The Dead Of Karen Silkwood (traduccion)

La muerte de Karen Silkwood

Introducción:

La diferencia entre una historia real y otra ficticia es la siguiente: una historia de ficción tiene un final, sino una historia real no es así. Cuando hemos leído la última página de una historia de ficción, lo sabemos todo: no hay nada más que descubrir. En una historia real, siempre hay más para ver, porque nunca se puede saber todo.

La gente suele decir que la vida real supera a la ficción. Ciertamente, puede ser tan aterradora - y, a veces mucho más preocupante.

Esta es una historia real acerca de la muerte de Karen Silkwood. Su muerte es un misterio. ¿Fue un accidente? Es la pregunta del viejo, muy viejo: "¿Acaso el otoño, o la empujaron?" No lo sabemos. Pero alguien lo haga. Alguien por ahí, en el mundo real, sabe si su muerte fue un accidente, o si no lo era. Alguien sabe - alguien que está vivo y bien y viviendo una vida ordinaria, en algún lugar de América, y que recuerda lo que realmente sucedió ...

Capitulo 1: El accidente

Estaba oscuro. Nadie vio el accidente. El pequeño cae blanco fue encontrado en su lado del puente. Un río corría por debajo de la carretera hay, y el coche estaba tendido al lado del puente de pared, debajo de la carretera. Dentro del coche había una mujer muerta. Su nombre era Karen Silkwood, y ella tenía veintiocho años de edad. Era 13 de noviembre 1974.

¿Cómo fue el coche salga de la carretera? ¿Por qué estaba en el lado equivocado de la carretera? ¿Por qué estaba tan lejos de la carretera? No había nada malo con el coche. Karen Silkwood fue un buen conductor. Todo el mundo lo sabía.

La policía pensó que no había una respuesta fácil a estas preguntas. Karen estaba cansado después de un largo día, así que se quedó dormido mientras conducía. Se puede pasar a cualquiera con mucha facilidad. Se llevaron el coche a un garaje y se llevaron el cuerpo de Karen a un hospital.

Pero algunas personas no estaban contentos con el accidente. En primer lugar, su novio, Drew Stephens. También un periodista de The New York Times y un funcionario de la Unión de Washington. Estos tres hombres estaban esperando a Karen en la noche del accidente. Que los traía unos papeles y algunas fotografías en una gran sobre marrón. Los documentos fueron muy importantes. Los hombres estaban esperando a Karen en una habitación de hotel a pocos kilómetros del accidente. Pero nunca llegó. Cuando se enteraron del accidente, los hombres buscaron el sobre marrón a la vez. Se buscó en el interior del coche blanco. Lo buscaron en el hospital y en la estación de policía. A la mañana siguiente se veían por toda la pared y en el río, pero nunca lo encontró. Nadie encontró que sobre de color marrón.

Capitulo 2: El Nuevo puesto de trabajo

La historia de Karen y su sobre de color marrón se inició en 1972 cuando llevó a un nuevo trabajo en una fábrica nuclear en Oklahoma. Antes de eso, trabajó como secretaria, pero en 1972 ella estaba muy cansado de la vida de una secretaria. Se miró en el periódico y vi que había un trabajo en la fábrica nuclear. La paga era mucho mejor que pagar una secretaria, y el trabajo era más interesante. Ella fue a ver al señor Bailey, el director de la fábrica, y que estaba sorprendido y feliz cuando él le dio el trabajo de inmediato. -Le preguntó Karen a empezar a trabajar al día siguiente.

En su primer día en la fábrica de Karen aprendido mucho. El Sr. Bailey le dijo que tenía que llevar s especiales de bata blanca, unos zapatos especiales y un sombrero blanco.

"Esta ropa te protege de polvo radiactivo", dijo. "Realmente no hay ningún peligro, por supuesto. Todo está a salvo aquí. Revisamos todo lo que todo el tiempo".

"Ya veo", dijo Karen.

"Se necesita una tarjeta de identidad para entrar en la fábrica cada mañana. Sólo dame una fotografía de usted y le daré una tarjeta. Una bonita foto de una chica bonita".

Sonrió. Karen no le gustaba su sonrisa.

"Él piensa que soy estúpida", pensó. "¿Por qué los hombres siempre piensan que las chicas guapas son tontas?"

Todavía estaba hablando.

"Ahora voy a llamar a la señora Philips le llevaré a la vuelta de la fábrica y le mostrará su laboratorio El director no se explica el trabajo que usted no se preocupe -... Es muy fácil".

Sonrió con su sonrisa delgada otra vez.

La puerta se abrió y la señora Phillips entró Tendría unos cuarenta años de edad y un poco de grasa. Ella miró asustada.

"Me quería, el Sr. Bailey?"

"Sí, Susan. Se trata de Karen Silkwood. Ella va a trabajar con usted en su laboratorio. ¿Podría llevar a su vuelta de la fábrica y le digo sobre el trabajo?"

"Ah, ya veo. Por supuesto, el Sr. Bailey. Por favor, siga conmigo, señorita Silkwood".

Cuando la puerta del despacho cerrada, la señora Phillips sonrió a Karen, y le dijo:

"Qué suerte! Por lo general, si el me llama, quiere a gritarme algo. Por favor, llámame Susan. ¿Te puedo llamar Karen?"

"Por supuesto", dijo Karen.

Caminaron por un largo pasillo con puertas en ambos bandos. Susan abrió una de las puertas.

"Este es nuestro laboratorio".

Karen vio a seis o siete personas en la habitación. Todos ellos eran el uso de guantes blancos y sus manos estaban dentro de una caja de cristal. Había agujeros en el lado de la caja - lo suficientemente grande para las manos. Todos miraron a Karen.

"¿Qué hay en la caja?" Karen le preguntó Susana.

Todos se rieron.

"No es de chocolate", dijo un trabajador.

"O la cerveza", dijo otro.

"No escuches a ellos", dijo Susan. "Es barras de combustible nuclear y el uranio. Ponemos uranio en las barras de combustible. Es por eso que siempre se debe usar sus guantes. Y al salir del laboratorio, recuerde siempre que se quite los guantes y ver sus manos en la parte frontal del escáner".

Karen mostró el escáner, que estaba cerca de la

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