Trata De Blancas

TRATA DE BLANCAS EN MÉXICO

México es un importante país emisor, de tránsito y de destino para hombres, mujeres y niños sujetos a la trata sexual y laboral. Los grupos más vulnerables a la trata de personas en México incluyen mujeres, menores, indígenas, personas con discapacidades mentales y físicas y migrantes. Mujeres y menores mexicanos, y en menor rango hombres, son explotados sexualmente en México y en Estados Unidos. Atraídos con falsas oportunidades de empleo, falsas promesas de relaciones románticas, e inclusive a través de extorsión, incluyendo la retención de documentos de identificación o la amenaza de dar aviso a las autoridades migratorias sobre el estatus migratorio de la víctima. Asociaciones civiles reportan que los mexicanos transexuales en actividades de prostitución son vulnerables a la trata sexual. Hombres, mujeres y niños mexicanos son explotados en trabajo forzado de agricultura, servicio doméstico, manufactura, proceso de alimentos, construcción, economía informal, mendicidad forzada, y venta callejera tanto en Estados Unidos como en México. En el 2013, las autoridades mexicanas identificaron a 275 trabajadores, e integrantes de sus familias, siendo explotados para pagar sus deudas, en una planta procesadora de jitomates. Los residentes de algunos centros de rehabilitación de adicciones, refugios para mujeres, e instituciones del estado para personas con discapacidades han sido sujetos a trabajo forzado y prostitución por personal de dichos refugios o por grupos criminales.

La inmensa mayoría de las victimas extranjeras en trabajo forzado y servicios sexuales en México, provienen de Centro y Sur América, particularmente de Guatemala, Honduras, y El Salvador; algunas de estas víctimas son explotadas en la frontera sur de México. Víctimas provenientes del Caribe, Europa del Este, Asia y África también han sido identificadas en México, algunos en ruta hacia los Estados Unidos. El turismo sexual infantil persiste en México, especialmente en áreas turísticas tales como en Acapulco, Puerto Vallarta y Cancún, así como en las ciudades fronterizas del norte como Tijuana y Ciudad Juárez. Muchos turistas sexuales provienen de Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental, aunque algunos también son ciudadanos mexicanos.

Los grupos del crimen organizado lucran tanto con ciudadanos mexicanos como con inmigrantes extranjeros en la trata sexual y forzan a algunos hombres, mujeres y niños mexicanos y extranjeros a cometer actividades ilícitas, incluyendo trabajar como asesinos, halcones, y en la producción, transportación y venta de drogas. Reportes de los medios indican que los grupos criminales someten a trabajos forzados en minas de carbón y para cavar túneles para transportar drogas bajo la frontera con Estados Unidos. Algunos grupos del crimen organizado han secuestrado profesionistas como arquitectos e ingenieros para trabajo forzado.

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