Pena Legal

El delito es uno de los problemas fundamentales de la sociedad, las grandes transformaciones económicas, culturales y políticas son la gran influencia y marco de este fenómeno, la sensibilidad humana se ha enfrascado o esta inmersa en una sociedad de consumo, poder, intimidación e indolencia, esta cuestión social genera, en el hombre, nuevos horizontes de comportamiento, por así describirlo, lo que infiere en la realización de los delitos, que antes se podría decir, que típicamente eran realizados por los sujetos, que desde el punto de vista familiar, mental, económico, penal y social, entre otros criterios, contaban con el perfil del delincuente.

Para iniciar el estudio y análisis del delito de homicidio es necesario identificar que desde los tiempos antiguos, la vida se ha protegido, al castigar a quien atenta contra ella, considerándose en la actualidad el mas grave de los delitos.

En la actualidad, desde mi punto de vista, el punto de partida de los problemas penales lo constituye el delito. En el entendido que todo delito tiene un bien jurídicamente protegido (bien jurídico tutelado).

Además es conveniente saber que el creciente nivel de inseguridad, difunde un temor colectivo que afecta significativamente la calidad de vida de los diversos sectores de las poblaciones rurales y urbanas y en términos sociales y políticos, ha materializado, por otra parte, la actitud de una sociedad que demanda, que urge al estado, la obligación de dar seguridad a sus ciudadanos, convirtiendo los reclamos de los ciudadanos en diversas variantes, existiendo grupos de la sociedad que no se siente afectada y por tanto no participa de modo alguno en la externizacion de demandas, grupos de la sociedad con actitud de impotencia generando inactividad, grupos sociales ligados por lazos familiares a los delincuentes, por lo que viven en una semi indolencia de acción social y las organizaciones anti-delito, ubicando estas en una nueva área social que podría describirse como la politización (política) de la inseguridad[1]. Donde las estrategias de control del delito pretenden captar, además de su fin original, combatir el delito, el consenso político y electoral.

Los sentimientos de angustia e indignación pública, frente al delito y la sensación de inseguridad, están generando nuevas tesis del manejo del delito, alejadas de las formas formales que abren el terreno del control del delito de forma excesiva, castigar, con mayor peso. Como ejemplo, las propuestas de reinstalación de la pena de muerte, y la acuñación de términos como: la guerra contra el delito, delincuencia u organizaciones delictivas. (Incluso casi formalmente bautizadas o identificadas con un nombre propio)

Estos términos bélicos, tienen una particular afectación en nuestro país, en función de la vecindad con los Estados Unidos de América. (Aspecto que no se describirá a mayor detalle,

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