Todos los días aprendemos nuevas cosas, el conocimiento no es algo estático, está en constante cambio

Ensayo

Todos los días aprendemos nuevas cosas, el conocimiento no es algo estático, está en constante cambio, al leer el texto lineamientos curriculares en educación artística  y el texto “El papel del educador en el pensamiento de Paulo Freire” han surgido nuevas ideas y guías que me ayudan al cuestionamiento de mi quehacer como futuro profesor, me pongo a pensar en el tipo de educación en la que crecí durante los años de colegio, la mayoría vista desde una pedagogía vertical donde el profesor era quien tenía la razón y eso no tenía discusión, creo que eso es lo que hace que sintamos la educación como algo a lo que estamos obligados y no algo que nace por gusto propio, algo que es aprender de memoria y repetir como loros pero nunca se ve innovación, Reproducimos y perpetuamos irreflexivamente, formas ancestrales de ignorar, excluir, desconfiar y de temer al otro. Esto ha sido parte de nuestra historia social y de nuestra vida cotidiana, y hace de la educación una práctica autoritaria, que coarta opciones para participar en la construcción social (…).1

Ahí está el reto, generar nuevas dinámicas y procesos de aprendizaje visto desde una pedagogía más horizontal, donde todos (alumnos-profesor) construimos el conocimiento juntos a partir de constante dialogo, pues nadie tiene la verdad absoluta, de todo y de todos se puede aprender, nunca hay que dejar la comunicación de lado, pues como lo decía anteriormente esto genera actitudes en contra del estudio, los alumnos ven el aprendizaje como algo a lo que están sometidos y por esta causa se generan muchos problemas sociales, como la violencia. La idea es que desde la educación y más específicamente el campo de la educación artística haya un desarrollo integral del individuo, donde el aprendizaje sea más cercano a su entorno natural contribuyendo así a desarrollar identidad personal y sentido de pertenencia a partir de la decodificación de diversos símbolos que ayudan a desarrollar criterios propios, generando espacios de reflexión que fortalecen el aprendizaje, pues gracias a esto se construyen seres críticos que se preguntan constantemente sobre lo que ocurre  su alrededor, es decir, que no tragan entero sino que están a la búsqueda de nuevas respuestas que dan sentido a la totalidad de la vida que les rodea. Freire nos dice: “La educación (…) se basa en lo que ocurre en la vida, y por eso prepara al hombre para actuar en la vida.”

Como intención de lo anteriormente mencionado está el desarrollar en los estudiantes y las comunidades dimensiones valorativas, estéticas y éticas para que asuman y promuevan actitudes sensibles hacia los demás y en todos los contextos. Mediante la Educación Artística fundamentada en una actitud crítica y creativa, la niñez y la juventud colombiana desarrollan e irradian su sensibilidad y su imaginación hacia el mejoramiento y el disfrute de la calidad de su experiencia intrapersonal y de interacción con los otros, con la naturaleza y con la producción cultural, contribuyendo efectivamente desde la educación formal con transformaciones culturales significativas.2 Hablando un poco acerca de la practica la idea no es obligar a los niños y niñas a trabajar una de las áreas de las artes, sino que sean ellos mismos quienes elijan que quieren trabajar, que a través de la experiencia de todas y a partir del dialogo que se genere en la clase, sean ellos quienes empiecen a cultivar esos saberes quizá desconocidos o quizá ocultos para que exploren nuevas experiencias que fortalezcan su formación como individuos que ayuden a construir sociedad.

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