Ser padre... ¿Es legalmente peligroso educar con mano dura?

Ser padre… ¿Es legalmente peligroso educar con mano dura?

Hay una publicación respecto de las sanciones a los padres violentos en México que van en aumento y empiezan a parecer absurdas para muchas personas, ya que rompen sustancialmente con toda una tradición educativa nacional.

La tradición educativa basada en el manejo duro del poder que debe ejercer el adulto con sus hijos, tiene raíces ancestrales, inclusive en la Biblia, pero ese poder tiene muchos aspectos que el adulto no toma en cuenta.

Desde la concepción, ambos padres tienen el deber de cuidar y amar y luego, esos valores se convierten en una labor de dirigir y educar, cambiando sustancialmente las formas que en un inicio se expresaban.

Dejamos de tomar en cuenta que el destino es perfecto y la naturaleza más, nuestros hijos no necesitan superarse porque nacieron preparados para desarrollarse y vivir felices, de nosotros depende ser factor para que así suceda.

Esperamos que entiendan los niños nuestros parámetros, cuando mandamos constantemente mensajes contradictorios que les confunden, ignorando que nuestros hijos son el espejo de nuestro interior, así como los tratamos y como son, así es tratado nuestro niño interno.

Los niños son puestos especialmente a sus padres para que trabajen sus defectos de carácter, no para que los corrijan, por lo que más que un guías, los padres deben ser promotores de sus hijos.

Con lo hijos un consejo se toma como agresión, en cambio, cuando los padres ponen un ejemplo, éste será imitado.

Cuando nos enojamos y regañamos mandamos muchos mensajes negativos. El primero y más evidente consiste en que no podemos controlarnos.

Tenemos el mal hábito de ser tolerantes, pero acumulando ira para descargarla en el momento que consideremos indicado, para poner una medida ejemplar y así establecer un límite.

Ese proceso desgasta a los padres y a los hijos constantemente y tiene consecuencias muy negativas, pues la violencia genera violencia.

Es decir, que ese proceso de solución a los problemas se lo estamos construyendo en su mente y después, cuando sea adulto, el hijo tendrá la tendencia de tolerar guardando ira como justificación para imponer un límite y lo hará con sus relaciones de pareja y con todas sus relaciones y luego lo transmitirá a la siguiente generación.

Para evitar los efectos de ese proceso de conducta, es importante seguir varios pasos:

1. Domínate. Tomar en cuenta que todo lo que hagamos enojados nos producirá tarde o temprano más enojo, si nuestra paciencia se agotó, es preciso hacer pausa y evitar echar a perder el buen trabajo que hemos hecho.

2. Ten respeto. No hay razón, ni justificación para portarnos mejor con personas extrañas al núcleo familiar que con nuestros hijos, si nos dirigiéramos con nuestro jefe o amigos en la forma en la que lo hacemos con ellos, perderíamos muchas cosas, igual o peor sucede con ellos.

3. Cuida tus palabras, serán repetidas por tus hijos. Las palabras agreden o construyen sin darnos cuenta, si quitamos de nuestro discurso preguntas, quejas y descalificaciones, tal vez nos quedamos un poco mudos.

4. Contagia. El amor y la felicidad no se entienden, son igual que la gripe, se contagian, es decir, que si queremos ver a nuestros hijos felices, debemos de sentirnos felices con ellos a toda costa y a pesar de cualquier circunstancia, no sabemos cuánto tiempo nos quede para disfrutarlo. Las razones sirven mejor para conseguir dinero fuera de casa.

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