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Turismo, Factor De Aprovechamiento Y Conservación Del Patrimonio Cultural De La Humanidad


Enviado por   •  14 de Abril de 2013  •  2.713 Palabras (11 Páginas)  •  535 Visitas

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El turismo, factor de aprovechamiento y conservación del patrimonio cultural de la humanidad.

El desplazamiento de turistas y visitantes tiene diferentes motivaciones sociológicas que permiten el incremento de la actividad turística. Durante décadas esta actividad ha sido tema de estudio para las distintas disciplinas como la antropología, la sociología, la geografía y la economía, entre otras; que tratan de encontrar las razones por las que el turista se desplaza y consume productos turísticos.

La cultura está presente en las actividades que demandan los turistas. Los viajes dan la oportunidad de difundir las manifestaciones humanas que durante muchos siglos han dejado testimonio de la existencia de culturas.

El turismo es un vínculo de comunicación intercultural, de donde emanan acciones sociales, culturales y productivas. Ya lo mencionaba López Gloria (2003), que la relación del patrimonio cultural con el fenómeno turístico, ha tomado tal fuerza que podríamos hablar de una “nueva industria del patrimonio”.

México es uno de tantos países que se suman al interés de potenciar el turismo a través del patrimonio cultural, como si fuese una materia prima que genere productos turísticos para diversificar la oferta turística.

El patrimonio cultural tangible e intangible recobra su valor también por la atención que ponen en él, instituciones públicas y privadas, organismos nacionales e internacionales por el rescate y conservación del mismo. Por otra parte, el derecho al disfrute de este patrimonio es un estandarte de dichas instituciones que establecen políticas patrimoniales derivadas de estatutos internacionales, como “La declaratoria de Patrimonio de la Humanidad”, de la UNESCO, o la PNUD y El Banco Mundial, que a partir de los años setentas otorgan financiamiento para la conservación del patrimonio, la producción y venta de artesanías. Sin duda el turismo aprovecha tales iniciativas para motivar al turista al consumo del patrimonio.

La UNESCO, ha reconocido la capacidad del patrimonio natural y cultural como recurso para un desarrollo territorial sostenible. Desde otras perspectivas se ha destacado la capacidad del patrimonio como recurso social, ya que su conocimiento permite impulsar el sentimiento de pertenencia a una comunidad y afianzar la conciencia de identidad de los pueblos en su territorio. De donde se deriva la necesidad de difundirlo y convertirlo en un recurso educativo de potente valor transversal. La convención sobre la Protección del Patrimonio cultural y Natural de la Humanidad, sin duda fue un punto de partida para la creación de políticas públicas de los bienes patrimoniales. La Carta internacional sobre turismo cultural, expedida por el ICOMOS, señala que el turismo sigue siendo uno de los medios más importantes para el intercambio cultural; que ofrece una experiencia personal del pasado, de la vida actual y de otras sociedades. Cuando un bien patrimonial recibe la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad, adquiere derechos y responsabilidades, privilegios y compromisos. Mientras tanto los turistas motivados por esta inclusión de un distintivo al patrimonio orientan sus visitas a estos lugares con el fin de conocer la excepcionalidad que distingue al sitio, quizás valdría la pena considerar el ego que los incita para consumir este patrimonio.

México tiene 24 bienes culturales inscritos Patrimonio de la Humanidad (ver anexo), 3 bienes naturales: Sian KA´AN 1987, Santuario Ballenero de el Vizcaíno 1993, islas y áreas protegidas del Golfo de California 2005, 2007. Patrimonio oral intangible las fiestas indígenas dedicadas a los muertos 2003, y bien inmaterial e intangible la Colección de lenguas indígenas 2007.

Los sitios con esta declaratoria han incrementado el número de visitantes que buscan tener contacto directo con estos bienes. La reutilización de los edificios, convertidos en museos, salas de exposiciones temporales, talleres y venta de artesanías han demostrado la rentabilidad de tales iniciativas. La recuperación de los espacios públicos es una estrategia para su reconversión donde actúan los comunitarios. Cada vez es más común el cambio experimentado por el papel que ejerce el espacio en las actividades económicas y de ocio. Es así como al territorio se le identifica como un recurso patrimonial. La actividad turística está regulada por políticas que ordenan el desplazamiento humano, sin embargo, es importante concebir que estos flujos aumentan cuando los sitios patrimonio de la humanidad están puestos en el “escaparate de venta” por así llamar a la posibilidad del consumo del patrimonio. Los turistas durante su visita demandan servicios de alimentación, esparcimiento, servicios generales, centros de compra de artículos característicos del sitio que sirven de testimonio de paso por el lugar. El patrimonio cultural constituye un elemento indispensable en la creación de productos turísticos que permite diversificar la oferta turística local, o regional.

La venta de estos nuevos productos turísticos culturales genera efectos positivos y negativos; por una parte los beneficios económicos recibidos por los organismos internacionales para la conservación del patrimonio, las cuotas de entrada a los sitios, la venta de artículos representativos del lugar, el uso de guías turísticos, la venta de alimentos, entre otros. Sin embargo, la capacidad de carga excedida en los sitios con declaratoria, el deterioro que sufre el bien patrimonial con la presencia de los visitantes o la banalización del mismo, son los impactos a considerar para la protección del sitio.

El peligro del deterioro patrimonial siempre está presente con o sin visitantes, papel del turismo es fomentar la cultura de conservación y debido uso de los bienes a través de las campañas de promoción y comercialización de los productos turísticos. No obstante a ello, el cuidado del patrimonio corresponde a todos, “los unos y los otros”, los encargados de la custodia del patrimonio, los que lo visitan, los que lo promueven y los que lo paseen, es decir: organismos públicos y privados relacionados con el patrimonio cultural, los visitantes, gestores culturales, comunidad receptora y dependencias de turismo. La gestión del patrimonio cultural tangible e intangible tiene una connotación de participación colectiva, donde los intereses de todos converjan en un común denominador de preservación, divulgación y disfrute del legado cultural. El turismo cultural que tiene sus inicios en las épocas de Marco Polo con sus rutas, hoy en día se ve como un fenómeno social relacionado a la industria con mayor accesibilidad, con un valor añadido, con costos bajos y la necesidad de diferenciación del turismo de masas, se define como el consumo de elementos culturales por parte

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