Un Abismo Por Superar Entre Lo Planeado Y Lo Practicado.

Un abismo por superar entre lo planeado y lo practicado.

El tema de la planeación es frecuente cuando están en puerta los días de práctica, varios de nosotros como docentes en formación nos aterra tener que iniciar con su elaboración, algunos otros resuelven esta problemática en un dos por tres, en mi caso, soy del primer tipo y es que el asunto de planear siempre ha sido un dolor de cabeza y aunque a lo largo del estudio de la licenciatura en educación primaria he descubierto el valor que tiene la planeación para realizar mi trabajo docente, también he descubierto que hay un gran abismo entre lo que planeo y lo que voy hacer en el salón de clases.

En efecto, me he encontrado con la dificultad del tamaño de un abismo cuando lo que planeo no se lleva a la práctica por múltiples razones, por lo que empezaré a describir un poco acerca de lo que es la planeación y los propósitos que ésta persigue.

Si alguna vez han tenido la oportunidad de jugar una partida de ajedrez, el tema de la planeación, les resultará familiar, desde mi punto de vista. Puesto que para jugar ajedrez tienes que planear tus jugadas, la posición de tus piezas, anticipar los movimientos del contrario o replantear en caso de ir perdiendo; la planeación es algo así: planear acciones, organizar tus elementos para obtener mejores resultados, anticipar y prever materiales o tomar nuevas decisiones porque lo que estas haciendo no te está funcionando (algo así como tener un plan B en caso de que el plan A esté fallando). Suena fácil, pero en cambio es más complejo de lo que parece

Si bien, lo anterior solo son generalidades de lo que implica una planeación, el desarrollo de ésta es aún más complejo. Como bien se menciona en el texto “La secuencia formativa: fundamentos y aplicación” (Giné & Parcerisa, 2003) , la elaboración de una planeación implica tener una intensión, que viene siendo como la competencia y los aprendizajes esperados, así también, una metodología que implica la forma de organizar a los alumnos y los recursos a utilizar, que en su conjunto yo lo interpretaría como la secuencia didáctica, conjuntamente con la forma de evaluación, siendo un tercer punto en tomar en consideración, respondiendo al cuestionamiento ¿Cómo hacer para alcanzar los aprendizajes esperados?

Ahora bien, como lo mencioné arriba, la planeación debe contar con una secuencia didáctica ordenada en tres momentos: inicio, desarrollo y cierre, con actividades que motiven a los alumnos, que me permitan verificar conocimientos previos, que permitan dejar hacer a los alumnos en función de lo que saben hacer pero también de lo que necesitan aprender y por último el tipo de actividades que por un lado me permitan como docente verificar que los alumnos han obtenido un nuevo aprendizaje y por otro lado brindar una retroalimentación de lo visto en clase.

Tomando como

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