cuando llegó a la pensión era admirado por todos, tanto por su posición económica como por su vestimenta, incluso por la señora Vauquer que tenía interés por el comerciante y que se había propuesto a seducirlo. Según la viuda, “Goriot era un hombre perfectamente conservado y que puede dar todavía mucho gusto a una mujer”.

Goriot es un hombre rudo, sin clara inteligencia, con un amor paternal sin límites, inmoral algunas veces, que, a lo largo de la novela, se mantiene en pie por el poder de su instinto de conservación. Es un personaje negativo, “sin cerebro, pero sublime por el corazón”.

Casi insignificante en la vida de relación con sus vecinos, la personalidad psicológica de Goriot empieza a crecer a medida que el drama de la paternidad se pronuncia. En lugar de evolucionar, tanto en su condición económica como social ha tenido un retroceso, pues pasó de ser un hombre con grandes posesiones a un miserable: “Si papá Goriot tuviera hijas tan ricas…no estaría en mi casa en el tercer piso por cuarenta y cinco francos al mes, y no iría vestido como un pobre”. Esa decadencia se debe, en primer lugar, al amor excesivo que tiene por sus hijas lo cual lo lleva a hacer lo que sea por ellas, en segundo lugar, a la ambición que tiene de evadirlas del mundo social al que nacieron: “Mi vida está en mis dos hijas. Si ellas se divierten, si ellas son felices, van bien vestidas… ¿qué importa con que trapo me visto yo ni como es el sitio donde me acuesto?”

Al poco tiempo de ingresar a la pensión, Goriot se vio obligado a privarse de algunas comodidades teniendo que reducir gastos, subiendo al tercer piso. Su fisonomía cambió radicalmente al punto de ser la figura más desolada de la pensión: “El estado físico y moral del buen hombre justificaba estos desatinos”.

Durante el cuarto año de su estadía en la pensión Vauquer, no parecía el mismo. Tenía sesenta y dos años (que al principio no representaba ni cuarenta) “parecía ahora un septuagenario atontado, vacilante y lívido”. Daba horror pero a la vez piedad. 

Desde entonces se propone como objetivo principal emparentar a sus hijas, Anastasia y Delfina, con dos nobles, el conde de Restaud y el barón de Nucingen. En principio sus yernos reciben de buen grado la dote aunque siempre tienen reparos para con su persona, pero poco a poco pasa a la categoría de contribuyente a los gastos y deudas contraídas por los matrimonios. Esta situación llega a tal punto que Papá Goriot es prohibido de ver a sus hijas, vio que ellas se avergonzaban de él, pero se sacrificó porque era padre “se desterró a sí mismo. Al ver a sus hijas contentas comprendió que había hecho bien”.

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