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¿Por qué argumentar no se basa en prejuicios?


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2018  •  Ensayos  •  691 Palabras (3 Páginas)  •  104 Visitas

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¿Por qué  argumentar no se basa en prejuicios?

Pues bien antes de aplicar una respuesta solida a la pregunta inicial, entendamos que es un argumento y así mismo que es un prejuicio, apoyándonos de una definición establecida. Según la Rae un argumento es un “Razonamiento para probar o demostrar una proposición, o para convencer de lo que se afirma o se niega” como bien lo dice en la primera parte de la definición, existe una relación sinérgica entre razón y argumento, pues una lleva a la otra y más que eso es la base para que argumentar puede llamarse como tal, es decir, que tal como nosotros dependemos del oxígeno el argumento depende de la razón, porque si no fuese de esa manera y no existiera un fundamento que lo sostuviera quedaría enmarcado como una simple opinión.

Es esa simpleza, esa falta de profundidad la manera como se puede desencadenar un prejuicio. Porque bien la Rae misma así lo dice “Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal”. Comprendemos que lo malo no es tener opiniones, lo malo realmente es quedarse solo con ellas, pretendiendo atender a los demás, sin intenciones de cambiar nuestro punto de vista remitiéndolo a una creencia arraigada y egoísta, que desconoce de una base para fundamentarse, de tal manera que se deja caer la solidez de la palabra entre montones de basura prejuiciosa por el desconocimiento de lo existente.

Si la persona no está segura sobre lo que dice y decae su solidez por la falta de conocer, se condenara a un prejuicio, pues defender algo por pura arrogancia es vacío, causa una perdida automática para quien opina pero no sustenta, aun si quien lo hace no se da cuenta de su falta. Esto es tan simple como cuando nos enojamos “Antes de enojarte escucha mis argumentos” solemos escuchar esa frase pero realmente en la mayoría de casos solo estamos explicando lo que paso, sin razones de verdadero valor, porque una vez más explicar no es argumentar.

Debemos pensar entonces que los argumentos son apoyo, nos ofrecen un conjunto de pruebas que apoyan a la conclusión, pero para llegar a ello lo que comúnmente encierra a la defensa de lo que opinamos es la indagación, nuestra boca debe conectarse a nuestro cerebro, las palabras a veces solo son aguijones que atacan sin objetividad, y hasta para el sentimentalismo dentro de nuestras acciones buscamos sustentarlo, cayendo en un error común y es ese sentimentalismo, debemos saber separarlo, es necesario entender que los sentimientos causan que la razón desaparezca por lo que aunque estemos muy emocionalmente conectados con algún tipo de idea no es lo mejor conducir a aquellas por ese torrente sanguíneo sujeto de la razón que expulsa conocimiento y lo fundamenta con solidez.         

Finalmente entendemos que prejuicio siempre abarca algo negativo, porque si no fuese negativo seria argumento, y el argumento en todo el sentido de la palabra es la mayor defensa que tenemos para apoyar nuestras opiniones, sin embargo, aunque el argumento sea algo no negativo, no significa que las opiniones que sustentamos lo sean, mucha gente a través de la historia como Hitler, ha defendido sus ideales de la mejor manera, pero esas mismas han desembocado el terror y el dolor en la humanidad. He allí la forma más efectiva para evitar el sentimentalismo, separarlo de la razón, aunque se hable de momentos de masacre e impunidad, nada puede evitar, que los sustentos, argumentos, que utilizaron muchos malvados hayan sido tan bien solidificados como para convencer a miles.   

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