Paulo Freire

Introducción.

En el presente documento se analizará sobre la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire (1921-1997), atendiendo la educación bancaria. Teniendo como objetivo algunos elementos teóricos que dejan entrever la relación con algunos conceptos filosóficos con la pedagogía de la liberación.

Es importante el gran trabajo como educador que realizó en toda su vida, dentro y fuera de su país, reconocido y aplicado su trabajo pedagógico con gran influencia universal.

La educación bancaria como una crítica a la educación tradicionalista, fomenta la opresión del pueblo, la cual se deja ver desde la llegada de los españoles a América Latina y se sigue fomentando en instituciones actuales; y algunas bases filosóficas que se ven aplicadas a la pedagogía de este brasileño en su gran énfasis por la liberación.

El documento es importante analizando la transversalidad con la filosofía y se fundamenta su base en relación con la pedagogía del Oprimido como su objeto formal y material.

Desarrollo.

Nos encontramos con la presencia de Paulo Freire en un contexto sociocultural e histórico, donde se vive la miseria y la explotación del hombre, busca una experiencia de educación fundamental para los campesinos analfabetas.

Quiere encontrar que la teoría llegue hasta la práctica, que toque las mismas experiencias del hombre para formular ideas que ayuden a tomar conciencia de la situación que se vive y saber trabajar para educar y transformar, que le ayude a vivir como persona humana, pasar de ser objeto a ser sujeto.

“…aparece, pues, la responsabilidad histórica del sujeto. Al reproducirla críticamente, el hombre se reconoce como sujeto que elabora el mundo; en él, en el mundo, se lleva a cabo la necesaria mediación del autorreconocimiento que lo personaliza y le hace cobrar conciencia como autor responsable de su propia historia” (Freire, 2005:21).

Es iniciar la búsqueda de una filosofía creadora del pensamiento del hombre latinoamericano, y conforme vaya creciendo sea universal. Ayudar al hombre a ser crítico será indispensable para su trabajo pedagógico, por lo que hay que llegar al conocimiento y los valores, a la ciencia y conciencia.

Hacer una pedagogía crítica no es transmitir los conocimientos, sino tener una práctica pedagógica que lleva a construir el conocimiento desde una concepción problematizadora, y que al tener como referente la lectura decodificadora de la realidad, esa realidad compleja y diversa, promueve una conciencia crítica en el educando, que al pasar por el diálogo, hace surgir una relación horizontal entre educador y educando para producir un nuevo conocimiento a partir de esa experiencia (Freire, 2005).

Desde la práctica en la docencia se busca que el alumno encuentre su propio conocimiento y obtenga los valores del mismo con la finalidad de ser crítico, sienta la libertad de poder plasmarlo en la realidad con su entorno y ser capaz de transformarlo; tome conciencia de las situaciones vividas desde la ciencia que ha adquirido en el camino de enseñanza aprendizaje (Freire, 2005).

Esto será no llegar a ser del alumno un depositario del conocimiento sin aplicación, estaríamos hablando de una ruptura de la epistemología y ontología; se tendría que cuestionar sobre las relaciones de dominio que se dan en el hombre cuando surgen situaciones desproporcionadas para no caer en la educación tradicionalista que tanto va a criticar Freire como la educación bancaria.

En palabras de Ocampo “…nuestro pueblo latinoamericano vive en la opresión por fuerzas sociales superiores, los grupos opresores, que no permiten su liberación. La pedagogía tradicional apropiada para las clases superiores, que llama Freire, educación bancaria para privilegiados, debe cambiarse por una pedagogía para los oprimidos con una visión crítica del mundo en donde viven” (2008:63).

Hay que recordar que con la llegada de los españoles a nuestra hoy América Latina, se vivió una violencia para someterle al otro; imponer una nueva cultura, arrebatando la propia y dominar bajo opresión, buscando una nueva educación autoritaria y dura, llena de fuerza y sin un sentido para quien la recibía porque no la comprendía.

Han pasado años y Freire se encuentra con esta misma situación en el mundo actual, y le da el nombre de Educación Bancaria a la forma de entender la educación como una relación vertical, en la que uno transmite el conocimiento (educador) y los otros lo reciben (educandos). Por lo que se vive en este modelo pedagógico una separación práctica entre el educador y el educando (Freire, 2005).

Es muy probable que muchos como docentes en las instituciones de cualquier nivel, aún estemos viviendo esta realidad sin reconocer al alumno como sujeto y darle un trato de objeto, no darle una libertad para su crecimiento integral y se sigue oprimiendo al mismo alumno, y con esta situación a toda una comunidad, pues no podemos absolutizar que en el docente esté todo el conocimiento.

“En la visión bancaria de la educación, el saber, el conocimiento, es una donación de aquellos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Donación que se basa en una de las manifestaciones instrumentales de la ideología de la opresión: la absolutización de la ignorancia, que constituye lo que llamamos alienación de la ignorancia, según la cual ésta se encuentra siempre en el otro” (Freire, 2005: 79).

Con palabras de Freire se ve a la educación tradicionalista donde el conocimiento está en el docente como un sujeto activo, y que hace del alumno a un sujeto pasivo e ignorante al que hay que llenar de un conocimiento; se ve la educación dominante a la que se debe adaptar el alumno, desconociendo que pensamientos hay en él.

Ante esta situación Freire nos

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