Trafico De Organos

Ensayo “Trafico de órganos”

Introducción.

Una vez que escuchamos la frase “tráfico de órganos” un sentimiento de rechazo inmediato logra apoderarse de gran parte de la sociedad y con esto condena a los participes de tan “inhumana” acción. Pero ¿qué hecho ha desatado este tráfico? ¿Qué personas están involucradas? ¿Cuál es el beneficio que supone este tráfico?, son preguntas que suelen aparecer y que tienen variadas respuestas. Ya que en la mayoría de las veces la necesidad de un órgano o la impotencia de ver morir a un ser querido desencadena una acción tan desesperada que es calificada como delito y censurada socialmente.

Desarrollo.

El problema de la necesidad imperiosa de realizar trasplantes de órganos vitales, como única salida de vida para más de un millón de seres humanos en el mundo, víctimas de enfermedades que afectan de manera determinante las funciones de órganos vitales, y que son propias de las sociedades y sus estilos de vida actuales, se ha convertido en un fenómeno de salud pública a escala mundial.

Las múltiples situaciones e implicaciones que se derivan de este fenómeno giran alrededor de esta realidad: La demanda de órganos vitales es superior por mucho a la oferta existente de donaciones voluntarias, altruistas, y humanitarias, que vienen principalmente de familiares cercanos vivos y de donantes fallecidos. Este escenario conlleva de manera simultánea el surgimiento y despliegue de varias “fuentes” para obtener órganos destinados a ser trasplantados, cuyo impacto social y ético lleva de manera intrínseca a fuertes cuestionamientos bioéticos y legales. Al tiempo que denota la magnitud de personas que requieren de un trasplante y que dentro de lo considerado legal no pueden satisfacer esa necesidad vital a pesar de las amplias campañas publicitarias para convencer ala población de que se conviertan en donantes voluntarios al término de su vida.

Dicha práctica ilegal ha sido reconocida por la Organización de las Naciones Unidas como un problema mundial y la define como la obtención, transporte, transferencia, albergue o recepción de personas vivas o fallecidas o de sus órganos por medio de amenazas, uso de la fuerza o cualquier forma de coerción, secuestro, fraude, engaño, abuso de poder o de vulnerabilidad tanto por el que entrega el órgano como por el que lo recibe, incluyendo pago por terceros o beneficios para lograr la transferencia o el control de un potencial donante, con el propósito de explotación para extraer órganos para trasplante.

La Organización de las Naciones Unidas ha declarado la venta de órganos humanos como una afrenta a los derechos humanos. cabe destacar la Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre la Donación y Trasplante de Órganos Humanos donde se establece: que "El pago

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