Resumen estilos de aprendizaje

Se podría decir que al referirse en la actualidad al sistema educativo se aludiera a un ente cuyo modelo de acción parece hacer parte de un antiguo ideal. Las condiciones actuales demuestran su poca pertinencia, la necesidad de adaptación y oportuna respuesta. Desde la década de 1950, cuando las teorías tradicionales basadas en la expansión pedagógica mostraron su ineficacia en el ámbito escolar y en especial, como alternativa para llevar acabo la formación y desarrollo del individuo se ha presentado un paradigma competitivo, que llevaría a hablar de la necesidad de incluir dentro de las agendas curriculares de las instituciones educativas un enfoque de orden psicopedagógico con el que se busca posibilitar en el individuo una aproximación y relación con el aprendizaje de tipo constructivo.

Sin embargo, y a pesar del enfoque psicopedagógico, es evidente que, a la fecha, el sistema educativo pareciera seguir reproduciendo patrones y modelos que bajo ninguna circunstancia han privilegiado dicho enfoque. Lo máximo que han podido ofertar, es un modelo estandarizado con el que se pretende resolver la difícil problemática de la formación e instrucción de los individuos.

En contraposición a la idea de un currículo unificado y estandarizado como solución a las necesidades formativas de los estudiantes, se ofrece la alternativa de “aprender a aprender”. Con ella se espera poder abanderar el cambio y la movilidad social y económica de los países. La base de “aprender a aprender” está en la necesidad de un tipo específico de individuo que reclama el medio económico y social. Dicho individuo debe ser consciente de sus capacidades reflexivas, analíticas y con un notable desarrollo de la autonomía. Además, debe ser crítico y creativo, tanto para el manejo de información como para la generación de estrategias que le permitan una gestión de sus propios aprendizajes, a lo largo de toda su existencia. De ahí la idea de poder implementar estrategias como programas que privilegien no la estandarización, sino la individualización de la preferencia de aprendizaje presente en cada estudiante o grupo de estudiantes, que pueda llevar a potenciar sus posibilidades reales de desarrollo. (García, 2016)

No obstante, lo planteado anteriormente en el marco de la comprensión que se tiene sobre la diversidad presenta inconvenientes al reconocerse, que no existe una coherencia entre el uso normativo y el uso práctico o positivo del concepto “diversidad”, lo cual se une a la ausencia de esfuerzos por parte de algunos docentes por llevar dicho concepto a la práctica al interior de las aulas de clase. Para  (Devalle, 2016) “el problema es la forma cómo se concibe y se pone en práctica la valorización de las diferencias” (p, 29).

De acuerdo con estos autores, no es suficiente la existencia de un currículo diferenciado, pues de nada sirve un currículo con el que se pretenda incluir y reconocer todos los estilos de aprendizaje, formas de ser y hacer en el interior del aula, si se sigue tratando a los estudiantes como si aprendieran de la misma manera. De tal manera que, si el docente no comprende desde la acción, no podrá hacer frente a la diversidad de estilos y ritmos de aprendizaje que sus estudiantes presentan y, por lo tanto, no estará en la capacidad de emplear nuevas estrategias de enseñanza que potencien, mejoren y aprovechen de mejor manera la diversidad cognitiva que está presente en el aula.

Por lo tanto, no hay estudiantes, ni docentes buenos y malos, sino diferentes tanto en sus características, como en su contexto y la época, entre otros. De acuerdo con  (Renés, 2015),

Desde la particularidad de la población estudiantil cada individuo tiene un estilo personal de aprender, de acuerdo a la manera o forma como cada persona construye y da sentido a su realidad, mediante su proceso de aprendizaje, el cual es único pero cambiable o modificable. “No solo percibimos de forma diferente. También interaccionamos y respondemos a los ambientes de aprendizaje de manera distinta”.  (Renés, 2015), p. 134.

Los estilos de aprendizaje hacen referencia a la manera o estrategia preferida que tiene cada individuo para recibir la información o conocimiento, en el cual intervienen múltiples factores, entre estos: fisiológicos, ambientales, genéticos, culturales, económicos, contextuales. “La realidad educativa, su interculturalidad y por consiguiente su diversidad, hacen necesario que los docentes conozcamos nuestros alumnos para orientarles en su desarrollo social, personal y académico” (Renés, 2015), p.133

Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente se puede decir, que los procesos de enseñanza y aprendizaje no se puede dar por separado, por consiguiente, si un docente tiene un método de enseñanza acorde con el método de aprendizaje del estudiante, tanto los procesos de enseñanza como los de aprendizaje van a obtener mejores resultados.

Conceptualización de los estilos de aprendizaje

Kolb 1976- 1984, Describió los estilos de aprendizaje como “aquellas capacidades de aprendizaje que resaltan por encima de otras, para él dichos estilos son frutos de factores ambientales, hereditarios y experienciales (Renés, 2015).

