Tipos de chispas y templado de metales

TIPOS DE CHISPAS

Existen muchos tipos de chispa y cada una sirve para identificar los tipos de aceros que existen y la cantidad de carbón que poseen.

En el laboratorio vimos varios aceros con diferentes cantidades de carbón y con diferentes niveles de dureza y los fuimos identificando solamente con la chispa que cada uno liberaba.

Teníamos 5 aceros distintos con distintos niveles de carbón, el que más carbón tenia era un disco de pesa, teníamos una lija, un cincel y un balero.

Para observar esto, se hacía presión con cada uno de los aceros sobre una piedra esmeril o disco de pulir (girando) tomándolos con firmeza y como a la mitad para evitar que se atorara con la parte inferior del mismo y observábamos como salían las virutas y que las caracterizaba a cada una de ellas.

Las chispas que salían del disco pesa eran muy poquitas, muy cortas y tenían un color rojizo, y mientras se colocaban aceros con mayores niveles de carbón, se podía observar que el número de virutas era mayor y que el largo de estas aumentaba, además de que el color de éstas cada vez era más claro.

Las chispas del cincel eran más largas y éstas eran de un tono naranja, tenía una ramificación pequeña y terminaban como en espinas pero muy pequeñas.

En cambio,  las de la lija eran un poco más largas, terminación de estrella un poco más grandes, con una ramificación más amplia y un tono naranja pero más claro.

En cuanto al balero, que era hierro colado, las chispas eran las más largas y tenían más ramificaciones que los anteriores, la terminación en espinas era más notaria y el color de las espinas era más notaria y el color de las chispas eran mucho más claras y de color amarillo.

ACEROS TEMPLADOS

En el laboratorio, el maestro nos mostró 3 trozos de acero que introdujo previamente en la mufla a 1300°C, así el tiempo de espera fue mucho menos y nos explicó que ya que se encuentran al rojo vivo se deben de sacar de la mufla y ponerse en agua, en aceite, en cal o a la intemperie.

Cuando saco el primer pedazo de acero lo metió en agua y al instante comenzó a enfriarse y el agua burbujeaba del calor.

Cuando sacó el segundo pedazo, lo metió en aceite para templar, que es un aceite de color negro especial para temples, tardó un poco más en enfriarse.

Y al sacar el tercer pedazo, lo dejó tirado en el suelo a la intemperie y por lógica, tardó mucho más en enfriarse.

Nos explicó que en el primer caso, al sumergir el pedazo de acero en agua, éste perdía niveles de carbón, por lo tanto, perdía dureza ya que en el agua se quedaba gran parte del carbón del acero.

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