Prevención De Accidentes En Los Niños

Prevención de Accidentes en los niños

Por Dr. Salvador Amor Santoyo

¿La Prevención de un Accidente se Puede Considerar Como una Técnica de Primeros Auxilios?

Sí. Es importante afirmar que los primeros auxilios no sólo se refieren al manejo inmediato de un accidente, sino también deben considerar la prevención de accidentes que realmente es lo más importante. Se debe hacer énfasis en prevenir más que en lamentar el accidente con la finalidad de evitar muertes o incapacidades físicas de por vida. En este artículo trataré de ofrecer algunos conocimientos prácticos que pueden ser de ayuda para poder evitar algún accidente en los niños.

¿Cuáles son los Elementos de un Accidente y Cómo se Desarrolla?

Para que un accidente se presente debemos contar con tres elementos primordiales:

1.- El niño.

2.- El agente. Puede ser un objeto punzo-cortante, el agua en una bañera, las sustancias tóxicas en una alacena...

3.- El medio ambiente. En él participan los padres o responsables en cuidar a los niños, los maestros o cualquier persona relacionada con ellos.

Una vez que se tienen estos elementos puede suceder un accidente. Lamentablemente se sabe que la mayoría de los accidentes se presentan en la presencia de un adulto.

Por otra parte, dentro de la evolución de un accidente debemos considerar tres etapas:

1.- Antes del accidente. Probablemente esta es la etapa más importante del accidente ya que es en donde debemos practicar la prevención. El accidente todavía no sucede y uno identifica un factor de riesgo como el anticongelante para el automóvil que nos sobró, y el cual almacenamos en un área accesible para el niño; los cuchillos filosos de la cocina que se encuentran al alcance de los niños; o esas escaleras pronunciadas por donde puede rodarse un niño, etcétera. Si logramos eliminar ese factor de riesgo, ¡ el accidente no sucederá !

2.- Durante el accidente. Desgraciadamente no tuvimos prevención y el accidente ya sucedió. Aquí es el momento en el que se practican las técnicas de los primeros auxilios con la finalidad de limitar el daño, evitar daños posteriores y lo que es más importante: salvar la vida.

3.- Después del accidente. Se refiere al traslado y manejo definitivo (curativo) de la enfermedad causada por el accidente, en ella participan exclusivamente paramédicos y médicos.

¿Cuáles Son los Factores que Pueden Predisponer a un Accidente?

Edad.

Es importante. Un lactante que aún no camina se puede golpear la cabeza al caer de una cama porque se rueda, el niño de un año que ya camina y decide explorar el basurero sin tapa de la cocina donde se acaban de tirar algunas latas abiertas, o el escolar de cinco años de edad que le gustan las alturas y se trepa por los muebles del baño para alcanzar esa gaveta donde su papá guarda instrumentos "interesantes" para rasurarse.

Género.

Está claro que un niño suele tener accidentes más traumáticos como la caída desde una barda o árbol en el cual se trepó, o la lesión de un ojo por estar jugando con unos palos a manera de espadas. Sin embargo, las niñas por lo general juegan menos rudo, pero eso no quiere decir que no se accidenten ya que por ejemplo se pudieran intoxicar al jugar a la "comidita" e ingerir alguna planta del jardín o sustancia tóxica de aseo.

Búsqueda de Atención.

Muchos niños sufren algún tipo de accidente para llamar la atención ya que de lo contrario sus familiares no le ponen atención a sus necesidades diarias.

Evitar una Tarea Desagradable.

En otras ocasiones los tutores o padres fuerzan al niño a realizar alguna actividad desagradable lo que conlleva a favorecer un accidente como por ejemplo el tirar la basura, el cargar algún objeto que se pueda romper, el ayudar en los quehaceres domésticos. Esto no quiere decir que no ayuden, pero siempre deben ser supervisados por un mayor, además de exponer la tarea a manera de juego.

Falta o Exceso de Disciplina.

Aquellos padres que descuidan las reglas dentro y fuera de casa así como los que las exageran predisponen a sus hijos a que tengan un accidente. Debemos buscar un punto medio.