Sostiene que una persona con preferencia por un tipo de aprendizaje específico se sentirá más cómoda y estará más abierta a un profesor que adopte un estilo de enseñanza acorde con su perfil para el aprendizaje

Reinert (1976: 161). Sustenta que los estilos de aprendizaje es la manera por la cual una persona es programada para aprender lo más eficiente mente, es decir para recibir, comprender, memorizar y ser capaz de utilizar la nueva información. (Renés, 2015)

Gregory 1979, El estilo de aprendizaje son conductas distintivas que sirven como indicadores de como una persona aprende y se adapta a su ambiente. (Pupo, 2009)

Schmeck, 1983, Los estilos de aprendizajes pueden definirse como la predisposición por parte de los estudiantes a adoptar una estrategia de aprendizaje particular con independencia de las demandas específica de la tarea en cuestión. (Renés, 2015)

Claxton y Ralston (1978: 1). Definen los estilos de aprendizaje como una forma consistente de responder y utilizar los estímulos en un contexto de aprendizaje. (Renés, 2015)

Keefe 1988, Indican que los estilos de aprendizaje son un conjunto de rasgo afectivos, cognitivos y fisiológicos, indicadores estables de cómo percibe, interacciona y responde al ambiente de aprendizaje.  (Renés, 2015)

Honey y Mumford 1982. Los estilos de aprendizaje son como la descripción de los comportamientos y las actitudes que hacen que la persona tenga preferencia por un determinado tipo de aprendizaje. (Honey, 1982)

Geijo y Renés. Los cuales consideran los estilos de aprendizaje como aquellas habilidades o rasgos cognitivos, biológico y afectivos que caracterizan a una persona y que le permiten adaptarse a las diversas situaciones de aprendizaje. (Renés, 2015)

Esteban Ruiz y Cerezo 1996: pg115, “Los estilos de aprendizajes están formados por conjuntos de estrategias similares que utiliza cada estudiante de manera habitual cuando se enfrenta a la tarea de aprender, los cuales a su vez tienen un sello de identidad cognitiva y afectiva como resultado del contexto en el que vive cada persona de sus capacidades y de manera de interactuar. (Renés, 2015) Pg. 128)

Al observar las definiciones de los distintos autores sobre estilos de aprendizaje, podemos notar que en su gran mayoría utilizan términos específicos como: capacidades, conductas, predisposiciones, habilidades, maneras, formas y rasgos, que presentan los estudiantes, las cuales tienen más relevancia que otras, y que a su vez sirven como indicadores estables de como los estudiantes responden a los diversos ambientes de aprendizaje.

Se puede decir entonces, que ningún individuo presenta sólo un estilo de aprendizaje; cada uno manifiesta poseer muchos.

El concepto de los estilos de aprendizaje está relacionado directamente con la concepción del aprendizaje como un proceso activo  (Puescas, 2006). Si se considera que el proceso de aprendizaje es equivalente a recibir información de manera pasiva, lo que el estudiante haga o piense no es muy importante, pero al considerar el aprendizaje como la elaboración por parte del receptor de la información recibida parece bastante evidente que cada uno elaborará y relacionará los datos recibidos en función de sus propias características y experiencias.

Señala  (Peñaloza, 2003), que la educación que reciben los niños en la educación básica primaria en su mayoría es obsoleta, puesto que, la transmisión de conocimientos, la necesidad de muchos educadores por mantener el control en el aula de clases, la repetición, la copia y el aprendizaje memorístico, podemos pensar que en la sociedad en que vivimos está todo inventado, pero no es así estas condiciones requieren que tanto los maestros como  los alumnos tengan disposición para desarrollar nuevas habilidades y adquirir conocimientos que formen parte de su experiencia.

El estilo de aprendizaje varía a lo largo del curso de la vida y cambia como resultado de los modelos que adoptamos en diferentes aspectos de la misma. Pero cuando preferimos un estilo, estos son fluidos. (Sternberg., 1996)

En la dinámica de la didáctica actual, el docente y el estudiante tienen que mantener una relación muy estrecha, para poder guiar u ofrecer mayor protagonismo al alumno, esto permite estimular e incentivar al estudiante a que se preocupe por desarrollar la investigación y mediante esta pueda generar su propio conocimiento. El estilo de enseñanza desempeña un papel muy importante, pues se enfrenta a los distintos factores psicosocioeducativos, como son: los hábitos de estudio, el bajo rendimiento escolar, el inadecuado clima social, escolar o familiar; por esto, el docente se debe esforzar por conocer cada uno de los estilos de aprendizaje de los estudiantes, y mediante estos poder enseñarles de una mejor manera, haciendo uso de una metodología que logre una interacción más profunda entre el contenido a enseñar y el estilo de aprendizaje que maneje el estudiante.

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