El ser humano es un ser social por naturaleza.

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Universidad de Sonora

Lorna Karina Raygoza Jiménez

Detonantes en Problemáticas Sociales

Comunicación Oral y Escrita

Divisón de Ciencias Sociales

Lic. En Derecho

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14/03/16

 “El ser humano es un ser social por naturaleza”, nos han repetido esto constantemente desde los primeros años en la vida académica. Lo anterior se traduce en convivencia y en un escenario donde múltiples formas de razón conviven, es cuestión de tiempo antes de que nazcan los desacuerdos. Sin embargo, ¿hemos realmente encontrado soluciones a las problemáticas que han sobrevivido desde tiempos antiguos? Nos vamos a centrar en el caso del precandidato Donald Trump partiendo de la tesis “La precandidatura de Trump es un ejemplo de cómo los problemas sociales solo necesitan de un detonante para resurgir, en este caso el racismo”.

        Viéndolo como primer argumento, hablaremos sobre el contexto histórico de los Estados Unidos. Todos deberíamos tener claro que ninguno de nosotros es descendiente directo de los indígenas que originalmente poblaron este territorio; nuestro vecino norteamericano solo tiene alrededor de 2% de población cuyos orígenes ascendientes son nativos.

Sin embargo, desde la guerra civil, las organizaciones “Camisetas Rojas”, “Liga Blanca”, Ku Klux Klan, el asesinato de Martin Luther King, hasta hoy en día cuando en 2015 la policía mató al menos a 102 hombres de color desarmados, es claro que la población estadounidense muestra rechazo a todo quien no sea blanco y habite su territorio.

Como segundo argumento tenemos el efecto colateral de su campaña, desde el anuncio de su intención de ser candidato a la presidencia hasta hoy, momento en el que está entre los más fuertes precandidatos republicanos. A lo largo de la campaña, el número de seguidores de Trump ha crecido exponencialmente, pero lo que es más importante, también lo han hecho las manifestaciones por parte de grupos como el Ku Klux Klan y confederados estadounidenses (es decir, los que no están de acuerdo con que se hayan liberado a los esclavos en la guerra civil). El exlíder oficial de este clan, David Duke, declaró ante sus seguidores “Vayan allí, conocerán a personas con la misma mentalidad que ustedes” refiriéndose a los meetings de Trump. Voces de odio que se mantenían en el anonimato empiezan a adquirir valor para alzarse.

        Como última evidencia tenemos la fragilidad de la sociedad humana ante este tipo de personajes. Una Alemania sin trabajos, con su economía en picada y lejos del crecimiento fue la que vio crecer a Adolf Hitler. Una Italia igualmente en crisis le dio lugar a Mussolini. Cuando el tejido social es delgado, nos olvidamos de los valores que hemos evolucionado a adquirir y volvemos décadas atrás.

En conclusión y volviendo a la tesis “la precandidatura de Trump es un ejemplo de cómo los problemas sociales solo necesitan de un detonante para resurgir, en este caso el racismo” ¿Realmente ya no hay racismo, ya no hay persecución religiosa? ¿Realmente ya no hay esclavitud, o el modelo capitalista sigue teniendo esclavos que tendrán que trabajar toda su vida sin salir de su clase social? ¿Realmente hemos superado las problemáticas sociales que existen desde el comienzo de la humanidad? ¿O están ahí, dormidas, esperando a un Donald Trump para resurgir?

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