REFLEXION HUMILDAD

Reflexión de “Una lección de Humildad”

En la actualidad, las personas viven o “pretender vivir” una vida llena de cosas que satisfagan al menos un sinfín de necesidades que ellas mismas han generado. Se vive aprisa, se vive a borbotones sin siquiera levantar la vista para ver a su alrededor. Las personas pretenden estar muy ocupadas en sí mismos y no dar importancia a todo lo que las rodea. Hay quejas y lamentos por todo; de cómo amaneció el día, del sol, de la lluvia, de lo lejano del trabajo, de lo mal que nos llevamos con los compañeros de trabajo o de estudio y a veces ni siquiera nos sabemos sus nombre. En casa pasa lo mismo, los problemas de la familia pasan a segundo término hasta que el individuo pueda o quiera resolver el problema que los aqueja; siente que el suyo es más importante que el de sus familiares, así sea su pareja o sus hijos.

Vivimos para nosotros; si nos ponemos a observar, muy pocos sonríen naturalmente, todo se hace fingido, a todo le restamos importancia. Hemos dejado de lado el respeto a los demás, hemos perdido la humildad que muchos confunden con el poder económico, sin darse cuenta que la humildad no se representa por dinero. A estas alturas casi se podría decir que la humildad es un “don”, pocas personas son gentiles, son humildes.

La razón a esto, si se puede llamar de alguna manera, es la falta de valores inculcados en casa y en la escuela. Vivimos una sociedad llena de ambición, de pisar al más débil para siempre estar arriba, una sociedad llena de disimulos; disimulo que soy educado, disimulo que me llevo bien con todos o que me caen bien mis vecinos, disimulo que tengo dinero aunque no tenga ese día para comer. Todo esto nos resta valor y por lo mismo, la ausencia total de humildad.

Hoy es un buen día para reflexionar, para sentir que estamos vivos, que debemos disfrutar de todo lo que nos rodea, de aceptarnos como somos y si no nos gusta lo que vemos dentro de uno, tenemos que cambiar.

...