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Vestimenta Gaucha


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2013  •  4.167 Palabras (17 Páginas)  •  447 Visitas

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VESTIMENTA GAUCHA (1870)

Juan Manuel Blanes

El gaucho usaba sombrero blanco, gris o negro. Siempre con la cabeza atada. Sobre todo "presumiendo" llevaba chaqueta pero no andaluza sino de cuello parado y un poco curva, pues no se podía prender. Siempre adornada con trencilla formando picos o eses, y en los bolsillos laterales de la chaqueta la trencilla. Luciendo un pañuelo de seda de colores vivos. El cuello de la camisa siempre prendido.

El chiripa generalmente, de un pañete negro o azul celeste ribeteado con cinta y nunca pasaba de quince milímetros de ancho, pero el gaucho más armado llevaba chiripá de un reboso antiguo de colores vivos por la guarda de flores y gran fleco de un palmo de ancho, casi arrastrando. El calzoncillo ancho azulado con azul por la lavandera, cribo ancho y fleco angostito de dos centímetros o poco más, pero muy nutrido de hilos lo que lo hacía gordo.

El chaleco muy abierto, prendido muy abajo, con tres botones esféricos brillantes, y el género paquete (terciopelo o raso, y los pobres de cretona, que ya no se encuentra)

El pañuelo de la cabeza a veces forrando todo el cráneo, y otras como vincha; en el primer caso cayendo las puntas en confusión con el cabello largo, muy comúnmente rubio en el hombre porteño; no se afeitaron hasta que vino la Federación de Rosas, en cuyo tiempo no se usó más que el bigote solo o toda la barba larga.

Siempre puñal, cuchillo cabo guampa con virolas. Cuando era de plata lo usaban delante, a la derecha. La faja de atar el chiripá era ordinariamente de lana inglesa, muy conocida, pero algunos paquetes llevaban ceñidor de seda cochinilla, y como la de lana, colgaban las extremidades o sobre los glúteos o hacia la derecha. El calzoncillo tenía una serie de alforcitas muy estrechas desde muy abajo de la rodilla y después un cribo angosto (que llamaban embutido) y luego un gran cribo, después. Del cual y antes del fleco, otro cribo angosto.

La bota era en los paquetes de gato, tan fina como la cabritilla y siempre blanca o con delantal blanco, con los dedos afuera, y los menos paquetes la de potro o yegua, muy descarnada pero con delantal blanco.

La espuela grande como la de aquí y los más afortunados en el juego, la usaban de plata, como la de aquí; más tarde el porteño tuvo por charra la espuela muy grande de plata, y la redujo a una espuela muy decente. El rebenque generalmente de mango corto con virolas, pero con zotera larga y ancha.

Era uso llevar el poncho muy bien doblado sobre la cabezada del recado por delante, y algunas veces en. El brazo, siempre muy bien doblado el poncho.

Vestimenta Gaucha Las pilchas y los avíos

Toda indumentaria de gaucho usualmente es llamada pilcha (tal palabra de origen indígena luego ha pasado a ser parte del lunfardo): la vestimenta típica del gaucho tiene la impronta de la de los jinetes andaluces a la que suma un poncho (gran capa talar o capote tipo manta con un tajo en el centro para pasar la cabeza), un facón (cuchillo de gran tamaño), un rebenque o talero y pantalones amplios que no son los actuales del hombre de campo, que se llaman bombachas, sino unos pantalones tipo pijama, llamados calzoncillos, sueltos abajo, que sostenidos con un cinturón con una faja de lana tejida y un ancho cinturón de cuero adornado a veces con monedas (llamado tirador o rastra -porque recuerda la rastra del arado) (véase más adelante rastra), quedan por debajo del "chiripá", lienzo atado a la cintura como un pañal, una de cuyas funciones era proteger del frío (el frío fue llamado muchas veces con la palabra quechua del mismo significado: "chiri"). El poncho, el chiripá y el mismo hábito de tomar mate, fueron tomados del "indio"; también de ellos tomó el gaucho una de sus más singulares armas: la boleadora. El sombrero del gaucho era o bien el "chambergo" (sombrero alar), o bien el sombrero de panza de burro (un recorte circular de la panza de un burro que se ataba a un poste y se dejaba secar adquiriendo entonces la forma apropiada); la guitarra y el chambergo eran herencia de los conquistadores españoles. El gaucho solía montar con las llamadas "botas de potro", que no tenían tacones y eran abiertas en las puntas, de modo que los dedos de los pies quedaban descubiertos. Otro elemento típico de la indumentaria del gaucho son sus cinturones, los más conspicuos son llamados rastras y consisten en cinturones anchos de cuero blanco graneado, trabajado con alumbre. En los siglos XVII y XIX complementaban estas vestimentas cubriédose la entrepierna con una lienzo a modo de pantalón recogido en la cintura llamado chiripá, al parecer originario del litoral argentino, que era sostenido con la rastra que se prendía con presillas diversas, a veces de metal de plata. De acuerdo con su condición económica o laboral, este adorno solía tener características lujosas, incluso con incrustaciones de monedas o figuras de plata y oro. Se cubrían el torso con el poncho , prenda originaria del norte argentino, muy común también en otras zonas de América, solían apreciarse los ponchos de vicuña muy abrigados al tiempo que livianos, los "ponchos pampas" (tejidos por los indígenas pampas practicamente impermebales a la lluvia), los "ponchos calamacos" tejidos principalmente en Santiago del Estero, los rojos ponchos salteños, los ponchos marrones muchas veces tejidos con pelo de panza de chulengo (cría de guanaco) etc, al poncho de uso habitual y desgastado se le llamaba en ciertas zonas "poncho soró". Las posteriores botas de cuero curtido y con tacones (botas fuertes) era un bien relativamente caro, aunque la mayoría de los gauchos ahorraba dinero para obtenerlas y lucirlas en las festividades patronales, fiestas patrias y en las danzas. A fines del siglo XIX las botas solían ser llamadas "botines patrios" ya que eran las mismas que usaban los soldados. Las botas del gaucho argentino norteño solían y suelen tener pliegues que recuerdan a un fuelle, es decir con la pierna de cuero "acordoneada", como manera de defensa del monte y de la eventual mordedura de serpientes. Tales botas se acompañan con espuelas, destacándose las grandes espuelas de plata llamadas "nazarenas" (así llamadas porque sus grandes aguijones recuerdan remotamente a la corona de espinas con la que, según los Evangelios, fue torturado Jesús quien procedía de Nazaret). Los adornos con apliques de metal (virolas), frecuentemente eran facturados con monedas de plata (patacones y rastras). Los ponchos y nazarenas o lloronas (por el ruido que hacían entre ellas) suelen ser hasta el día de hoy verdaderas obras de arte, aunque

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