RESUMEN: ACERCA DEL NIÑO PROBLEMA

ACERCA DEL NIÑO PROBLEMA

La labor docente cotidiana dentro del salón de clases nos encontramos con un sin fín de problemas pero el más frecuente es el bajo rendimiento, la autora del texto menciona o lo denomina “problemas de aprendizaje”. Desafortunadamente muchos de nosotros tenemos dificultades para identificar, caracterizar y manejar a estos niños con este problema. La autora Carmen Pardo de Araujo menciona en la revista “cero en conducta” numero 16, la relevancia de considerar a padres de familia, maestros y compañeros en un problema que pensamos que es solo del niño, menciona que el uso de la entrevista y las observaciones del niño para poder descubrir el problema.

Cuando un niño tiene algún problema los maestros canalizamos al menor con un psicólogo para apoyarlos y conocer por que no adquirieron los conocimientos necesarios, el maestro quiere saber si es él el que falla o el niño. Quieren conocer una explicación a algo que ven como fracaso de la su práctica docente. El psicólogo determina con un nombre técnico que el niño es inmaduro, hiperactivo, disléxico, con lo cual el maestro lo categoriza como niño problema. Al saber que no se está fallando el profesor queda tranquilo y pide apoyo al psicólogo para tratar y manejar a estos niños, en el mejor de los casos. Otros más prefieren no trabajar con este tipo de niños pues alteran la dinámica del grupo. En escuelas particulares simplemente los niños problema no tienen cabida.

De esta manera los maestros reivindican su práctica profesional haciéndole saber al padre de familia y así mismo que no son malos maestros, que son los niños los que tienen el problema y le dejan el trabajo a los padres para afrontar el problema y llegan al psicólogo pidiendo que se les enseñe como tratar al niño. El psicólogo por su parte se pregunta si es este su trabajo, de etiquetar al niño, descargando culpas de otros, clasificando a los pequeños que desde temprana edad serán vistos diferentes a los demás.

La autora menciona que la escuela es la única institución que demanda una correspondencia entre la edad cronológica y la edad perceptual o cognoscitiva del niño, para alcanzar ciertos objetivos de aprendizaje. Menciona adema que los autores que proponen el desarrollo del niño en fases no mencionan que es difícil establecer correspondencia entre fases y edad cronológica.

Para el niño es un problema que le pidan que se esté quieto, que leea, que escriba o que sume. La práctica clínica demuestra que es peor ser visto diferente a los demás, sentirse el problema. Los tropiezos de los niños frente a las demandas del medio tienen repercusiones en ellos de acuerdo a sus propias expectativas.

El caso que nos presenta Carmen Paro de Araujo con el niño de siete años que mostraba problemas de conducta oposicionista con la maestra y agresivo con la madre. Los padres aceptaron

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