Paulo Freire

“Bienvenidos a Zombie-land.”

¿Quién nunca en su vida se ha topado con una persona humilde en la calle?, ¿Quién no ha sentido lastima por algún niño que tenga que trabajar para poder comer?, ¿Quién no ha dado una moneda en señal de empatía, pensando que de esta manera ayuda a estas personas? siendo que en realidad, los condiciona más a mendigar en las calles sin saberlo; ya que la verdadera ayuda está en enseñarles a ganarse la comida de una manera más honrosa que pedir limosna en las calles.

Los sectores populares siempre han sido marginados, catalogados como personas de tercera clase, destinadas a la pobreza y con una cultura casi nula, que los mantiene en ese estadio y logra que ellos mismos crean que no pueden superarse, ya que son incapaces de lograrlo debido a la condición social que tienen desde la cuna. Paulo Freire, considerado el “último gran educador” nos plantea en sus obras “la educación como práctica de la libertad” y “pedagogía del oprimido” su visión sobre como la educación es un arma infalible para fomentar el desarrollo social.

Los años sesenta fueron muy importantes en américa latina; en México, cabe destacar el movimiento estudiantil del ´68 y en Sudamérica el movimiento de re-conceptualización de las Ciencias Sociales que marco un gran cambio en los quehaceres profesionales de hoy en día. Paulo Freire, quien fue exiliado de su país en el ´63 debido a las ideas subversivas que tenía en cuestión de educación, lanza sus obras “educación como práctica de la libertad” y “pedagogía del oprimido”, donde nos muestra como la educación y el dialogo bien logrados son una revolución pacifista que lograra que la sociedad alcance un nivel de equidad y justicia en todos los sectores; erradicando totalmente nuevas formas de esclavismo que existen en estos momentos.

Es imposible no recordar a Sócrates; el padre de la filosofía que ensañaba en los mercados a iletrados a base de la mayéutica, obligándolos a pensar y sacar conclusiones de temas de interés. Esto es lo que Freire quiere lograr en la sociedad.

“Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él.” (Kant E.). Las personas son esclavas de sí mismas, al no tener un autocritisismo, ya que están condicionados por sus superiores; en este caso el gobierno que con un falso asistencialismo fomenta el espíritu paternalista, que solo logra tener atada a la población a los caprichos de los gobernantes, debido a que si ellos cubren escasamente las necesidades básicas de la población esta se ve imposibilitada a crear una revuelta o pedir lo justo, lo que realmente sacie sus necesidades por miedo a perder un “beneficio” y no piensan en ningún momento que es su derecho por el simple hecho de ser humanos.

Para poder lograr que la población tenga realmente este sentido crítico de sí mismos y de lo que los rodea es necesario educarlos, pero no como una “institución bancaria” que solo llena de información vana el cerebro de una persona, que es vista como un objeto que carece de la capacidad de discernir; si no como un ser con cualidades que lo lleven a cuestionar el conocimiento que le ha sido dado, haciéndolo participar en la construcción del aprendizaje, que al ser cuestionado y criticado deja de ser solo de él y se vuelve educador de otros.

El dialogo es parte importante de este proceso ya que de un universo de temas podemos seleccionar uno muy general que nos lleve a pensar poco a poco en todas las causas y efectos que pueden repercutir en nuestro entorno ya sea de manera favorable o no, por eso este dialogo es la cimentación, la base de todo el proceso educativo que estamos dando a los demás, es el arma que usaran cada día para reclamar lo que les corresponde, para pelear por la superación y el desarrollo personal evitando el estancamiento y la dependencia, por medio de la búsqueda de soluciones y alternativas eficientes y practicables para cada individuo.

La praxis liberadora solo se logra con la acción y reflexión no solo con activismo y verbalismo que merman el verdadero alcance del pensamiento y funcionan como distractores para que la sociedad no piense ni vea los problemas realmente importantes que deberían de tener toda su atención para poder dialogar con sus superiores para llegar a una verdadera solución.

Hay que construir una inserción critica del pensamiento, para que la toma de resoluciones genere llevar a la práctica los ideales, ya que “el estilo de trabajo requiere una voluntad individual de aprendizaje, una decisión del equipo en orientar la intervención desde otra perspectiva y un interés organizativo en facilitar la formación de conocimientos o estrategias”, (Romans).

“La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.” (Mahatma G.). Las masas oprimidas se encuentran en todo lugar y siempre acompañados de estas están los opresores que son las figuras de autoridad que abusan del poder usando una “falsa beneficencia ” para poder mantener la opresión de sus subyugados; los oprimidos en la búsqueda de la libertad pretenden ascender de status social, tratando de encontrar la igualdad con los opresores y así pues poder convertirse en uno de ellos o incluso en el opresor de quien los oprime, lo cual es un idea equivoca de liberación debido a que esta no es oprimir a alguien más para repetir los patrones de injusticia que han sido literalmente heredados de generación en generación; que trae consigo la gregarización de masas que es la unión de muchas personas que comparten la apatía de búsqueda del conocimiento y se dejan manipular por todas las campañas de los medios de difusión que los opresores ponen ate sus ojos para que no deseen buscar la verdad, aquella verdad que les de las armas y los argumentos necesarios para derrocar a los que los mantienen esclavizados en esta sociedad, debido a que son personas incapaces de llegar a una reflexión de su entorno, ya que la gregarización y la educación bancaria los mantienen atados a conceptos que les convienen perpetuar para mantener el poder entre sus manos y mantener a todos los individuos en un estado de “zombies” descerebrados que solo actúan por inercia y acatan ordenes sin reprocharlas o discutirlas, puesto que esta capacidad nunca les fue enseñada y su conducta apática no les permite encontrarla.

Herbert Spencer dijo que “El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados

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