Recorrido por armenia

Tour por armenia

El 24 de Julio partimos desde Argentina para hacer un  viaje increíble, hicimos escala en París y finalmente llegamos a nuestra primera parada: Grecia. Desde ese momento todo fue diferente, ya no estaban mis familiares cerca, y al mismo tiempo de sentirme triste o fuera de casa, me sentí libre.

 Desde el primer día en Grecia se puede destacar que, casi todas, las comidas fueron abundantes y muy ricas (digo casi todas porque hubieron días en los que recibíamos dinero del fondo común y nos comprábamos nuestra propia comida, y terminábamos comiendo helado y papas). En este primer destino, visitamos lugares hermosos como la Acrópolis, en la que se encontraban construcciones hermosas como el Partenón, el templo de Atenea y el teatro de Dionisio, entre otros. La ciudad tiene lugares antiguos pero bien mantenidos y también, en ámbitos urbanos, es relativamente nueva y muy linda. Algo que cabe destacar es que las calles no eran paralelas en el centro de la ciudad, y varios de los chicos (incluyéndome a mí) se perdieron en Grecia en los tiempos libres.

 Nuestro siguiente destino fue Armenia, ese país del que tanto habíamos hablado y aprendido en estos años (y para la mayoría, su país de origen). El vuelo iba a ser con escala, pero debido a manifestaciones en la aerolínea francesa en la que íbamos a viajar, nuestro vuelo se retrasó casi un día y el vuelo fue directo, no perdimos nada, es más, ganamos tiempo para recorrer en Grecia. Recorrimos mayormente iglesias, lo que nos mostró una parte importante de la historia de la religión y nos dejó imaginarnos cómo eran los mitos como el de San Gregorio en el pozo. También fuimos a un lugar nuevo y muy interesante, Tumo, en el cual vimos las más nuevas tecnologías siendo utilizadas y en parte creadas por niños de entre 12 y 18 años. Visitamos la devastadora ciudad de Gyumri, que fue atacada por un terremoto hace no mucho tiempo. También vimos el Lago Sevan, pero por mala suerte fuimos un día nublado y lluvioso. Visitamos el Mercado de Frutos y el Vernisage, ambos llenos de productos para vender, todo allí se encontraba muy barato y rico o lindo (según de cuál estemos hablando). La plaza de la República era gigante y hermosa, y en ella se encontraban las fuentes danzantes, un espectáculo emocionante e imperdible.

 Luego fuimos a Inglaterra, ya que teníamos solamente dos días no pudimos visitar y disfrutar tantos lugares, pero, a pesar del poco tiempo que pasamos allí, pudimos ver lo hermosa que es la ciudad de Londres y sus edificaciones como el palacio de Buckingham, el palacio de Westminster, en el cual se encuentra el Big Ben, el London Eye, al que no pudimos subirnos por el tiempo y otros lugares como el mercado de Camden. En el tiempo libre caminé hasta el barrio de Chelsea que quedaba a una hora de caminata del hotel, pero lo valió ya que es un barrio hermoso y pude ver lugares en los que viven personas que idolatro.

 Luego de Inglaterra fuimos en tren hasta la ciudad de París, Francia. Aquí tampoco tuvimos mucho tiempo pero pudimos visitar dos veces la Torre Eiffel, de la cual me enamoré. Fuimos también a la hermosa Catedral de Notre Dame, es un edificio enorme y muy lindo con representaciones de religión en vidrio y otros materiales. También dimos un paseo por el Sena, a través del cual pasamos por debajo de 12 puentes. Entramos al museo del Louvre, el cual no pudimos disfrutar mucho ya que para llegar a ver a la Gioconda había que caminar mucho y sólo teníamos 45 minutos.

 Ese fue nuestro último destino, el viaje en algunos momentos parecía pasarse rápido, en otros momentos parecía tardar una eternidad, pero fue algo hermoso que no se va a repetir y el recuerdo queda en todos nosotros como algo muy lindo e inolvidable.

Uno de los lugares que más me gustó en Armenia fue Cascade, cinco pisos con muchísimos escalones entre ellos, distribuidos como una cascada, y en cada piso, distintas e impresionantes obras de arte, ya sean hechas con elementos artificiales (como porcelana, plástico, metal, etc) o naturales (como pasto y flores). Este gran monumento tenía dos formas de ser observado, una era subiendo por las escaleras mecánicas y la otra caminando, yo subí junto a dos compañeras caminando y fue muy emocionante llegar a la cima de esta estructura habiendo subido así. Luego del último piso hay más escaleras que llevan a una Ópera y la vista de la ciudad desde ese punto (al cual también subimos) era hermosa, se veía todo Yereván, incluyendo el Dzidzernagapert y el monte Ararat se veía en el fondo como si hubiese sido pintado con acuarelas, la vista es una imagen que, aun habiendo llegado a Buenos Aires, no se va de mi cabeza.

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