Política En México, ¿Cómo Lo Ve Un Mercadólogo?

Política y Democracia, ¿Cómo la entiende un futuro mercadólogo del siglo XXI?

Es difícil pensar en una sociedad que no da lugar a un sistema de gobierno, ni leyes que rijan un orden, es por esta razón, que la Política y la Democracia forman parte intrínseca del funcionamiento de una nación.

Para poder profundizar en el tema, debemos tener claras las definiciones de Política y Democracia: Se entiende como Política a las actividades relativas a la administración de un gobierno, que debe actuar para el bien común de los ciudadanos. Por Democracia se entiende al sistema de gobierno en el que el pueblo elige a sus representantes.

Otro punto que también se debe tener bien en claro, es que el sistema político de un país tiene relación directa con su sistema económico. En México, tenemos un sistema democrático y capitalista —que, a decir verdad, raya en lo neoliberalista— del que todos los ciudadanos, inevitablemente, formamos parte. Menciono que el sistema económico en México raya en el Neoliberalismo debido a que constantemente las regulaciones y leyes permiten cada vez una mayor apertura de mercado, facilitando el escenario al sector privado, donde el accionar del gobierno se limita a esta actividad, mientras que la regulación del mercado económico se deja a merced de "la mano invisible".

El México actual tiene distintos matices: Tenemos al México del norte y del sur, al de izquierda y el de derecha, al indígena y mestizo, tenemos a "los de arriba" y también a "los de abajo". Este es un tema especialmente delicado, puesto que uno de los principios de la Democracia es que todas las personas son iguales ante la ley, y está establecido en el primer artículo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, que nos habla sobre las garantías individuales. Con esto quiero puntualizar —y no prestarme a tergiversaciones— que si bien, todos los mexicanos somos iguales ante la ley, no todos tenemos las mismas necesidades ni las mismas situaciones, lógicamente porque cada uno de estos grupos tiene características circunstanciales muy distintas, y la clase política debe tomar en cuenta estos factores antes de tomar decisiones.

Un claro ejemplo de esto —y aterrizándolo a un escenario mucho más tangible—, fue la validación de la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en todo el país, donde se aumentó del 11% al 16% en la franja fronteriza. Bien es cierto que todos los mexicanos somos iguales ante la ley, argumento que fue utilizado muchas veces como escudo ante la inconformidad de empresarios y ciudadanos fronterizos, sin embargo la implementación de esta medida deja en desventaja a los comerciantes de frontera, quienes tienen que competir con establecimientos en Estados Unidos, que, muchas veces, manejan mejor oferta a los consumidores en cuanto a precios, calidad y variedad, a diferencia del comerciante del centro-sur, que compite con otros en sus mismas condiciones. A algunas personas, esto nos hace pensar que en México todavía se toman decisiones bajo una visión centralista, lo que resulta en apatía y falta de participación por parte de los ciudadanos.

Este y otro tipo de situaciones que se han estado dando en el país han dado como resultado la falta de interés de los ciudadanos en los acontecimientos políticos en México, han ocasionado que el sistema de gobierno pierda credibilidad y genere desconfianza en la población.

¿Cuál es el problema de la falta de interés de los ciudadanos ante el gobierno? ¿Por qué la clase política está perdiendo cada vez más credibilidad ante los mexicanos? Desde el punto de vista mercadológico, los políticos no están analizando de manera adecuada las necesidades de sus distintos mercados, porque no solamente tienen uno, y no se puede generalizar a toda la población de México en un solo segmento, por factores que van desde la geografía, cercanía con otros países, la microcultura de las distintas regiones y ciudades del país, seguridad, educación, economía, inversión extranjera, industrias predominantes, edad de la población, historia política, entre otros. ¿Cómo va a haber buena respuesta por parte de los ciudadanos si su gobierno no los entiende, ni les responde?

Stan Rapp menciona que "concretar una venta es importante, pero lograr la fidelidad de los clientes es vital". Este concepto es aplicable a campañas políticas también, en donde nuestro producto es el candidato y la venta es el voto, en donde no solamente basta con ganar la elección. En consecuencia de que la fidelización de los votantes ha sido descuidada, la ciudadanía

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