Siglo XVIII
Enviado por ruanillo • 22 de Noviembre de 2011 • 348 Palabras (2 Páginas) • 876 Visitas
El teatro
En el siglo XVIII continuó la gran afición al teatro. Poco a poco se impone un teatro neoclásico con las siguientes consecuencias:
Prohibición de representar autos sacramentales.
Imitación de los franceses
Sainete
Transformación de los corrales en teatros
El teatro neoclásico
Toda obra teatral debe estar basada en:
La verosimilitud de las acciones
La aplicación de la regla de las tres unidades:
Acción: El texto dramático desarrolla una acción única
Lugar: Se utiliza un solo espacio que evite la proliferación de lugares
Tiempo: El tiempo de ficción no debe exceder las veinticuatro horas
El enfoque didáctico-moral. Se cultivaron tres subgéneros.
Tragedia: La cultivan muchos autores españoles. Emplearon el verso endecasílabo y cumplieron estrictamente las reglas neoclásicas, pero el resultado fue frío.
Comedia: Responden a la preocupación por el cumplimiento de la preceptiva neoclásica. Las ideas básicas de su estética se ajustan a los preceptos neoclásicos. Utiliza un lenguaje coherente con la condición del personaje y en sus obras hay siempre una disposición lógica de los sucesos
Drama sentimental o comedia lacrimosa: Procede de Francia. El autor pretende provocar sentimientos de ternura y compasión al espectador.
El teatro popular
El sainete hereda la tradición de los pasos de Lope de Rueda, los entremeses de Cervantes y las obras cortas de Luís de Benavente.
En esta línea de teatro nacional sobresalió Ramón de la Cruz, a quien la crítica convirtió en defensor de la vida popular española frente al afrancesamiento neoclásico.
El ensayo
Durante un largo período del siglo existe una gran preocupación doctrinal que se manifiesta en caminos nuevos de pensamiento, de reflexión y de crítica. Empieza entonces a desarrollarse un género que por entonces se denominaba discurso y que pasaría a denominarse ensayo
Benito Jerónimo Feijoo. La intención didáctica de Feijoo lo llevó a huir de la prosa cargada de retórica, buscó un estilo que resultara asequible al lector culto medio, independientemente del tema tratado
Gaspar Melchor de Jovellanos. Fue un hombre reflexivo , perfecto conocedor de los males que aquejaba a España
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