Paseo de hermanos

Paseo  de hermanos

Todo ocurrió un día sábado cuando tres hermanos, Matías, Juan y María después de acomodar su habitación, decidieron salir a pasear y aprovechar el día al aire libre, para alejarse de la contaminación de la ciudad. Deliberaron a dónde ir, buscaban naturaleza, hasta que Matías les conto que hacía tiempo había conocido un lugar llamado Mendiolaza que tenía mucha vegetación y un hermoso arroyo. Esto convenció a los hermanos y así tomaron rumbo hacia ese destino.

Una hora más tarde, ya en Mendiolaza, se dirigieron al lugar donde Matías había pasado su día anteriormente.

Cuando llegaron quedaron sorprendidos ante tanta belleza. El lugar era un sueño, mucha naturaleza que se mezclaba con ruido del arroyo. Eligieron un lugar para comenzar el almuerzo, sacaron de sus mochilas las viandas y, mientras comían, desfrutaban del cantar de los pájaros. [pic 1]

Matías, un poco aburrido, les preguntó  -¿Quieren que después de almorzar caminemos un poco?, para conocer más lugares-.

Sus hermanos dijeron que sí, así que después de comer siguieron su camino. Luego de un rato de caminar se sentaron en una piedra a charlar hasta que de pronto sintieron el canto de una mujer. Pero no se entendía qué decía, porque parecía que lo hacía en otro idioma.

Curiosos, se acercaron hacia el lugar de donde venía el canto y allí descubrieron algo que los asusto mucho. Era una mujer de pelo largo, color negro, nariz grande que vestía una pollera larga roja y un saco azul. Se encontraba en el centro de un círculo de velas y en sus manos tenía un cuchillo y una gallina la cual mediante danza y canto degolló. Después la dejo en el piso y  con ese mismo cuchillo se cortó un dedo y desparramaba en la tierra la sangre como ofreciéndosela a alguien.

Al ver esto, los hermanos saliendo corriendo del lugar muy asustados.

Llegaron al principio donde habían hecho la primera parada. Cansados y asustados decidieron volver a su hogar.

Ya en su casa, más calmados le contaron a sus padres lo que habían vivido en su paseo. Ellos también sorprendidos y curiosos del saber de qué se trataba decidieron buscar información y saber de dónde pertenecen estos rituales.

Después de horas de investigación quisieron explicar a sus hijos lo ocurrido.

-Resulta que estos rituales vienen de hace tiempo. De los aztecas por ejemplo. Se habla de un mito,  la creación del Maguey, que cuenta lo siguiente: Cuando aún era de noche, cuando no había luz, los dioses se reunieron en Teotihuacan y se preguntaron entre sí: "¿Quién hará alumbrar, quién hará amanecer?".

Todos los dioses reunidos acordaron que dos de ellos tendrían que sacrificarse para crear al nuevo Sol. Para ello se ofrecieron Tecuciztécatl "El Señor de Los Caracoles" y Nanahuatzin, "El Purulento". Uno era la exaltación de la belleza y el otro la representación de la imperfección humana. Los dos querían ser el Sol del quinto intento en busca de la perfección humana. Para ello debían que hacer una semana de sacrificios para purificarse y entonces saltar sobre el fuego cósmico que libera a la materia y la convierte en energía.

...