Un clásico de la cocina tex-mex

Un clásico de la cocina tex-mex: papas rellenas con queso y panceta.

Ideales como snacks de invierno, con su cáscara crujiente y la combinación de sabores del relleno son un éxito asegurado, muy fácil de preparar.

Dicen que esta comida nació cuando los mexicanos empezaron a cruzar el río Bravo para instalarse en Estados Unidos, principalmente en la ciudad de Texas. Después los platos fueron evolucionando para adaptarse a los nuevos gustos estadounidenses.

INGREDIENTES

6 papas blancas (1 k)

170 grs. de panceta

2 cucharadas de aceite vegetal

¼ cucharadita de ajo en polvo

¼ cucharadita de pimentón ahumado (opcional)

60 grs. de queso cheddar

2 cebollas

½ taza de crema agria

Sal al gusto sal

PREPARACIÓN

Precalentá el horno a 200 grados. Lavá bien las papas y se pincha la cáscara un par de veces con un tenedor. Colocá las papas directamente sobre la rejilla del horno y hornealas durante unos 45 minutos o hasta que estén tiernas en el centro. El tiempo de cocción dependerá del tamaño y el grosor de las papas. Comprobá su cocción perforando la papa más grande con un tenedor (para ver si ya está toda blanda).

Mientras tanto, cortá la panceta en trozos pequeños y cocinálos en una sartén a fuego medio hasta que estén dorados y crujientes. Vaciálos en un plato forrado con papel manteca. Picá las cebollas y cortá el queso en tiritas. En un bowl pequeño, mezclá el aceite vegetal con el ajo en polvo y el pimentón ahumado.

Una vez que las papas estén cocidas, utiliza un pequeño paño de cocina para sostener la papa caliente mientras la cortás a la mitad. Con una cuchara sacá el interior de las patatas de manera que queden casi huecas, dejando unos 0.5 cm de papa pegada a la cáscara. Cubrí una asadera para horno con papel de aluminio. Colocá una por una las papas ahuecadas en la bandeja. Pintá con el aceite sazonado la superficie de las papas. Usá lo que te haya quedado de aceite para cubrir ligeramente el exterios de las papas (la cáscara). Espolvoreá generosamente con sal. Colocá la asadera en el horno durante 15 minutos a 200 grados para que las papas queden crujientes.

Una vez que las papas se han chamuscado y están ligeramente doradas en los bordes, espolvoreá sobre ellas el queso rallado. Volvelas a poner en el horno por 1-2 minutos o hasta que el queso se derrita. Sacálas papas del horno y cubrilas con una cucharada de crema agria, la panceta y la cebolla, y/o

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