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Por Quien Doblan Las Campanas?


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2013  •  486 Palabras (2 Páginas)  •  252 Visitas

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El ser humano es por naturaleza observador de la vida misma, sus tesoros y alrededores. ¿Tenemos todos derecho a disfrutar estas grandezas? Si todos lo tenemos, ¿por qué no todos gozamos de ello? Tal vez por la falta de percepción al darle prioridad a cosas superficiales que no nos permiten apreciar lo bueno y desechar lo malo.

Aunque la diferencia de ideas y guerras entre naciones nos han separado, el ser humano estará siempre aunado por la necesidad de sobrevivir, pues el hombre no es hombre si está hundido en soledad. “Ningún hombre es una isla entera por si mismo” dice John Donne, en efecto, cada paso trascendental que se haya dado ha sido mediante mutua ayuda. Nadie puede vivir aislado o ignorante de lo que ocurre a su alrededor ya que de alguna manera se ve afectado directa o indirectamente y en algún momento de su vida requiere de alguien mas.

¿Cómo no ha de dolerme la conciencia

de ver en sufrimiento a mis hermanos;

al ver ese vacío que en sus manos

condiciona su mundo y su existencia?.

¿Cómo no gritar su vida en penas

despojados de todo y sin reclamo,

por aquellos que viniendo de otros lados

usurparon y apropiaron estas tierras?

Si aún hoy y según la conveniencia,

no hay ninguno que enarbole su reclamo

pues debiera devolver lo que ha robado.

Que siendo ellos, los herederos milenarios,

se les niegan sus derechos ciudadanos,

y sojuzgan y los tienen olvidados.-

Sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición, todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Todos necesitamos de todos y por todos suenan las campanas, campanas de dolor y de victoria, de flaquezas y fortalezas, de agonía y regocijo. Porque al final polvo somos y en polvo nos convertiremos y lo único que nos une, define e iguala es la muerte.

Nos duele el dolor ajeno como una virtud porque antes que nada somos seres humanos y nos conmueve la necesidad y desgracia de otros, es ahí cuando despierta nuestro sentido de solidaridad independientemente de los rostros desconocidos y ajenos, nos nace el deseo de ayudar y nos conmueve la idea de sentirnos útiles ante una situación de pérdida o de injusticia.

Nos invade el ansia de tener a quien acudir debido al sentido de pertenencia, por ejemplo el ser parte de una sociedad o

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