Patria mia

Patria Mía

Marco Antonio Calderón Rico 5 Mayo 2011

Patria mía, que hemos hecho donde, nos perdimos, desesperados gritan en ensordecedor silencio tus heroicos hombres, perlados de sudor abriendo el Surco de la tierra.

Que pasa en nuestra tierra morena, preguntan viendo hacia el cielo implorando ayuda a nuestra madre María como buenos mexicanos y la respuesta no llega.

Mira a aquel obrero que al alba al jornal diario apresurado va, activo, entusiasta no lo detengas, hombre de bien es.

Patria mía, que hemos hecho, donde nos perdimos, acaso en el afán del progreso y del confort

Porque hemos olvidado a aquellos héroes que ejemplo fueron de amor a su tierra, ríos y montañas; pero sobre todo de amor a sus hermanos.

Patria mía te quiero, libre, fuerte, triunfadora, orgullosa, altiva. Como ayer y te quiero así mañana.

Por ello es que aun estamos de pie, luchando, educando a la juventud, enseñando con verdadero fervor el respeto al rojo sangre y a la pureza de la luz del refulgente blanco que ilumina el verdor de nuestros campos.

Donde estás mexicano porque permites que tu madre languidezca de pesar reprochándose el dolor que provocas a otras madres.

Patria mía te quiero libre, te quiero fuerte, te quiero invencible, tus pilares se encuentran en las aulas formándose para levantar hasta la cúspide orgullosos nuestra bandera Mexicana.

Aquellos hombres que dieron su vida por un México libre por un México invencible morirían de tristeza y vergüenza al ver la sangre hermana esparcirse en sus campos y ciudades inútilmente.

No, ellos no querían a esta juventud, que no tuviera amor para esta tierra de cactus; pero también de frondosos y brillantes Pinos.

No, ellos no querían Jóvenes dañándose entre sí, no por Dios, no los querían, ni los queremos.

Luchemos muestra patria nos necesita aún es tiempo, que orgullo siento de decirlo y de sentirlo.

Patria mía se llenan de lágrimas mis ojos y mi corazón retumba con honda emoción al ver con orgullo a mis héroes nacionales por las calles de mi pueblo pasar, callados y vivaces vigilantes siempre.

Marinos y armada de México valientes hombres cuidando de tu hermano siempre, exponiendo tu existencia, al verte pasar en tus hijos, esposa y padres pienso.

Y una plegaria elevo a mi madre morena para que de regreso te lleve a al lado de los tuyos y a tus hijos veas crecer.

Donde quedo aquella tranquilidad de tus ciudades, pueblos y rancherías ya no se ve la alegría en los rostros de tu gente

Aun tengo esperanza, de que podemos a la patria salvar de aquellos que a nuestros jóvenes quieren dañar.

Donde, donde nos perdimos, pasamos los días preguntando, pero no, ya no, ya no hay tiempo, levantémonos y vallamos valientes y luchemos, porque la paz y tranquilad las ágamos de nuevo a nuestras ciudades

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