Siento Verguenza

SIENTO VEGUENZA

Toda persona dotada de cierta sensibilidad y valores sentimos vergüenza ajena de la forma como se hace política en nuestra tierra. Parece que nos toman por ignorantes, manipulables y factibles de ser engañados. Seguro que dirán, todo vale en política, pero hay casos que ya no se respetan las costumbres, la moral, los valores y la ética personal y profesional. Hay una total falta de respeto a su majestad el pueblo, no hay respeto a niños, jóvenes, madres, padres ancianos, a los hermanos campesinos, profesionales y comerciantes. Todo es pampa, donde prima el engaño, la coima, los favores mediante la repartija de pollos al horno, cajas de cerveza, padrinazgos, regalos de dinero, cualquier ardid es válido con tal de llegar al municipio. Se ha tergiversado totalmente la elección del ciudadano ejemplar, el empresario exitoso, el profesional mejor calificado convirtiéndose en un negocio donde hay que invertir dinero para recuperarlo y ganar una vez dentro de la municipalidad, dinero fácil.

En todo este negocio, la ciudad de Sicuani es la que se lleva el primer lugar en esta etapa corrupta de nuestra historia, con el perdón de los buenos y buenas sicuaneños. Esta ciudad desde hace 30 o 40 años, no ha cambiado, salvo el puente nuevo, la construcción del palacio municipal, la bombonera, la catedral nueva y otras obras más pequeñas, sicuani sigue siendo igual. No tiene una sola calle o plaza presentable, lo único nuevo son las nuevas rajaduras de la avenida Manuel Callo, los huecos de la avenida 2 de Mayo, puquios, calles cerradas, parchadas, el traqueteo de las maquinas, parece una zona de guerra.

Es que en sicuani no se elige Alcalde, sino “alcoholde”, todo se hace mediante el alcohol, se regala cajas de cerveza y pisco, en los aniversarios, en los matrimonios, en las fiestas patronales, en los carnavales, es el alcohol, quien manda y compra las conciencias. Que viva el “alcoholde” de Sicuani y algunos que ya aprendieron al maestro del engaño en algunos distritos. Con razón dicen que tiene título de abogado, pero ejerce la labor del “Doctor pedíatra”, “Pedía tragos”, pedía tragos en Tinta, pedía tragos en chumbilvilcas, pedía tragos en La Convención, en el Cusco en todas partes donde va. Quizás llegue a ser presidente de la Región del Cusco a punta de cajas de cerveza, de pintar incas, acompañados de una sonrisa engañosa. Entonces el bonachón, buena gente, el amigo resulta siendo falso y mentiroso que solo desea inagotablemente el poder mediante la manipulación.

Allí está las verdaderas obras que viene construyendo, obras de arte pintadas en cada pared de las casas de la pista panamericana, los Incas que están arriba, abajo y donde mires te están guiñando el ojo pidiendo tu voto. Allí está el presupuesto que hubiera servido para arreglar las calles de la ciudad de Sicuani. En todas las cajas de cerveza que se han tomado y el whisky para el “niño” y las “nenas”, está el presupuesto de la remodelación de la plaza de armas. ¿De dónde saldría tanto dinero para pagar al ejército de pintores y la flota de camionetas 4 x4?

El Inca Pachacutec, el organizador y conquistador del imperio de los incas no tiene nada que ver con el mejor embaucador de Sicuani. El uso de la imagen del inca a favor de este inca-paz es un insulto a la cultura andina y la lengua quechua, es un aprovechamiento perverso.

Escribo esta nota con la indignación de cualquier ciudadano común y corriente que siente vergüenza de las formas de manipulación utilizadas en la campaña electoral. Pero también con riesgo que me hagan chicharrones o cancacho como buenos chef que son, y no lo cuento para la próxima. Mi única intención es compartir mi reflexión con ustedes, que tienen todo el derecho de pensar y hacer lo que deseen.

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