Pobreza Y Situación Desfavorecida

Pobreza y situación desfavorecida

Merton postuló que la conducta antisocial era consecuencia de la “tensión” causada por el abismo entre los objetivos culturales y los medios disponibles para alcanzarlos.

Mays describió la delincuencia como un medio “normal” de comportarse dentro de una subcultura desfavorecida.

Estas teorías ya no tienen validez. La asociación entre delincuencia y situación desfavorecida no eran tan fuertes ni tan constante como se suponía.

La situación social desfavorecida y la pobreza constituyen unas indicaciones sólidas de un mayor riesgo de delincuencia.

La presión económica tiene un efecto en la conducta antisocial pero la influencia es indirecta: viene mediada por depresión de algún progenitor, conflicto matrimonial y hostilidad de los progenitores.

Los análisis longitudinales del Estudio Nacional sobre los Jóvenes demostraron que el alivio de la pobreza aportaba beneficios al funcionamiento familiar.

Los medios de comunicación de masas

Estudios experimentales de entornos naturalistas en los cuales se ha evaluado la conducta de los jóvenes antes y después de ver películas violentas, prosociales y neutrales. Las conclusiones han mostrado de manera sistemática unos efectos pequeños pero estadísticamente significativos de las películas violentas en el incremento de la conducta agresiva.

Gran parte del riesgo de conducta antisocial que tenía su origen en la situación social desfavorecida estaba mediado por la deficiente crianza de los hijos.

La pertenencia a las clases marginadas era el principal factor de riesgo, pero su influencia se ejercía principalmente sobre la delincuencia callejera.

El bajo CI o los logros deficientes de un niño constituyen un factor de riesgo de conducta antisocial.

Es improbable que la violencia de la televisión o de las películas produzca unos efectos que no formen parte de unos rasgos más generales de la sociedad, y que es probable que los efectos sean mayores cuando la familia, la sociedad y las influencias de los medios concuerden entre sí.

Delitos de imitación: la primera, dado que contemplar violencia puede resultar excitante, sirve para desinhibir (y por lo tanto para liberar o potenciar) tendencias agresivas que están presentes en todo el mundo en alguna medida. La segunda es que la contemplación regular de violencia puede servir para insensibilizar a las personas a la violencia. En tercer lugar la contemplación regular de violencia pude determinar y reforzar códigos cognitivos, o maneras de pensar, en relación con la violencia.

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