Disfunción Familiar

El autor es testigo de accidentes provocados directamente por una disfunción familiar. Tal es el caso de un niño de siete años que ingirió las primeras tabletas que encontró en casa para posteriormente informarle a su madre que estaba ahora enfermo por haberse tomado dichas tabletas. Ante dicha situación pidió a la madre el favor de hablarle a su padre para poder verlo ya que no vivía en la misma casa.

En conclusión, si bien es cierto que cualquier persona relacionada con niños debiera tener conocimientos de primeros auxilios para poder ayudar ante un accidente, un tema importante que muy a menudo olvidamos es la prevención, la cual debemos fomentar en nuestros hogares, lugares de trabajo, escuelas, centros recreativos, etcétera, con la finalidad de disminuir aún más los riesgos a los que se exponen a nuestros hijos.

Medico Adscrito al Servicio de Urgencias del Hospital Infantil de México Federico Gomez.

Si quiere consultar a algún pediatra del cuerpo médico del Hospital Infantil de México llame al 5 228 9917 ext 1241, donde recibirá respuesta a sus dudas.

IV.1. Prevención de accidentes

infantiles

Juana Román Rosillo

La primera causa de muerte en niños de 1 a 15 años son los accidentes, siendo los de tráfico

(como peatón, pasajero o caídas de bicicleta) los que más frecuentemente la ocasionan.

Algunos autores prefieren hablar de “control de las lesiones” en lugar de “prevención de

accidentes” porque estos últimos hacen referencia a sucesos que ocurren por azar y no son

susceptibles de prevención.

Según la Encuesta Nacional de Salud de 2003, el 11 % de la población de 0 a 15 años ha

sufrido algún accidente en el último año: el 30.2 % en el colegio, el 27 % en el domicilio, el 21

% en la calle, el 7.9% víctimas de accidentes de tráfico y el 14 % en otro lugar. En el hogar la

cocina es la estancia más peligrosa (70 % de los accidentes), seguida del baño (20 %), las

escaleras (5-10 %) y el garaje (5 %).

Tanto el tipo de accidentes como la frecuencia de los mismos varían con la edad del niño. Ver

tabla 1. Globalmente, el riesgo de accidentes es menor durante la lactancia (3-9%), alcanza el

máximo en el niño que comienza a andar (10-30%) y presenta un nivel intermedio (5-20%) en

los niños mayores.

El conocimiento de las causas y factores de riesgo que ocasionan las lesiones es

fundamental para prevenirlas, ya que por lo general son evitables.

La pobreza incrementa el riesgo de lesiones en los niños, y ello obedece al menos en parte a

una mayor exposición a diferentes peligros en el ambiente que habitan.

Tabla 1. Causas más frecuentes de accidentes según edad

Tipo de accidente 0-4 años 5-9 años 10-14 años

Caídas 45.7% 59.2% 51.5%

Tráfico 11.3% 13.6% 11.6%

Intoxicación 18.2% 5.6% 7.8%

Quemaduras 10.9% 3.8% 3.9%

Armas de fuego 0.8% 1.0% 1.0%

Ahogamiento 0.0% 1.1% 1.9%

La prevención requiere protección, educación y medidas legislativas; las dos primeras

atañen a la familia, al sector sanitario y a la escuela; las legislativas son medidas de gran

rentabilidad preventiva que son impuestas por los poderes públicos. La obligación de emplear

tapones de seguridad en medicamentos y sustancias tóxicas, y las leyes sobre la obligatoriedad

1del empleo de cinturones de seguridad y de dispositivos de retención en el automóvil son

ejemplos de este tipo de medidas.

En los controles de salud se debe realizar educación sanitaria dirigida a los padres y

a los niños (a partir de la edad escolar), y preguntar por las medidas de prevención

que han adoptado, para conocerlas y reforzarlas. En los consejos de salud por tramos de

edad incluidos en Información para Padres, hay un apartado específico sobre seguridad para

facilitar esta tarea. Se reflejará en la historia clínica las medidas de prevención de accidentes

que han sido discutidas.

Los padres deben saber que representan el modelo de comportamiento del niño y

que son los principales agentes capaces de modificar el ambiente en que éste se

desenvuelve.

A continuación se expone de forma pormenorizada las causas más frecuentes de accidentes y

las principales medidas a adoptar para prevenirlos.

