Semilleros

Semilleros. Son pequeñas parcelas convenientemente situadas y preparadas donde se siembran las semillas de los distintos cultivos que después habrán de trasplantarse al terreno de asiento.

Para muchos cultivos el semillero es el punto de partida que marca el futuro de la cosecha, puesto que para estos cultivos existen condiciones adversas para la siembra directa como son: cultivos de semillas muy pequeñas, que en la primera etapa de su vida son: atacadas por plagas de insectos y enfermedades, y/o cultivos de semillas de crecimiento lento en su fase inicial.

Para producir plantas de alta calidad y obtener buenas cosechas es necesario que los semilleros reciban la atención y cuidado que exigen, así como que la semilla tenga buena calidad.

Ventajas

• Reduce el trabajo en relación con los cuidados de las jóvenes plantas, porque el área ocupada es siempre menor en comparación con el área que el cultivo abarcaría si las semillas se sembraran permanentemente. Además de esto, se crean condiciones más favorables para las posturas jóvenes, las que difícilmente se hubiesen logrado en un área grande.

• Con más facilidad se controlan algunas enfermedades y plagas, porque el área ocupada es limitada.

• Se gastan menos semillas; esto es fundamental cuando las semillas son de importación y su precio es alto.

• Con el método de plántulas se logra el más completo aprovechamiento en las áreas hortícolas durante todo el año.

Desventajas

• Al arrancar las plántulas, las raíces pueden dañarse. Por este motivo, cuando se siembran en el área definitiva necesitan cierto tiempo para recuperarse.

• El traslado de las plántulas puede ocasionarles daños.

• El ciclo vegetativo del cultivo se alarga en comparación con el método de siembra directa. Es por esto que algunos cultivos como el tomate, la frutabomba, etc., se incrementan con siembra directa.

Selección del área

En el semillero se producen o viven plantas jóvenes, las cuales están en formación; sus tejidos efectúan una gran actividad foto sintética y además son muy sensibles a cambios bruscos, ataques de plagas de insectos y enfermedades por lo que las áreas para semilleros deben reunir una serie de características:

• Deben ser terrenos altos, sobre todo para los semilleros tempranos, en agosto y septiembre. Estos terrenos, además, se ubicarán independientemente del resto de las áreas de siembra y deberán tener una pendiente que oscile entre 2 y 5 m por cada 1000 m de longitud.

• Tener buen drenaje tanto superficial como interno, o sea, tener terrenos permeables.

• El nivel del agua subterránea no estar en una distancia menor de 1 m de la superficie, para evitar una saturación por las aguas de [lluvia].

• De topografía lo más llana posible, con una pendiente, con una pendiente de 1 a 2 m de desnivel por cada 1000 m de longitud para los semilleros posteriores a los tempranos.

• Preferiblemente terrenos nuevos o descansados y que no sean “yerbateros” (herbazales).

• Disponer de no menos de 2 fuentes de abastecimiento de agua que se intercomuniquen y que garanticen el riego del semillero en cualquier eventualidad.

• Estar lo más cerca posible de las áreas a las que se trasplantarán las posturas.

• No tener siembras colindantes de las mismas especies, de las de los semilleros en cualquier eventualidad.

• No haber sido áreas de cultivos similares a los que se plantean para el semillero, si por lo menos no han transcurrido tres cosechas sin repetir el mismo cultivo en dicha área. Pueden usarse las áreas de semilleros anteriores siempre y cuando no haya habido en ellas presencia o ataque de enfermedades bacterianas y después de haber efectuado una rotación dentro del semillero; por ejemplo, donde se sembró

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