UN ENCUANTRO CON PACHO

UN ENCUENTRO CON PACHO

Una vez un grupo de adolescentes de la esquina calle 24 con carrera 5 del barrio yesca grande de Quibdó. Eran sus miembros: Cané, pepe, José, Kike, Nilson, Tadeo y el popular Budú. Preocupados de ver como durante las fiestas, los jóvenes de otros barrios hacían su cache y pasaban las verbenas y su tristeza fue enorme porque no pudieron salir. Llegado el día de la procesión estaban en su amada esquina y cuando el santo hizo su aposento en el arco del barrio, José que se encontraba en el balcón de la casa de Demarchi al instante que el arco hacia lo que llamamos el milagro; José miró los ojos de la imagen del patrono, con fe, devoción y humildad mentalmente le pidió que iluminara al grupo de amigos que se llamaba los OPERATIVOS para que el año siguiente pudieran participar activamente de las fiestas, tanto en folklor como en lo religioso.

El año siguiente José convocó su grupo para preparar alguna actividades para elaborar el cache; inmediatamente Kike, le responde que “con que plata vamos hacer el cache”, “si somos unos limpios”; interviene pepe y dice “digámosle al alcalde Wladimiro que nos colabore” y se van; cuando llegan donde él les dice; “el municipio está mal económicamente pero no los desamparo”, luego, hace una llamada a un comerciante de Quibdó, llamado Nabor y los manda donde este.

Nabor un hombre de buena fe manifiesta “jóvenes tengo una propuesta”, consistente en ponerles a disposición una lechona, dos cajas de aguardiente, una de ron y cinco cajas de cerveza, para que aprovechando la popularidad de su esquina, les dijo “para que se la jueguen”.

Emprendieron la primera actividad un sábado 18 de junio. Tadeo consiguió un equipo y José perifoneaba haciendo invitación al público, “acérquense que esto es para un mejor san pacho”. Se evidencio tanto el milagro que hizo san francisco que iniciaron la actividad tipo 9 am y a una pm no había ni un grano de arroz de la lechona ni una cerveza. La ganancia, 500.000 pesos; alegres decidieron repetir la actividad, lo hicieron cinco veces, dijeron, “Esto es milagro”.

Concertaron para colaborar, porque la junta estaba entregando sobres a las familias, para los gastos de las fiestas. y aportaron: para la misa, desayuno con ancianos, elaboración del disfraz, construcción del arco; también para su anhelado cache y para la bebida del recorrido; Era el mes de agosto y faltaba el dinero para la chirimía grita Nilson “hagamos un reinado” actividad que resulto sencilla pues estuvo a cargo de niñas del barrio. Con el dinero recaudado apartaron la plata que costaba la chirimía de panadero, posteriormente mandaron hacer una cadena de oro para Francisco, por agradecimiento. Después mandaron hacer el disfraz donde una señora de condoto, que cosía rápido y barato; el disfraz se llamaba “la

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