1. Caídas

Se han de proteger ventanas, balcones y escaleras para evitar que se despeñen por ellas. Los

menores de un año se pueden caer de la cama o de cualquier sitio elevado no protegido. La

barandilla de la cuna debe llegarle a la altura del esternón cuando esté de pie en ella. Así

mismo debe desaconsejarse el uso de andadores. Los padres que los emplean creen que éstos

protegen a sus hijos y les ayudan a aprender a caminar. Sin embargo no existen datos que

apoyen dichas ventajas, sino todo lo contrario; los que los emplean suelen caminar más tarde y

su uso se asocia a un incremento en el riesgo de que el niño sufra accidentes: caídas,

precipitación por las escaleras, quemaduras, intoxicaciones,... al facilitar su desplazamiento.

2. Asfixia

Alrededor de la mitad de todas las muertes fortuitas en menores de un año ocurren por asfixia

o atragantamiento. El niño pequeño explora su ambiente llevándose todo a la boca, por lo que

se debe evitar que objetos pequeños puedan estar a su alcance. Perritos calientes, caramelos,

uvas, frutos secos, bolas, globos, chupetes, piezas de juguetes y en general cualquier objeto

pequeño pueden producirla.

También se ha de evitar que el niño juegue con bolsas de plástico, cuerdas o cordones.

3. Caídas de bicicleta

La mayoría de las lesiones graves y mortales por caída de bicicleta obedecen a traumatismo

craneoencefálico. Para su prevención es fundamental el uso del casco, que reduce en un 85%

el riesgo de lesión craneal y en un 88 % el de lesión cerebral; además protege de lesiones

faciales medias y superiores. Se debe informar a los padres de la importancia de usar casco y

los peligros que conlleva el no usarlo; su uso de iniciarse desde que monten en triciclo u otros

2 vehículos o juguetes rodados. Esta información es especialmente importante para los

adolescentes, porque son particularmente reacios a usar un casco.

Los recomendables son los que llevan una funda de poliestireno que se fija de forma adecuada

a la cabeza del niño, debiéndose evitar los que quedan holgados, y desechar los que estén

dañados o hayan recibido un fuerte impacto. Dado que algunos materiales del casco se

deterioran con el paso del tiempo, algunas organizaciones recomiendan que sea sustituido por

otro cada 5 años, o más pronto si el fabricante lo recomienda.

Los menores que van como pasajero en una bicicleta, deben tener al menos 1 año de edad, e

irán igualmente provistos de casco en un asiento montado sobre la bicicleta o preferiblemente

en un remolque acoplado a ésta.

4. Lesiones como peatones

Un grupo de especial riesgo lo constituyen los niños de 5 a 9 años de edad. Habitualmente

estos accidentes ocurren durante el día, preferentemente a la salida del colegio. Pocos niños

menores de 10 años están lo suficientemente capacitados como para controlar los riesgos del

tráfico, aunque conozcan las normas de seguridad vial; éstas se deben enseñar a partir de la

edad escolar.

5. Lesiones como ocupantes de vehículos a motor

El empleo de dispositivos de retención adecuados constituye la medida más eficaz para

prevenirlos. Es importante discutir con los padres que los cinturones colocados por detrás y por

debajo del hombro no protegen lo suficiente en caso de colisión, pudiendo incrementar el riesgo

de lesiones graves. Ver “Dispositivos de retención en el automóvil” en Información para Padres.

6. Lesiones resultado de la conducción de vehículos a motor

El elevado número de accidentes de este tipo en adolescentes se debe en parte a la

inexperiencia, a la limitaciones propias de su desarrollo madurativo. El consumo de alcohol y

otras drogas ejercen un efecto sumatorio y están implicados en un 20 % de las muertes por

accidentes con vehículos a motor que ocurren a estas edades; concentraciones de alcohol en

sangre de 0.05 g /dl determinan que la conducción se vea alterada.

7. Quemaduras y accidentes eléctricos

La primera década de la vida es el periodo de mayor riesgo de sufrir tanto heridas como

muertes causadas por el fuego. Más del 80 % de las muertes por fuego ocurren en el hogar y

en más del 60 % de los casos obedece a asfixia más que a quemaduras por llama. Los

detectores de humo constituyen un recurso eficaz para prevenirlos. También conviene

recordar que el 45 % de los incendios son producidos por cigarrillos.

