Somos carne, sudor, vísceras, dientes.

Trabajo

 de Antropología

Jocelyn Queirolo Córdova

Sección 22

“Somos carne, sudor, vísceras, dientes... y, sobre todo, somos el lúcido habitante de esa casa bioquímica. Nos han dicho que el ser humano es un paquete de átomos, una sobra que pasa, un pobre loco que representa su papel sobre el escenario de la muerte. Pero tenemos labios para besar y cantar, y sospechamos que la vida no tiene punto final.”

        Expláyese con referencia a esta expresión, de acuerdo con sus puntos de vista al respecto.

Tiene relación con las notas definitorias de la personalidad por el hecho de que se sabe que el hombre es un ser vivo, por lo cual estamos compuestos de átomos, moléculas, células, tejidos y un conjunto de órganos para llegar a conformar lo que somos, un ser vivo único y diferente, y como todo ser vivo, tenemos un tiempo limitado en este planeta.

Sin embargo, aparte de todos estos aspectos físicos, sabemos que el ser humano es un ser racional, lo cual nos hace poseedores de una serie de cualidades intelectuales, razonamos y realizamos actividades que nos sirven para resolver los problemas que se nos presentan día a día. Aparte de esto, tenemos la inmanencia, la cual nos hace guardar todas nuestras experiencias para nosotros siempre que lo deseemos y formarnos como una persona única en base a éstas, o, si tenemos suficiente confianza, podemos dialogar con otras personas y comunicarles lo que nosotros sabemos, puesto que el hombre es un ser social que tiende a interactuar, ya sea por simple entretención o como un método se sobrevivencia. Nos damos a conocer nosotros y así podemos conocer a los demás, y si llegamos a dialogar constantemente, podemos llegar a desarrollar un cariño mutuo y recíproco, el cual es el don al que se le conoce comúnmente como el amor.

Todos estos aspectos no son un reflejo impulsado meramente por nuestros instintos, sino que nosotros, bajo nuestra propia inteligencia y razonamiento, elegimos como mejor opción para nosotros y las llevamos a cabo haciéndonos responsables de aquella decisión, renunciando a lo que nos desvíe de nuestros cometidos, por lo que se puede decir que el hombre es un ser libre para tomar sus decisiones y de llevarlas a cabo, siempre y cuando no interfiera con la libertad y la dignidad de los demás.

Sintiéndose libre, el hombre tiende a proyectarse, a planificar qué es lo que quiere hacer, quiere explotar todas sus posibilidades, compilar experiencias. Así, nosotros aprovechamos todo al  máximo, porque sabemos que nuestro tiempo de vida es limitado; por eso besamos, cantamos, aprendemos, enseñamos, transmitimos, guardamos, hacemos uso de nuestra libertad, de nuestra inteligencia, socializamos por medio del diálogo y compartimos nuestro don de amar, llegando a la conclusión de que lo que hicimos determina quiénes somos y que lo que fuimos e hicimos no termina al momento de nuestra muerte, sino que ello perdura, queda una huella que nosotros dejamos en vida, y la vida continúa.

...