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RATON TIERNO PARA GATO VIEJO


Enviado por   •  25 de Mayo de 2018  •  Síntesis  •  7.832 Palabras (32 Páginas)  •  338 Visitas

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RATÓN TIERNO PARA GATO VIEJO

(Teatro)

  Víctor Antero Flores

 victor_afz@hotmail.com

PERSONAJES

MARÍA LUISA: Señora de alta sociedad. 45 años.

JUAN CARLOS: Marido de María Luisa. Abogado de 50 años.

ROLANDO: Hijo de María Luisa y Juan Carlos. 20 años. Estudiante de leyes en una escuela particular.

ANA: Hermana de Rolando. 18 años. Estudiante de administración de empresas en una escuela particular. Fresa total.

JOSÉ: Primo de Rolando y Ana. 20 años, estudiante de preparatoria. De clase social media baja.

ROSALINDA: Sirvienta de la casa. 20 años. Coqueta.

 

Época actual. Interior de una mansión con ricos muebles y adornos de lujo. Sala-comedor  con mesita de centro, Al fondo está la puerta de entrada, hay una escalera lateral a la derecha que lleva a las habitaciones, una puerta de vaivén junto a la escalera que da a la cocina y una puerta de cristal a la izquierda por la que se ve el jardín. En las paredes hay cuadros de paisajes, un espejo de cuerpo completo  y la cabeza disecada de un venado. En un espacio entre la sala y el comedor hay un moderno modular.

María luisa está sentada en el sofá viéndose preocupada en un espejo de mano. Viste conservadoramente, lleva el cabello pintado en tonos otoñales y tiene marcadas arrugas (exageradas) en el rostro. Se estira la piel de los ojos con los dedos y se pone de perfil al espejo. Así cambia de posición varias veces y muestra gran decepción al encontrar arrugas por todos lados.

Ana baja por la escalera. Viste con minifalda y blusa ajustadas, botas altas, y con un peinado de salón. Lleva el control remoto del modular en la mano y apuntándole enciende el aparato. Comienza una música moderna de ritmo candente y en inglés. Ana baja contoneándose como modelo. Llega al espejo y se escudriña tomando exóticas posiciones.

 

MARÍA LUISA: (Molesta y volteando a ver a su hija) ¡Qué haces Ana! ¡Bájale el volumen a ese aparato!

ANA: (Apaga el modular) (Arrogante y con exagerado acento fresa) ¡Uf! Ya andas de pelos otra vez. Te peleaste con papá, ¿verdad?

MARÍA LUISA: (Viéndose nuevamente con tristeza en el espejo) No. Bueno, sí.

ANA: Ay, ustedes siempre se la pasan pelando. ¡Grueso! Así empezaron los papás de la Kikis y ya ves. Nadie la habla ya a esa... (Despectiva) hija del divorcio. ¡Grueso! (Expresa preocupación de pronto y corre hacia su madre y la abraza casi sollozante) Ay, mami. No te vayas a divorciar de papá. No quiero terminar como la Kikis.

MARÍA LUISA: No, hija. No te preocupes. Eso no va a suceder. Lo que pasa es que tu papá ya casi no platica conmigo. Hace muchos años que no me pone atención...

ANA: ¡Ya no te da dinero!

MARÍA LUISA: ¿Dinero? Sí. Lo que no me da es... es... (Comienza a llorar) ¡Es que ya no le gusto! No me trata como antes, se burla de mi forma de vestir, se le queda viendo a Rosalinda y llega tardísimo a dormir.

ANA: ¡Ah, ya no te pela!

MARÍA LUISA: Me tiene descuidada.

ANA: Te tiene pal´ perro.

MARÍA LUISA: Me considera fea.

ANA: O sea, mami. ¡Mira cuantos años tienes!

MARÍA LUISA: ¡Ay, Ana! No soy vieja, solamente que me salieron algunas líneas de expresión.

ANA: Arrugas.

MARÍA LUISA: ¡Ana! (se ve nuevamente en el espejo estirándose el rostro). No, no, no. No son arrugas. Lo que pasa es que el clima me reseca la piel.

ANA: Todas tus amigas se han dado su estiradita cuando se arrugaron. ¿Por qué tu no?

MARÍA LUISA: ¡Porque yo no me he arrugado aún! Lo que pasa es que me la he pasado en la depre tanto tiempo, por culpa de tu padre, que mi expresión no es la misma de hace unos... meses.

ANA: ¡Años!

MARÍA LUISA: Ay, tal vez si me voy unos meses con tu abuela, tu padre me extrañe y cuando vuelva me reciba mejor. Sabes, a veces las parejas se aburren de la rutina, de verse todos los días y hacer las mismas cosas. Eso es lo que le pasa a tu papá. Por eso he pensado en irme de vacaciones, para distraerme... a ver si me extraña.

ANA: Pues quién sabe. Ya ves que cuando el gato no está en la casa, los ratones hacen fiesta.

 (La puerta de entrada se abre y entra Juan Carlos en traje, con un periódico y el saco al hombro).

 MARÍA LUISA: (Guardando compostura deja el espejo en la mesita) ¡Tu papá!

ANA: (Corriendo hacia su padre) ¡Papi!

JUAN CARLOS: (Besándola) Hola, hijita. ¿Cómo te fue en la escuela?

ANA: Pues bien. (Insegura) Vimos lo de siempre. Como administrar empresas. O sea, sí. Para eso estudiamos, ¿no?.

JUAN CARLOS: (Fingiendo sorpresa) Ah, qué novedad.

ANA: Bueno, ya me voy.

JUAN CARLOS: ¿A dónde vas?

ANA: Con Carla López. Bye. (Sale)

 

(Juan Carlos va hacia el comedor, pero se percata que su mujer está en el sillón y se detiene).

 

JUAN CARLOS: María Luisa, ¿dónde está Rosalinda?

MARÍA LUISA: (Muy propia) Dónde ha de estar, en la cocina. (insinuando celos) ¿Para qué la quieres?

JUAN CARLOS: (Imitando la modulación de María Luisa) Para qué ha de ser, para que me de de comer.

MARÍA LUISA: (indiferernte) Espérate, ahorita le hablo.

 

(Se levanta y va hacia la puerta de la cocina haciendo todo lo posible por no voltear a verlo. Juan Carlos va hacia el sillón, y se sienta a leer el periódico)

 

JUAN CARLOS: (Para sí mismo) Ay, mujer.

...

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