El 40 % de las quemaduras que se presentan en niños se deben a escaldadura; el grupo de

edad de mayor riesgo de sufrirlas son los menores de 5 años. Se sabe que el riesgo de que la

3quemadura afecte a todo el espesor de la piel aumenta en proporción geométrica cuando la

temperatura del agua supera los 51,6 º C; es por ello que la reducción de la temperatura

de los calentadores por debajo de este umbral constituye una medida preventiva a

recomendar.

Los más pequeños, especialmente los que comienzan a andar, frecuentemente sufren lesiones

eléctricas de bajo voltaje cuando insertan objetos en los enchufes o al morder el cable de un

aparato eléctrico. Se definen como lesiones de bajo voltaje las menores a 1000 V; por lo

general ocasionan lesiones localizadas, aunque en áreas de baja resistencia pueden dar lugar a

lesiones graves. Para su prevención, se han de proteger los enchufes, evitar manipularlos

delante de los niños, y evitar que puedan morder los cables de los electrodomésticos.

8. Intoxicaciones

Las medicinas y los productos domésticos deben guardarse fuera de la vista y del alcance del

niño. Así mismo deben mantenerse en sus envases originales e idealmente disponer de tapones

de seguridad a prueba de niños.

Un 20% de las intoxicaciones se deben a la ingesta de fármacos que consumen los abuelos.

A los padres se les debe facilitar el teléfono del Servicio de Información Toxicológica

91 562 04 20. El exclusivo para personal sanitario es el 91 411 26 76.

9. Lesiones por arma de fuego

Si se dispone de armas de fuego en el hogar, deben guardarse descargadas y bajo llave,

almacenando la munición en otro lugar.

10. Ahogamientos

Constituyen la segunda causa de muerte por accidentes tras los de tráfico.

La incidencia es máxima en la edad preescolar y al final de la adolescencia; en los primeros el

accidente ocurre en bañeras, barreños y piscinas, mientras que en los adolescentes tiene lugar

mientras nadan o navegan en masas naturales de agua; en éstos últimos y en los adultos

jóvenes, el consumo de alcohol u otras drogas están implicados en casi el 50 % de las muertes

por ahogamiento.

Un grupo de riesgo de sufrir ahogamiento en la bañera lo constituyen los niños y adolescentes

con antecedentes de convulsiones; en ellos se debe recomendar la ducha en lugar del baño.

Tirarse de cabeza en la piscina supone la causa más frecuente de lesiones acuáticas graves por

lesión de la médula espinal; se deben extremar las precauciones al hacerlo y ofrecer

información sobre éste y otros comportamientos de riesgo en el agua en los controles de salud

a partir de la edad escolar. Ver tabla 2.

4 Tabla 2. Recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría para la

prevención del ahogamiento y casi ahogamiento.

Recién nacidos hasta los 4 años

Nunca dejarlos sin vigilancia en el agua o cerca de cualquier superficie con agua.

Nunca dejarlos solos en la bañera.

Vaciar el agua de recipientes como cubos, barreños, y almacenarlos inmediatamente

después de su uso.

Los toldos para cubrir las piscinas no sustituyen a las vallas de protección, que deben

rodearla por completo.

Aprender a nadar no genera niños “a prueba de ahogamientos”.

Los padres y cuidadores deberían aprender a practicar RCP básica.

Niños de 5 a 12 años

Enseñarles a nadar y un comportamiento exento de riesgos en el agua.

Nunca permitir que se bañen solos sin la supervisión de un adulto.

Usar flotadores cuando vayan en barco, pesquen o jueguen en un río, lago o mar.

Conocer los peligros de los saltos en el agua y el buceo.

Reconocer el riesgo de ahogamiento en los meses fríos. No caminar, patinar,…sobre

superficies heladas poco resistentes o que se están deshelando.

Adolescentes de 13 a 19 años

Conocer las recomendaciones dadas a niños de 5 a 12 años.

Abstenerse de consumir alcohol y otras drogas durante las actividades acuáticas.

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